“El hombre triunfa cuando logra transformar sus peores problemas en sus mejores oportunidades”Entrevista a Jaime Huerta Peralta. Arquitecto y emprendedor social. "En este mes de la educación inclusiva, una de las primeras reflexiones que me vienen a la mente son las causadas por las declaraciones, no hace muchos días, de un alto funcionario del Gobierno que mencionó que menos del 10% de los niños con discapacidad en edad escolar asisten al colegio. Pienso que esto debe ser más complicado en el área rural que en las ciudades, por todas las barreras físicas que deben sortear para llegar al colegio y dentro del mismo las dificultades de accesibilidad a la infraestructura arquitectónica, por la falta de rampas, falta de aulas y servicios higiénicos adecuados, etc. y a la infraestructura educativa por la falta de docentes capacitados, así como de los materiales educativos necesarios para cada discapacidad. Mi encuentro con la discapacidad se dio a causa de un accidente vehicular ocurrido hace 26 años y que me produjo una paraplejia, por lo cual debo usar una silla de ruedas para mis desplazamientos. Hasta ese momento, como muchas personas era un poco indiferente a la temática de la discapacidad y mi conocimiento más cercano era por un pariente que tenía una discapacidad producida por una distrofia muscular, al que visitábamos de vez en cuando y tratábamos de apoyar cuando se nos solicitaba. Sin embargo, desde que ingresé al “mundo de la discapacidad”, porque realmente es otro mundo, me vi enfrentado a una sociedad discriminatoria y a un entorno que no estaba de ninguna manera preparado para las personas con discapacidad. A lo largo de estos años he incursionado en la docencia, por más de 14 años y creo que mi presencia en las Universidades ha marcado una diferencia ya que mis alumnos pudieron conocer el tema de la discapacidad desde una perspectiva diferente, puesto que no sólo recibieron conocimientos sino también experiencia de vida. Igualmente he participado en muchos proyectos a favor de las personas con discapacidad y me precio de que la labor que hemos realizado, junto con otros activistas, haya servido para propiciar los cambios que se vienen dando en nuestra sociedad, tal vez en forma lenta pero segura. Tuve la oportunidad por 8 años,  de ser Funcionario en la Municipalidad de San Isidro donde encontramos la buena voluntad de las autoridades y en ese período ayudamos a transformar el distrito en un ejemplo de accesibilidad para Lima, al punto que en el año 2009 la Corporación Edil ganó el Premio Iberoamericano a la  Accesibilidad Municipal. En la actualidad soy Presidente de 2 ONG’s, Help Them Hope, dedicada a dar becas de estudio a jóvenes con discapacidad y a capacitar y liderar un movimiento de Vida Independiente, B2D (Bussiness to Disabled) cuyo objetivo actual es insertar laboralmente a personas con discapacidad y soy además miembro del directorio de la Fundación para el Desarrollo Solidario (Fundades), institución que realiza desde hace más de 20 años proyectos en diversos campos de la discapacidad y la rehabilitación. Por supuesto todas estas actividades como la mayoría de las de capacitación que realizo, son “ad honorem”. Participo activamente en el movimiento de las personas con discapacidad, como arquitecto me especializo en el campo de la Accesibilidad, y cotidianamente dicto conferencias, charlas y talleres en este tema, así como temas de empleo y discapacidad en general, tanto en el país como en el extranjero. He escrito varias publicaciones sobre el tema de la discapacidad y la accesibilidad, que han sido presentados en el país y en el extranjero.   ¿Cómo ha cambiado a través del tiempo la mirada de la sociedad al tema de la discapacidad? Durante las últimas décadas hemos asistido a un importante cambio en la concepción de la discapacidad. Los planteamientos tradicionales, centrados en la asistencia y en la recuperación de las capacidades funcionales, han ido siendo sustituidos por otros que destacan mucho más la identificación y la eliminación de los diversos obstáculos a la igualdad de oportunidades y a la plena participación de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la vida. Se ha abierto paso el convencimiento de que, si se modifica la forma en que están organizadas nuestras sociedades, es posible reducir considerablemente e incluso eliminar los obstáculos a los que se enfrentan cada día las personas con discapacidad y muchos otros grupos vulnerables, para llevar una vida independiente y plena. Este proceso de cambio conceptual ha surgido de la tensión entre dos modelos o formas diferentes de entender la discapacidad, los denominados modelos médico y social. El modelo médico o rehabilitador enfoca las consecuencias de la discapacidad como un problema “personal”, causado directamente por una enfermedad, un traumatismo o cualquier otra alteración de la salud, que requiere asistencia médica y rehabilitadora en forma de un tratamiento individualizado, prestado por profesionales. En este modelo, el manejo de las consecuencias de la enfermedad está dirigido a facilitar la adaptación de la persona a su nueva situación. En el ámbito político, la respuesta fundamental desde este modelo al reto que plantea la discapacidad sería la modificación y reforma de la política de atención a la salud. El modelo social y de derechos, por su parte, enfoca la cuestión desde el punto de vista de la integración de las personas con discapacidad en la sociedad, considerando que la discapacidad no es un atributo de la persona, sino un complejo conjunto de condiciones, muchas de las cuales están originadas o agravadas por el entorno social. Por consiguiente la solución exige la acción social, y la sociedad tiene la responsabilidad colectiva de realizar las modificaciones necesarias en el entorno para facilitar la plena participación, en todas las esferas de la vida social, de las personas con discapacidad. En el nivel político, esta responsabilidad se configura como una cuestión de derechos humanos. ¿Qué le ha llamado más la atención de estos cambios y cómo los ha vivido?  Para que los cambios sean posibles, la primera de las tareas de una administración pública debe ser dotar a su sociedad de marcos jurídicos y normas eficaces que permitan avanzar en la supresión de barreras que hagan posible la accesibilidad en todos los aspectos de la vida cotidiana. Sin embargo, por sí solas estas medidas no son nada. Para poder llevarlas a cabo, para hacerlas realidad necesitamos de la implicación de todos los ciudadanos. Tenemos instrumentos legales que cubren todos los aspectos relacionados con la discapacidad, pero desafortunadamente, la mayoría de estos no se cumplen. Este es uno de nuestros clamores principales, si las leyes se cumplieran la situación sería muy diferente. Lógicamente, para poder comenzar a resolver los problemas, se requieren recursos, en presupuestos específicos para discapacidad, totalmente transparentes y no escondidos dentro de los presupuestos institucionales. Existe una reformulación al Plan de Igualdad de Oportunidades, con un horizonte de 10 años, ya aprobado por el Ejecutivo pero según la forma en que ha sido aprobado, creo que servirá más como un manual de buenos deseos que como un instrumento guía.  ¿Y sobre la educación?   Según los conceptos de UNESCO, la educación inclusiva y de calidad se basa en el derecho de todos los alumnos a recibir una educación de calidad que satisfaga sus necesidades básicas de aprendizaje y enriquezca sus vidas siendo su objetivo final terminar con todas las modalidades de discriminación y fomentar la cohesión social. La educación inclusiva no debe ser una estrategia gubernamental para encajar personas en los sistemas y estructuras existentes de la sociedad, sino que debe consistir en acciones positivas para transformar esos sistemas y estructuras de forma de hacerlos mejores para todos. Estos cambios metodológicos y organizativos deben ser hechos para satisfacer las necesidades de estudiantes con capacidades específicas y deben asimismo considerar las barreras del entorno a fin de dar posibilidad a alumnos con diferentes discapacidades para interactuar con los demás alumnos en igualdad de condiciones. La eliminación de barreras de actitud y arquitectónicas debe servir de estímulo para mejorar la socialización. En el caso de la educación especial, la considero necesaria como la forma de educación para aquellos con discapacidad severa o multidiscapacidad que no alcanzan, o que es imposible que alcancen, debido a su discapacidad, a través de las acciones educativas normales, los niveles educativos, sociales y otros que sean adecuados para su edad, y cuyo objeto es lograr su progreso hacia esos niveles. La educación especial debe ser impartida por profesores con la debida capacitación para la atención de este alumnado. Igualmente, además de las condiciones de accesibilidad a la infraestructura física, que deben tener las escuelas, también es necesario que cuenten con los elementos de educación apropiados para cada una de las discapacidades (material en braille, intérpretes de señas, rehabilitadores, etc.) Sobre su experiencia personal: ¿qué ha aprendido en el camino?  Creo que el hecho de haber adquirido la discapacidad siendo ya un profesional ha permitido que no me falte el trabajo y siempre he podido solventar mi vida en base a mi propio esfuerzo, teniendo en consideración que nuestros gastos se ven notablemente incrementados por la discapacidad y que a veces hacen necesario tener a nuestro lado alguien que nos ayude a hacer lo que no podemos hacer solos. Por supuesto hay muchas personas que me han apoyado, sobre todo mi familia y mi asistente personal, cuya ayuda ha sido básica para mi supervivencia. Esto me ha servido para desarrollar una forma de vida basada en el lema de que: “El hombre triunfa cuando logra transformar sus peores problemas en sus mejores oportunidades”. ¿Qué nos falta por aprender como sociedad y qué deben hacer las personas con discapacidad para alcanzar sus metas?  Creo que estamos en el momento de que podemos establecer que la discapacidad es un producto de las limitaciones de la persona, en relación con su ambiente, es decir, no se es una persona con discapacidad por tener un diagnóstico médico o estar sentado en una silla de ruedas, sino porque la sociedad no brinda las adecuaciones o apoyos necesarios para actuar en igualdad de condiciones que los demás que no tienen discapacidad. Por estas razones tengo el convencimiento que nos estamos acercando al momento en que la sociedad mirará a las personas por su capacidad y no por su discapacidad, es decir por lo que tienen y no por lo que les falta. Igualmente las personas están aprendiendo a desarrollar una conciencia que le permita ponerse en los zapatos del otro y darse cuenta que su derecho termina donde comienza el derecho de los demás. Igualmente en términos de accesibilidad a todas las actividades de la vida, vamos aprendiendo que “lo que es bueno para las personas con discapacidad, es bueno para todos”. ¿Quisiera compartir alguna reflexión final? Durante mucho tiempo las decisiones relacionadas con la discapacidad han sido tomadas por médicos o funcionarios que a veces no tenían ningún conocimiento o un conocimiento muy limitado sobre la discapacidad y los problemas que ésta conlleva. En la actualidad hemos logrado contar con representantes en los diversos poderes del Estado y niveles del Gobierno, lo que ha permitido, por ejemplo, desarrollar una nueva Ley General de las Personas con Discapacidad, que llena muchos vacíos y que sobre todo asume plenamente el nuevo enfoque social y de derechos como se establece en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que el Estado ha ratificado con lo cual debe asumir todos sus compromisos, de manera de hacer realidad el lema del movimiento de Vida Independiente que dice :  “Nada para nosotros, sin nosotros”.

“El hombre triunfa cuando logra transformar sus peores problemas en sus mejores oportunidades”

Autor: EDUCARED admin Publicado: octubre 22, 2013

Entrevista a Jaime Huerta Peralta. Arquitecto y emprendedor social.

“En este mes de la educación inclusiva, una de las primeras reflexiones que me vienen a la mente son las causadas por las declaraciones, no hace muchos días, de un alto funcionario del Gobierno que mencionó que menos del 10% de los niños con discapacidad en edad escolar asisten al colegio.

Pienso que esto debe ser más complicado en el área rural que en las ciudades, por todas las barreras físicas que deben sortear para llegar al colegio y dentro del mismo las dificultades de accesibilidad a la infraestructura arquitectónica, por la falta de rampas, falta de aulas y servicios higiénicos adecuados, etc. y a la infraestructura educativa por la falta de docentes capacitados, así como de los materiales educativos necesarios para cada discapacidad.

Mi encuentro con la discapacidad se dio a causa de un accidente vehicular ocurrido hace 26 años y que me produjo una paraplejia, por lo cual debo usar una silla de ruedas para mis desplazamientos.

Hasta ese momento, como muchas personas era un poco indiferente a la temática de la discapacidad y mi conocimiento más cercano era por un pariente que tenía una discapacidad producida por una distrofia muscular, al que visitábamos de vez en cuando y tratábamos de apoyar cuando se nos solicitaba.

Sin embargo, desde que ingresé al “mundo de la discapacidad”, porque realmente es otro mundo, me vi enfrentado a una sociedad discriminatoria y a un entorno que no estaba de ninguna manera preparado para las personas con discapacidad.

A lo largo de estos años he incursionado en la docencia, por más de 14 años y creo que mi presencia en las Universidades ha marcado una diferencia ya que mis alumnos pudieron conocer el tema de la discapacidad desde una perspectiva diferente, puesto que no sólo recibieron conocimientos sino también experiencia de vida.

Igualmente he participado en muchos proyectos a favor de las personas con discapacidad y me precio de que la labor que hemos realizado, junto con otros activistas, haya servido para propiciar los cambios que se vienen dando en nuestra sociedad, tal vez en forma lenta pero segura.

Tuve la oportunidad por 8 años,  de ser Funcionario en la Municipalidad de San Isidro donde encontramos la buena voluntad de las autoridades y en ese período ayudamos a transformar el distrito en un ejemplo de accesibilidad para Lima, al punto que en el año 2009 la Corporación Edil ganó el Premio Iberoamericano a la  Accesibilidad Municipal.

En la actualidad soy Presidente de 2 ONG’s, Help Them Hope, dedicada a dar becas de estudio a jóvenes con discapacidad y a capacitar y liderar un movimiento de Vida Independiente, B2D (Bussiness to Disabled) cuyo objetivo actual es insertar laboralmente a personas con discapacidad y soy además miembro del directorio de la Fundación para el Desarrollo Solidario (Fundades), institución que realiza desde hace más de 20 años proyectos en diversos campos de la discapacidad y la rehabilitación. Por supuesto todas estas actividades como la mayoría de las de capacitación que realizo, son “ad honorem”.

Participo activamente en el movimiento de las personas con discapacidad, como arquitecto me especializo en el campo de la Accesibilidad, y cotidianamente dicto conferencias, charlas y talleres en este tema, así como temas de empleo y discapacidad en general, tanto en el país como en el extranjero.

He escrito varias publicaciones sobre el tema de la discapacidad y la accesibilidad, que han sido presentados en el país y en el extranjero.  

¿Cómo ha cambiado a través del tiempo la mirada de la sociedad al tema de la discapacidad?

Durante las últimas décadas hemos asistido a un importante cambio en la concepción de la discapacidad. Los planteamientos tradicionales, centrados en la asistencia y en la recuperación de las capacidades funcionales, han ido siendo sustituidos por otros que destacan mucho más la identificación y la eliminación de los diversos obstáculos a la igualdad de oportunidades y a la plena participación de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la vida.

Se ha abierto paso el convencimiento de que, si se modifica la forma en que están organizadas nuestras sociedades, es posible reducir considerablemente e incluso eliminar los obstáculos a los que se enfrentan cada día las personas con discapacidad y muchos otros grupos vulnerables, para llevar una vida independiente y plena.

Este proceso de cambio conceptual ha surgido de la tensión entre dos modelos o formas diferentes de entender la discapacidad, los denominados modelos médico y social.

El modelo médico o rehabilitador enfoca las consecuencias de la discapacidad como un problema “personal”, causado directamente por una enfermedad, un traumatismo o cualquier otra alteración de la salud, que requiere asistencia médica y rehabilitadora en forma de un tratamiento individualizado, prestado por profesionales. En este modelo, el manejo de las consecuencias de la enfermedad está dirigido a facilitar la adaptación de la persona a su nueva situación. En el ámbito político, la respuesta fundamental desde este modelo al reto que plantea la discapacidad sería la modificación y reforma de la política de atención a la salud.

El modelo social y de derechos, por su parte, enfoca la cuestión desde el punto de vista de la integración de las personas con discapacidad en la sociedad, considerando que la discapacidad no es un atributo de la persona, sino un complejo conjunto de condiciones, muchas de las cuales están originadas o agravadas por el entorno social.

Por consiguiente la solución exige la acción social, y la sociedad tiene la responsabilidad colectiva de realizar las modificaciones necesarias en el entorno para facilitar la plena participación, en todas las esferas de la vida social, de las personas con discapacidad. En el nivel político, esta responsabilidad se configura como una cuestión de derechos humanos.

¿Qué le ha llamado más la atención de estos cambios y cómo los ha vivido?

 Para que los cambios sean posibles, la primera de las tareas de una administración pública debe ser dotar a su sociedad de marcos jurídicos y normas eficaces que permitan avanzar en la supresión de barreras que hagan posible la accesibilidad en todos los aspectos de la vida cotidiana.

Sin embargo, por sí solas estas medidas no son nada. Para poder llevarlas a cabo, para hacerlas realidad necesitamos de la implicación de todos los ciudadanos.

Tenemos instrumentos legales que cubren todos los aspectos relacionados con la discapacidad, pero desafortunadamente, la mayoría de estos no se cumplen. Este es uno de nuestros clamores principales, si las leyes se cumplieran la situación sería muy diferente.

Lógicamente, para poder comenzar a resolver los problemas, se requieren recursos, en presupuestos específicos para discapacidad, totalmente transparentes y no escondidos dentro de los presupuestos institucionales.

Existe una reformulación al Plan de Igualdad de Oportunidades, con un horizonte de 10 años, ya aprobado por el Ejecutivo pero según la forma en que ha sido aprobado, creo que servirá más como un manual de buenos deseos que como un instrumento guía.

 ¿Y sobre la educación? 

 Según los conceptos de UNESCO, la educación inclusiva y de calidad se basa en el derecho de todos los alumnos a recibir una educación de calidad que satisfaga sus necesidades básicas de aprendizaje y enriquezca sus vidas siendo su objetivo final terminar con todas las modalidades de discriminación y fomentar la cohesión social.

La educación inclusiva no debe ser una estrategia gubernamental para encajar personas en los sistemas y estructuras existentes de la sociedad, sino que debe consistir en acciones positivas para transformar esos sistemas y estructuras de forma de hacerlos mejores para todos.

Estos cambios metodológicos y organizativos deben ser hechos para satisfacer las necesidades de estudiantes con capacidades específicas y deben asimismo considerar las barreras del entorno a fin de dar posibilidad a alumnos con diferentes discapacidades para interactuar con los demás alumnos en igualdad de condiciones. La eliminación de barreras de actitud y arquitectónicas debe servir de estímulo para mejorar la socialización.

En el caso de la educación especial, la considero necesaria como la forma de educación para aquellos con discapacidad severa o multidiscapacidad que no alcanzan, o que es imposible que alcancen, debido a su discapacidad, a través de las acciones educativas normales, los niveles educativos, sociales y otros que sean adecuados para su edad, y cuyo objeto es lograr su progreso hacia esos niveles.

La educación especial debe ser impartida por profesores con la debida capacitación para la atención de este alumnado.

Igualmente, además de las condiciones de accesibilidad a la infraestructura física, que deben tener las escuelas, también es necesario que cuenten con los elementos de educación apropiados para cada una de las discapacidades (material en braille, intérpretes de señas, rehabilitadores, etc.)

Sobre su experiencia personal: ¿qué ha aprendido en el camino?

 Creo que el hecho de haber adquirido la discapacidad siendo ya un profesional ha permitido que no me falte el trabajo y siempre he podido solventar mi vida en base a mi propio esfuerzo, teniendo en consideración que nuestros gastos se ven notablemente incrementados por la discapacidad y que a veces hacen necesario tener a nuestro lado alguien que nos ayude a hacer lo que no podemos hacer solos. Por supuesto hay muchas personas que me han apoyado, sobre todo mi familia y mi asistente personal, cuya ayuda ha sido básica para mi supervivencia.

Esto me ha servido para desarrollar una forma de vida basada en el lema de que:

“El hombre triunfa cuando logra transformar sus peores problemas en sus mejores oportunidades”.

¿Qué nos falta por aprender como sociedad y qué deben hacer las personas con discapacidad para alcanzar sus metas?

 Creo que estamos en el momento de que podemos establecer que la discapacidad es un producto de las limitaciones de la persona, en relación con su ambiente, es decir, no se es una persona con discapacidad por tener un diagnóstico médico o estar sentado en una silla de ruedas, sino porque la sociedad no brinda las adecuaciones o apoyos necesarios para actuar en igualdad de condiciones que los demás que no tienen discapacidad. Por estas razones tengo el convencimiento que nos estamos acercando al momento en que la sociedad mirará a las personas por su capacidad y no por su discapacidad, es decir por lo que tienen y no por lo que les falta. Igualmente las personas están aprendiendo a desarrollar una conciencia que le permita ponerse en los zapatos del otro y darse cuenta que su derecho termina donde comienza el derecho de los demás.

Igualmente en términos de accesibilidad a todas las actividades de la vida, vamos aprendiendo que “lo que es bueno para las personas con discapacidad, es bueno para todos”.

¿Quisiera compartir alguna reflexión final?

Durante mucho tiempo las decisiones relacionadas con la discapacidad han sido tomadas por médicos o funcionarios que a veces no tenían ningún conocimiento o un conocimiento muy limitado sobre la discapacidad y los problemas que ésta conlleva. En la actualidad hemos logrado contar con representantes en los diversos poderes del Estado y niveles del Gobierno, lo que ha permitido, por ejemplo, desarrollar una nueva Ley General de las Personas con Discapacidad, que llena muchos vacíos y que sobre todo asume plenamente el nuevo enfoque social y de derechos como se establece en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que el Estado ha ratificado con lo cual debe asumir todos sus compromisos, de manera de hacer realidad el lema del movimiento de Vida Independiente que dice :

 “Nada para nosotros, sin nosotros”.

Escribe un comentario

  • Muy buen artículo, quisiera aprovechar para compartir un nuevo portal sobre información de Psicología titulado “Novedades en Psicología” en cual abarca artículos de opinión, noticias y enlaces interesantes de las distintas temáticas de Psicología, escritas con un lenguaje claro y sencillo de forma que sea accesible a todo el público. Realizado y editado por el Dr. Juan Moisés de la Serna.
    En concreto, recientemente acabo de publicar un artículo titulado “¿Por qué no me responden mis músculos?”, que puede verlo en el siguiente enlace:
    http://juanmoisesdelaserna.es/psicologia/por-que-no-me-responden-mis-musculos/

    • Comentarios: 1
    • Valoraciones: 0
           

     

    Publicaciones relacionadas

    Cartilla para familias de estudiantes con Trastorn ...

    Desde Educared, queremos compartir a las familias una guía muy útil elaborada por el Ministerio de Educación en alian ...

    Educación más allá del aula: ¿Cómo atender a ...

    Educación más allá del aula es un conjunto de conversatorios online organizado por Fundación Telefónica y Educared ...

    Educared se une al portal “Aprendo en Casa” de ...

    A través de Fundación Telefónica/Movistar y “la Caixa” Foundation se ha puesto a disposición del Ministerio de E ...