A propósito del conversatorio "¿Cómo transformará la Inteligencia Artificial la educación?" organizado en Trujillo el pasado 24 de mayo, conoce cómo se puede aprovechar mejor, y cómo puede ayudar a desarrollar el juicio crítico de los jóvenes frente a las nuevas tecnologías.
En un mundo cada vez más digital, la educación mediática es una herramienta fundamental para que los estudiantes puedan comprender qué hay detrás de las TIC, así como analizar la información que consumen y producen a diario en la red. Para apoyar esta tarea, hoy en día contamos con tecnologías como ChatGPT, un modelo de lenguaje natural que, bien orientado, puede ayudar a los estudiantes a aprender de manera más eficiente y efectiva. En este artículo, hablaremos sobre algunas de las capacidades de ChatGPT, así como las oportunidades y amenazas que presenta en el ámbito educativo.
Lo que acabas de leer en el párrafo anterior fue escrito por ChatGPT, el bot pre-entrenado para la generación de texto a partir de modelos de lenguaje basados en redes neuronales artificiales del laboratorio estadounidense OpenAI. Si esto te causó un pequeño dolor de cabeza, descuida, aquí te explicaremos paso a paso cómo funciona esta herramienta.
Una inteligencia artificial (IA) describe a un programa o máquina que es capaz de percibir, sintetizar o inferir información de manera autónoma, o semi-autónoma. El desarrollo teórico de estas inteligencias se describe desde la antigüedad, pero es recién en las últimas décadas del siglo XX que esto empieza a hacerse realidad. En años recientes, las aplicaciones de inteligencias artificiales han proliferado y sus capacidades están en constante evolución. El ChatGPT es solo una de ellas, y aunque el revuelo que viene causando en medios es relativamente reciente, empezó a desarrollarse en 2018, pero en noviembre de 2022 fue abierto al público general en una versión gratuita de capacidades limitadas.
Este bot ha sido entrenado previamente, bajo la supervisión constante de investigadores, quienes fueron “alimentando” a cada iteración del programa con cantidades cada vez más grandes de información. Primero fueron 7 mil libros de diferentes géneros (GPT-1), luego 8 millones de documentos de páginas web (GPT-2), pasando después a la totalidad de la Wikipedia en inglés, bases de datos más grandes de libros y más (GPT-3 y 3.5). A la fecha no se ha publicado la información completa de lo que se utilizó para entrenar al actual GPT-4 (el motor de ChatGPT), lo cual nos genera una advertencia por los sesgos propios del proceso, pero ahora es capaz de predecir texto, aprender de lo que “conversa” con humanos, y aceptar imágenes además de texto. Es decir, el el chatbot es capaz de aprender de sus experiencias con cada conversación que suma.
Escucha nuestro episodio sobre este tema: [Snack 3-10] Educación Mediática: Datificación e IA en la educación con Ezequiel Passeron
Aunque sus habilidades en español aún requieren de desarrollo para estar a la par con las que tiene en inglés, sí es capaz de reaccionar con coherencia en nuestro idioma. Preguntémosle directamente:
¿Qué puedes hacer? ¿Cómo nos puedes asistir?
“Como modelo de lenguaje natural, puedo ayudarte a responder preguntas, generar texto y conversar sobre diversos temas. Puedo proporcionarte información y ayudarte a encontrar recursos relevantes sobre cualquier tema, así como proporcionar sugerencias y recomendaciones basadas en la información disponible. En resumen, puedo asistir en cualquier tarea que involucre el procesamiento del lenguaje natural.”
Texto generado a partir de una interacción con ChatGPT.
Además, según sus creadores, puede asistir en la creación de piezas literarias o musicales, revisar código, escribir ensayos, rendir exámenes para diferentes disciplinas, simular conversaciones enteras entre diferentes interlocutores, jugar algunos juegos sencillos, entre otros. No obstante, no siempre es preciso ni la información que brinda es veraz.
GPT puede dar respuestas sesgadas, replicando lo encontrado en algunas de las fuentes que lo alimentan. En esa misma línea, las temáticas en las que ha sido entrenado son limitadas, y esto reduce su capacidad de respuesta precisa. Muchas veces el chatbot recibe “prompts”, o instrucciones, que carecen del contexto necesario para llevarlas a cabo o dar una respuesta correcta. En algunos casos, esta inteligencia artificial, como otras similares, producen texto incoherente o “alucinaciones”, como se les conoce a estos incidentes. Es decir, información inventada pero dispuesta con tal seguridad de que puede hacernos dudar.
¿Cómo se puede aprovechar mejor?
Entregándole instrucciones precisas, con detalles organizados, brindando contexto cuando sea necesario. Usar al bot como si se tratase de un a versión de Google u otro motor de búsqueda no aprovecha sus capacidades, además de que puede traer consigo fallas en la información que brinda.
Aunque la idea de que nuestros estudiantes utilicen estas herramientas para “engañarnos” o hacer “menos esfuerzo” nos aterre, quizás debemos preguntarnos antes ¿cómo podemos prepararlos para estas nuevas tecnologías? Los avances de esta era están aquí para quedarse y es responsabilidad nuestra formar el juicio crítico de jóvenes y niños.
Algunos ejemplos para que los alumnos pueden aprovechar el chatbot en su aprendizaje pueden ser:
En este documento elaborado por la profesora Mariana Ferrarelli hay decenas de ejemplos de “prompts” o instrucciones en ChatGPT que pueden resultar útiles para su uso en la escuela: Compilación de pruebas con ChatGPT y materiales sobre IA en educación (#IaEd)
Recuerda que este bot no es un autor, sino una herramienta. En este enlace (https://publicationethics.org/news/artificial-intelligence-news) puedes encontrar una declaración del Committee On Publication Ethics (COPE) que advierte algunas consideraciones éticas en el uso de ChatGPT. El consenso general es siempre supervisar los textos generados o asistidos por IA.
Y ante todo, no caigamos en alarmismo:
Si te animas a usarlo en clase, ¡comparte con nosotros tu experiencia!
Te sugerimos leer el post "Cómo enfrenta la educación el avance de la inteligencia artificial" en el blog del profesor Hugo Díaz.
A propósito del conversatorio “¿Cómo transformará la Inteligencia Artificial la educación?” organizado en Trujillo el pasado 24 de mayo, conoce cómo se puede aprovechar mejor, y cómo puede ayudar a desarrollar el juicio crítico de los jóvenes frente a las nuevas tecnologías.
En un mundo cada vez más digital, la educación mediática es una herramienta fundamental para que los estudiantes puedan comprender qué hay detrás de las TIC, así como analizar la información que consumen y producen a diario en la red. Para apoyar esta tarea, hoy en día contamos con tecnologías como ChatGPT, un modelo de lenguaje natural que, bien orientado, puede ayudar a los estudiantes a aprender de manera más eficiente y efectiva. En este artículo, hablaremos sobre algunas de las capacidades de ChatGPT, así como las oportunidades y amenazas que presenta en el ámbito educativo.
Lo que acabas de leer en el párrafo anterior fue escrito por ChatGPT, el bot pre-entrenado para la generación de texto a partir de modelos de lenguaje basados en redes neuronales artificiales del laboratorio estadounidense OpenAI. Si esto te causó un pequeño dolor de cabeza, descuida, aquí te explicaremos paso a paso cómo funciona esta herramienta.
Una inteligencia artificial (IA) describe a un programa o máquina que es capaz de percibir, sintetizar o inferir información de manera autónoma, o semi-autónoma. El desarrollo teórico de estas inteligencias se describe desde la antigüedad, pero es recién en las últimas décadas del siglo XX que esto empieza a hacerse realidad. En años recientes, las aplicaciones de inteligencias artificiales han proliferado y sus capacidades están en constante evolución. El ChatGPT es solo una de ellas, y aunque el revuelo que viene causando en medios es relativamente reciente, empezó a desarrollarse en 2018, pero en noviembre de 2022 fue abierto al público general en una versión gratuita de capacidades limitadas.
Este bot ha sido entrenado previamente, bajo la supervisión constante de investigadores, quienes fueron “alimentando” a cada iteración del programa con cantidades cada vez más grandes de información. Primero fueron 7 mil libros de diferentes géneros (GPT-1), luego 8 millones de documentos de páginas web (GPT-2), pasando después a la totalidad de la Wikipedia en inglés, bases de datos más grandes de libros y más (GPT-3 y 3.5). A la fecha no se ha publicado la información completa de lo que se utilizó para entrenar al actual GPT-4 (el motor de ChatGPT), lo cual nos genera una advertencia por los sesgos propios del proceso, pero ahora es capaz de predecir texto, aprender de lo que “conversa” con humanos, y aceptar imágenes además de texto. Es decir, el el chatbot es capaz de aprender de sus experiencias con cada conversación que suma.
Escucha nuestro episodio sobre este tema: [Snack 3-10] Educación Mediática: Datificación e IA en la educación con Ezequiel Passeron
Aunque sus habilidades en español aún requieren de desarrollo para estar a la par con las que tiene en inglés, sí es capaz de reaccionar con coherencia en nuestro idioma. Preguntémosle directamente:
¿Qué puedes hacer? ¿Cómo nos puedes asistir?
“Como modelo de lenguaje natural, puedo ayudarte a responder preguntas, generar texto y conversar sobre diversos temas. Puedo proporcionarte información y ayudarte a encontrar recursos relevantes sobre cualquier tema, así como proporcionar sugerencias y recomendaciones basadas en la información disponible. En resumen, puedo asistir en cualquier tarea que involucre el procesamiento del lenguaje natural.”
Texto generado a partir de una interacción con ChatGPT.
Además, según sus creadores, puede asistir en la creación de piezas literarias o musicales, revisar código, escribir ensayos, rendir exámenes para diferentes disciplinas, simular conversaciones enteras entre diferentes interlocutores, jugar algunos juegos sencillos, entre otros. No obstante, no siempre es preciso ni la información que brinda es veraz.
GPT puede dar respuestas sesgadas, replicando lo encontrado en algunas de las fuentes que lo alimentan. En esa misma línea, las temáticas en las que ha sido entrenado son limitadas, y esto reduce su capacidad de respuesta precisa. Muchas veces el chatbot recibe “prompts”, o instrucciones, que carecen del contexto necesario para llevarlas a cabo o dar una respuesta correcta. En algunos casos, esta inteligencia artificial, como otras similares, producen texto incoherente o “alucinaciones”, como se les conoce a estos incidentes. Es decir, información inventada pero dispuesta con tal seguridad de que puede hacernos dudar.
¿Cómo se puede aprovechar mejor?
Entregándole instrucciones precisas, con detalles organizados, brindando contexto cuando sea necesario. Usar al bot como si se tratase de un a versión de Google u otro motor de búsqueda no aprovecha sus capacidades, además de que puede traer consigo fallas en la información que brinda.
Aunque la idea de que nuestros estudiantes utilicen estas herramientas para “engañarnos” o hacer “menos esfuerzo” nos aterre, quizás debemos preguntarnos antes ¿cómo podemos prepararlos para estas nuevas tecnologías? Los avances de esta era están aquí para quedarse y es responsabilidad nuestra formar el juicio crítico de jóvenes y niños.
Algunos ejemplos para que los alumnos pueden aprovechar el chatbot en su aprendizaje pueden ser:
En este documento elaborado por la profesora Mariana Ferrarelli hay decenas de ejemplos de “prompts” o instrucciones en ChatGPT que pueden resultar útiles para su uso en la escuela: Compilación de pruebas con ChatGPT y materiales sobre IA en educación (#IaEd)
Recuerda que este bot no es un autor, sino una herramienta. En este enlace (https://publicationethics.org/news/artificial-intelligence-news) puedes encontrar una declaración del Committee On Publication Ethics (COPE) que advierte algunas consideraciones éticas en el uso de ChatGPT. El consenso general es siempre supervisar los textos generados o asistidos por IA.
Y ante todo, no caigamos en alarmismo:
Si te animas a usarlo en clase, ¡comparte con nosotros tu experiencia!
Te sugerimos leer el post “Cómo enfrenta la educación el avance de la inteligencia artificial” en el blog del profesor Hugo Díaz.
Debe Registrarse o Iniciar sesión para publicar un comentario.
Desde Educared, queremos compartir a las familias una guía muy útil elaborada por el Ministerio de Educación en alian ...
Educación más allá del aula es un conjunto de conversatorios online organizado por Fundación Telefónica y Educared ...
A través de Fundación Telefónica/Movistar y “la Caixa” Foundation se ha puesto a disposición del Ministerio de E ...
Muy interesante la información
BUENA
Se tiene que enfrentar en la educación el avance de la inteligencia artificial siendo parte de ello como docentes de aula nos tenemos que involucrar ante el avance de la tecnología digital para así ver resultados en nuestros estudiantes.
Para mayor facilidad en las respuestas de las evaluaciones de los estudiantes utilizando el chatbots.
La tecnología va avanzando y necesitamos aplicar en nuestras aulas invertidas con la finalidad de seguir creciendo en el aprendizaje.
Excelente información para compartir con otros docentes y aplicarlo gradualmente con nuestros estudiantes. ¡Gracias!