«Nuestras poblaciones estudiantiles se están haciendo más diversas en términos académicos. Siempre lo han sido, pero se están haciendo más diversas aún. Y las probabilidades son que esta tendencia continúe en el futuro».

Carol Ann Tomlinson (2008).

A lo largo de nuestros post para este blog, hemos evidenciado que no existen dos estudiantes que aprendan lo mismo, de la misma manera y al mismo tiempo. Sin embargo, la oferta educativa —de gran parte de las escuelas— aún promueve una sola ruta de aprendizaje a sus estudiantes, quizá porque al igual que la plantación de una vid, se espera que la siembra madure y crezca al mismo ritmo.

Observa el siguiente video:

Pero lo cierto es que cada persona aprende de manera distinta y existen muchas posibilidades de enseñar. Por ello, debemos apostar por metodologías que articulen itinerarios educativos personalizados, que se ajusten a las características, los intereses y las necesidades de los diferentes estudiantes. 

Para entender cómo personalizar el aprendizaje recurro a las enseñanzas de Carol Ann Tomlinson, educadora norteamericana, a la que tuve la suerte de escuchar en una conferencia en la que presentaba el libro El aula diversificada: dar respuestas a las necesidades de todos los estudiantes.

Tomlinson menciona tres maneras de manejar las diferencias de los estudiantes:

1. Ignorarlas, es decir, tratar a todos por igual, enseñándoles las mismas cosas a todos, del mismo modo y a la misma vez. 
2. Reconocerlas y separar a los estudiantes: quienes logran sus aprendizajes y quienes no los logran. Esta manera fomenta una mentalidad negativa —como vimos en un post anterior — y  la brecha entre los que tienen y los que no tienen en las escuelas se ve reforzada en lugar de superada. 
3. Atender a las necesidades individuales de los estudiantes, sus intereses y sus maneras preferidas de aprender, manteniéndolos juntos en el marco de un currículo exigente. 

Esta tercera opción es la menos frecuente, pero las investigaciones conducidas por Tomlinson sugieren que cuando hacemos esto, los resultados son impresionantes. 

Para empezar a personalizar el aprendizaje y adoptar una enseñanza diferenciada debemos partir de la imagen positiva de cada estudiante, donde el docente crea firmemente que cada uno es capaz de aprender; además de poder diseñar trayectorias de aprendizaje para ello. El educador acepta incondicionalmente a sus estudiantes tal y como son, y en retribución espera lo máximo posible de cada uno. Esta premisa se relaciona con el enfoque transversal de Búsqueda de la excelencia del CNEB. 

Según Tomlinson, no hay recetas para crear un aula diversificada, pero sí hay principios básicos en torno a la diversificación que podemos observar en el siguiente gráfico:  

Gráfico: Diversificación del aprendizaje

• Temas adecuados. Manejar un currículo de manera flexible poniendo énfasis en los principios, las habilidades y los conceptos básicos de cada área curricular (¡no es posible abarcarlo todo, seamos prácticos, pero sin olvidar lo sustancial!). 
• Grupos flexibles. Para personalizar no es necesario individualizar todo el tiempo la instrucción. Es posible configurar grupos flexibles, donde a veces toda la clase está junta o en grupos pequeños, parejas o de manera individual. Las combinaciones de agrupamientos son esenciales para la diferenciación de actividades. 
• Evaluación continua. Está íntimamente vinculada a la instrucción. Es un proceso continuo que sirve de diagnóstico y su propósito es proporcionar día a día información sobre el avance de los alumnos en sus áreas. Es importante emplear herramientas para poder hacer un diagnóstico y conocer las características y las necesidades de sus estudiantes.

Luego, para personalizar podemos intervenir en la modificación de los elementos curriculares:  los contenidos, los procesos y los productos.

• El contenido es aquello que quiere que sus alumnos aprendan, así como los materiales o mecanismos que van a utilizar. 
• El proceso hace referencia a las actividades diseñadas para hacer que sus estudiantes usen sus habilidades básicas, dando sentido a las ideas esenciales.
• El producto es la evidencia o el vehículo a través del cual cada estudiante demuestra lo aprendido. 

Finalmente, es importante considerar ciertas características esenciales de los aprendices: 

• La aptitud es la destreza para registrar una habilidad o un conocimiento concreto. Los estudiantes tienen capacidades diversas y en función de si van a requerir un tipo de ayuda o no. 
• Los intereses se relacionan con la curiosidad, afinidad o pasión de cada persona por un tema o una habilidad determinada. Un estudiante puede mostrar una inclinación mayor por la música, por la escritura o por los deportes.
• El perfil del aprendizaje se relaciona con el modo en el que adquiere y asimila la información, puede estar influenciado por sus preferencias de género, cultura o estilo propio a la hora estudiar. Algunos alumnos necesitan estar solos y otros en colectivos.

Los profesores podemos adaptar uno más de los elementos curriculares —el contenido, el proceso o el producto— basándonos en una o más características del estudiante y en cualquier momento de una unidad de aprendizaje. Sin embargo, no es imprescindible modificar todos los elementos al mismo tiempo ni de todas las maneras posibles. A lo largo de una jornada escolar, en muchos momentos, se emplea una instrucción clásica con toda la clase a la vez. La personalización se introduce cuando es necesario. En ciertos momentos se modifica un elemento curricular; por ejemplo, cuando estamos convencidos de que esa alteración aumenta la posibilidad que el alumno comprenda las habilidades esenciales.

Ahora, observa algunas prácticas realizadas por las escuelas que diferencian su oferta educativa:

• Diagnostican la aptitud de sus estudiantes a través de distintos medios. 
• Consideran las características, las necesidades y los estilos de aprendizaje de los alumnos a la hora de diseñar sus sesiones.  
• Interpretan los indicios que da el alumnado acerca de sus intereses y preferencias en materia de aprendizaje.
• Anticipan posibles dificultades y necesidades de los alumnos y crean los andamiajes y apoyos necesarios para que puedan asumir las tareas que se les proponen. 
• Hacen participar a sus estudiantes mediante preguntas dirigidas a promover niveles diferentes de razonamiento.
• Crean una diversidad de maneras en las que los estudiantes puedan explorar e «internalizar» ideas. Abren distintos canales para que estos puedan expresar y ampliar sus conocimientos.
• Aceptan que todas estas maneras, aunque distintas, tienen el mismo valor. 
• Ajustan sus expectativas en función de las necesidades de los diferentes estudiantes. 
• Evalúan a sus alumnos teniendo en cuenta sus diferencias individuales. 

¿Qué otras prácticas incorporas al momento de personalizar el aprendizaje de tus estudiantes?

Comparte tus ideas y experiencias en la comunidad de Educared.

Sobre el lugar: 

Ica, Lima (Perú). Ubicación

Producción y edición: Lea Sulmont

Música original: Adriel Calvelo

2023

Referencias:

Tomlinson, C. & Cercadillo, P. (2008). El aula diversificada: dar respuestas a las necesidades de todos los estudiantes (1.^a ed.). Octaedro.