En todos los últimos eventos educativos locales e internacionales se habla sobre la sociedad digital, la 4ta revolución industrial, las plataformas de aprendizaje, la  Inteligencia Artificial, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las competencias STEAM,  los empleos que quedarán obsoletos, la equidad de género, el valor hoy más que nunca de la diversidad.

El currículo nacional actual ha hecho grandes esfuerzos para contemplar varios de estos aspectos en la EBR, pero, ¿qué ocurre en la escuela especial?  Se piensa a corto plazo, ¿sólo en la educación primaria se educa a niños y jóvenes para alcanzar competencias laborales del mundo digital? ¿Las habilidades que se buscan desarrollar son requeridas en la actualidad? ¿Usan tecnología? ¿Desarrollan competencias digitales? ¿Están preparados para interactuar en el mundo virtual? ¿La escuela inclusiva está diseñada para que todos tengan las mismas oportunidades?

He podido observar el trabajo de 3 centros de educación especial en 3 regiones del país muy diferentes entre sí (norte, centro y sur), quienes están incorporando nuevas propuestas, metodologías y tecnologías a su proyecto de centro. Todavía no terminan de diseñar sesiones de clase y prender laptops y tablets, y ya el ecosistema del colegio ha cambiado.

Pero más importante aún, es que es otra la visión a largo plazo para cada niño. Y como no podía ser de otra manera, esto es porque es otra la visión de su maestro. Citando a John Cotton: "Quien se atreve a enseñar, nunca debe dejar de aprender". En plena sociedad digital, el maestro de cualquier modalidad educativa no puede dejar a nadie atrás.