Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año unos 276.000 recién nacidos mueren debido a anomalías congénitas, las cuales pueden ocasionar discapacidades crónicas. Estas tienen un gran impacto no solo en los afectados y sus familias, sino también en los sistemas de salud y la sociedad.

Se calcula que solo en el caso del síndrome de Down, en el mundo se presenta en uno de cada 1.000 recién nacidos vivos.

Para atender a muchos aún no reciben los tratamientos especializados, el Instituto para el Desarrollo Infantil ARIE acaba de inaugurar un nuevo centro de rehabilitación para niños con síndrome de Down, en el distrito de San Juan de Lurigancho.

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“ARIE cumplirá 30 años y desde hace cinco nos pusimos la meta de estar en San Juan de Lurigancho, que es el distrito más grande de Lima con más de un millón de habitantes y cientos de niños que requieren atención”, indica Lucía Claux, presidenta del consejo directivo de ARIE.

La construcción e implementación del nuevo local de San Juan de Lurigancho significó una inversión mayor a los dos millones de dólares. Durante su primer año de funcionamiento, la meta es atender a más de mil niños con síndrome de Down de esta zona de la ciudad.

Este artículo aparació originalmente en El Comercio.