Por: Rosario Jiménez*

La atención por parte del Estado de las necesidades educativas de niños y jóvenes con algún tipo de discapacidad (física, intelectual, auditiva, motora, visual, social), sus variantes y grados ha ido cambiando con el tiempo, alineada a los nuevos paradigmas sobre Derechos de las personas con Discapacidad, las acuerdos de la Convención y otros lineamientos nacionales e internacionales.

Una de las herramientas más eficaces a las que tiene acceso la educación especial e inclusiva, que además contribuye al alcance de los objetivos universales de desarrollo, son las TIC adaptadas, como apoyo importante para disminuir algunas dificultades específicas.

Incluir en los proyectos educativos especiales a  las TIC contribuye a ampliar las oportunidades y mejorar los procesos de aprendizaje de manera cualitativa, desarrollar capacidades y competencias, atender a la singularidad y a las necesidades individuales de cada alumno y potenciar la motivación en los estudiantes, fortaleciendo el componente del aprendizaje significativo, posibilitando el logro de objetivos pedagógicos, permitiendo la accesibilidad a entornos diferentes y, a la vez, desarrollando el aspecto cognitivo.

En la actualidad, la brecha digital es una de las formas de construcción de la desigualdad. Para lograr una inclusión más plena, es necesario generar espacios para conocer y dialogar con las nuevas tecnologías y los nuevos lenguajes. Reducir la brecha digital no se restringe sólo a la posibilidad de acceder a las nuevas tecnologías, sino a hacer un uso lo más significativo posible de ellas.

La falta de herramientas o recursos apropiados, así como dispositivos adaptados a las diferentes necesidades de estudiantes con discapacidad puede ser hoy una barrera importante en la adquisición o desarrollo de habilidades cognitivas superiores como la lectura y escritura, así como de algunas competencias básicas fundamentales como la comunicación e interacción con otros, la autonomía y el desarrollo personal.

Sin embargo, el solo hecho de adquirir tecnología  no es suficiente. Es necesario desarrollar propuestas pedagógicas, alineadas con el currículo nacional, con el objetivo de desarrollar y fortalecer las competencias propuestas que le permitan a las personas con necesidades educativas especiales asociadas a la discapacidad, alcanzar el máximo desarrollo de sus potencialidades y permitirles así la integración social promoviendo el respeto por sus derechos, aceptando y respetando la diversidad.

Asimismo, tan importante como el desarrollo de una propuesta pedagógica adecuada, es la necesidad de empezar a demostrar cambios en las prácticas pedagógicas, llevando a la acción nuevas experiencias educativas concretas. Para lograr esto se requiere empezar a tener una perspectiva más abierta que permita una actitud proactiva y de aprendizaje en todas aquellas personas que están directamente involucradas en el desarrollo y educación de las personas con necesidades educativas especiales asociadas con discapacidad (funcionarios, familias, instituciones, directivos, docentes, profesionales).

*Educadora especialista en discapacidad y coach educativo