Universidad en cifras

La Universidad sigue siendo el mayor atractivo para los estudiantes que egresan de la secundaria. Doce de cada 100 matriculados en el sistema educativo cursan sus estudios, poco más del doble de los que van a instituciones de educación superior no universitaria. Es verdad que el país necesita más técnicos, pero a esa oferta educativa le resulta difícil competir en un mercado donde la percepción mayoritaria de la población es que un título universitario da acceso a una mejor perspectiva profesional que uno técnico y en donde la variedad de costos de enseñanza universitaria da para todo bolsillo, inclusive para jóvenes de los niveles socioeconómicos más bajos.  

Según la SUNEDU, a diciembre del 2022 se habían licenciado 95 universidades (47 públicas y 48 privadas, incluidas dos escuelas de postgrado). De este total, 41 prestan servicios en el departamento de Lima. Si el número de universidades se compara con las que funcionaban en el año 2014 se constatará que no se habían creado siete de las universidades públicas que ahora funcionan y que hay 43 universidades privadas menos. Sin embargo, estos cambios en el número de instituciones no han impactado casi en la composición de la matrícula según tipo de gestión ya que la participación privada en el total disminuyó solo dos puntos. Actualmente, tres de cada cuatro estudiantes se forman en universidades privadas y más de la mitad en universidades privadas con régimen societario.

Para este informe INIDEN ha seleccionado las cinco universidades públicas y las cinco privadas con mayor matrícula. Como se aprecia en la Tabla 1, esas universidades públicas representan un tercio de la matrícula universitaria pública, en tanto las cinco privadas casi se acercan al 60 por ciento del total privado. Además, existen diferencias en cuanto a cantidad de estudiantes que atienden: mientras en el año 2021 las cinco universidades públicas tuvieron una matrícula que fluctuó entre los 14 mil y 33 mil estudiantes, en las cinco privadas la matrícula estuvo entre los 53 mil y 153 mil estudiantes. La Universidad César Vallejo tiene casi cinco veces más de estudiantes que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

¿Seguirá la participación de la matrícula privada en aumento?. Al comparar las matrículas de los años 2014 y 2021 de tres de las cinco universidades públicas seleccionadas se encuentra que registran crecimientos negativos, siendo el mayor el de la Universidad Federico Villarreal que en el año 2021 tuvo 9 462 estudiantes menos. La Universidad San Antonio de Abad incrementó su matrícula en 1 417 estudiantes y la Universidad Mayor de San Marcos en 1 108. Diferente es el caso de las cinco universidades privadas que en total incrementaron su oferta cerca de 300 mil estudiantes. Los mayores incrementos se dieron en la Universidad Tecnológica del Perú y la Universidad Privada del Norte con más de 106 mil y 75 mil estudiantes, respectivamente.

Habrá que seguir explorando las razones por las que la oferta universitaria pública no crece a un mayor ritmo no obstante su carácter gratuito. Entre algunas que estarían incidiendo están: (i) el Informe Bienal de la SUNEDU 2021 indica que la admisión en el Pregrado está directamente vinculada a la demanda de postulantes, siendo las universidades públicas seis veces más selectivas que las privadas; (ii) según la encuesta Bumeran (2022), el 44,5 por ciento de los jóvenes universitarios que estudian y trabajan ha ido en aumento y en parte lo hacen para financiar su formación e ir adquiriendo experiencia para una mejor inserción laboral; y (iii) la capacidad para aumentar el número de ingresantes a las universidades públicas es limitada al comprobarse que entre los años 2014 y 2022 la participación del presupuesto de las universidades públicas en el presupuesto del sector educación descendió de 12,6 por ciento al 10,3 por ciento, a lo que se suma que el 14 por ciento del presupuesto del 2022 no fue ejecutado. La mayor dificultad de gasto está en infraestructura y equipamiento en donde no se ejecutó un tercio del monto asignado (Consulta Amigable del MEF).

Oferta territorial. De acuerdo con los datos de la SUNEDU, en el período 2022-II, uno de cada cuatro universitarios estudiaba en un lugar diferente al de su nacimiento registrándose la tasa más alta en Madre de Dios con 44 por ciento. En los departamentos de Moquegua, Arequipa, Ucayali Lambayeque y Junín las tasas varían entre el 37 por ciento al 31 por ciento. En buena medida, estudiar fuera del lugar de nacimiento tiene sustento en el fuerte centralismo de la oferta universitaria. En el año 2022 de cada cien programas de formación que ofrecían las universidades peruanas, más de la mitad estaban en Lima. Seguían en la estadística La Libertad y Arequipa que no llegaban al siete por ciento en cada caso.

La estadística no siempre permite distinguir la matrícula en Pregrado y la de las diversas opciones del Posgrado, tanto en diplomados o grados académicos como en modalidades formativas, sean presenciales, híbridas o virtuales. No obstante se ha encontrado que de cada 100 programas, 45 corresponden al Pregrado, 23 a Segunda Especialización, 27 a Maestría y 5 a Doctorado (Ver Tabla 2).

La oferta de programas semipresenciales y a distancia está limitada por ahora a las universidades con mayor infraestructura y desarrollo tecnológico y, en especial, para la formación en Posgrado. Muy pocas lo hacen en Pregrado como una estrategia para ir expandiendo su cobertura de matrícula en otros contextos territoriales. Algunas apuestan por la expansión de esas modalidades formativas pero sin dejar de mantener la enseñanza presencial como la principal oferta. La mayoría va con cautela, entre otras razones, por no reunir las capacidades técnicas y logísticas para hacerlo y porque los rezagos de la pandemia de la COVID-19 persisten en el estado emocional de muchos estudiantes por lo que es recomendable fortalecer los espacios de socialización al interior de la universidad.recían las universidades peruanas, 53 estaban en Lima. Seguían en la estadística La Libertad y Arequipa que no llegaban al siete por ciento en cada caso.

Por ahora, los procesos de transformación de esta enseñanza no están definidos con claridad suficiente y la educación semipresencial o la híbrida suponen un desafío metodológico complejo y costoso. Aclarar las formas cómo se irá produciendo la transformación será el principal desafío de la universidad peruana.

Indicadores de género. Si bien hay un progreso notable en la presencia de la mujer en la matricula universitaria en porcentajes similares a los de los varones, aun dicha presencia es minoritaria en carreras profesionales como Ingeniería, Matemática, Arquitectura. SUNEDU presenta un indicador en su boletín “La Educación Superior Universitaria 2020-2022” al identificar las tres carreras con más estudiantes varones y las tres con más estudiantes mujeres. Por cada 100 mujeres matriculadas hay 1 481 varones en la carrera de electricidad y energía; 1 362 en la carrera de Mecánica y Metalurgia y 1 267 en la carrera de Electricidad y Automatización. Porcentajes menores pero significativos se producen en la mayoría de las carreras de Ingeniería. Donde la presencia femenina es notoriamente mayor es en las carreras de Educación Inicial, Educación Especial y Obstetricia: por cada 100 mujeres matriculadas hay uno, dos y cinco varones, respectivamente.

Eficiencia académica. Desde hace varias décadas se conoce que la deserción de los estudiantes de la educación superior se produce principalmente en el primer año, bajando en intensidad a medida que se avanza en formación. La SUNEDU ha procesado información sobre la tasa de interrupción temprana de estudios según el tipo de gestión encontrando que, si bien las universidades privadas societarias atienen el mayor número de estudiantes, son también las que mayor tasa de interrupción de estudios registran en el primer y segundo año de estudios: para el semestre 2022-II/2022/1 alcanza el 16,3 por ciento; casi el doble que en las asociativas y cuatro veces más que en las públicas.

Universo docente

La estadística de SUNEDU revela que en el año 2022 existían 61 100 puestos docentes en las universidades peruanas; 2 600 menos de los que existían dos años antes. La caída mayor se da en las universidades públicas, que en esos años vieron disminuir en 8 mil la cantidad de sus docentes; le siguen las universidades privadas asociativas que los redujeron en 600. No sucedió lo mismo con las privadas societarias que incrementaron su planilla docente en 6 100 puestos. Es otro indicador que induce a comprobar que el mayor dinamismo en el crecimiento de la universidad peruana está en las privadas societarias. Lo que sorprende es la caída del número de docentes de la universidad pública si se tiene en cuenta que entre los años 2020 y 2022 su matrícula se elevó en casi un cuarto de millón de estudiantes y que no obstante ello, registra la menor cantidad promedio de estudiantes por docente: 14,3, mientras en las universidades privadas asociativas esa relación es de 15,7 y en las societarias de 21,6.

La SUNEDU también ha podido recoger información sobre la formación académica de los docentes universitarios.De acuerdo con la misma, 84,2 por ciento de los docentes cuenta con Maestría o Doctorado. Los docentes que cursaron esos estudios en universidades extranjeras alcanzan el 14 por ciento y los que los hicieron en el Top 100 del Academic Ranking of World Universities 2022 solo llegan al 7,5 por ciento. Los docentes que aún no tienen esos grados tienen un plazo hasta noviembre de 2023 para obtenerlo, de acuerdo a la Ley Nº 31364.  

Conclusiones

Analizar la Universidad Peruana en sus cifras no es una tarea sencilla. La constante a lo largo de varias décadas ha sido la falta de información oportuna y más amplia sobre sus principales variables. A los órganos rectores de esta enseñanza les ha costado mucho hacer que muchas de las universidades informen periódicamente las estadísticas de su oferta. Con la creación de la SUNEDU se dieron algunos avances que están en proceso de perfeccionarse. Se ha creado el Sistema de Información Universitaria (SIU) y la plataforma informática TUNI.PE con el propósito de poner a disposición de los ciudadanos información relevante sobre la educación superior universitaria. Previamente se puso a disposición del público el portal Ponte en Carrera que ofrece información sobre carreras y costos de enseñanza. Para el año 2022 ya se cuentan con datos públicos de la formación en Pregrado, no así de los del Posgrado; tampoco los de las modalidades del servicio, sean presenciales, semipresenciales o virtuales. Es urgente avanzar en la mejora del sistema de información si se quiere apoyar la toma de decisiones no solo en cuanto a la oferta universitaria sino también en sus relaciones con el mercado de trabajo, la educación a lo largo de la vida, las relaciones con el resto del sistema educativo, entre otras.

Surgen varias interrogantes acerca del futuro de crecimiento de la oferta universitaria. Una de ellas es si la oferta pública seguirá reduciéndose. Es un riesgo que se podría correr de no hacerse mayores esfuerzos para modernizarla y mejorar la calidad de su gestión. La apuesta debe ser por contar con universidades públicas reconocidas internacionalmente por su alta calidad ya que son un factor determinante de equidad. De otro lado, la universidad tiene aún mucho espacio para crecer, lo que no debe significar el desplazamiento de la prioridad que debe tener la formación técnico profesional. La actualización o reconversión profesional es todavía un campo poco desarrollado que debe atender.

Universidad en cifras

Autor: Hugo Diaz Publicado: septiembre 1, 2023

La Universidad sigue siendo el mayor atractivo para los estudiantes que egresan de la secundaria. Doce de cada 100 matriculados en el sistema educativo cursan sus estudios, poco más del doble de los que van a instituciones de educación superior no universitaria. Es verdad que el país necesita más técnicos, pero a esa oferta educativa le resulta difícil competir en un mercado donde la percepción mayoritaria de la población es que un título universitario da acceso a una mejor perspectiva profesional que uno técnico y en donde la variedad de costos de enseñanza universitaria da para todo bolsillo, inclusive para jóvenes de los niveles socioeconómicos más bajos.  

Según la SUNEDU, a diciembre del 2022 se habían licenciado 95 universidades (47 públicas y 48 privadas, incluidas dos escuelas de postgrado). De este total, 41 prestan servicios en el departamento de Lima. Si el número de universidades se compara con las que funcionaban en el año 2014 se constatará que no se habían creado siete de las universidades públicas que ahora funcionan y que hay 43 universidades privadas menos. Sin embargo, estos cambios en el número de instituciones no han impactado casi en la composición de la matrícula según tipo de gestión ya que la participación privada en el total disminuyó solo dos puntos. Actualmente, tres de cada cuatro estudiantes se forman en universidades privadas y más de la mitad en universidades privadas con régimen societario.

Para este informe INIDEN ha seleccionado las cinco universidades públicas y las cinco privadas con mayor matrícula. Como se aprecia en la Tabla 1, esas universidades públicas representan un tercio de la matrícula universitaria pública, en tanto las cinco privadas casi se acercan al 60 por ciento del total privado. Además, existen diferencias en cuanto a cantidad de estudiantes que atienden: mientras en el año 2021 las cinco universidades públicas tuvieron una matrícula que fluctuó entre los 14 mil y 33 mil estudiantes, en las cinco privadas la matrícula estuvo entre los 53 mil y 153 mil estudiantes. La Universidad César Vallejo tiene casi cinco veces más de estudiantes que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

¿Seguirá la participación de la matrícula privada en aumento?. Al comparar las matrículas de los años 2014 y 2021 de tres de las cinco universidades públicas seleccionadas se encuentra que registran crecimientos negativos, siendo el mayor el de la Universidad Federico Villarreal que en el año 2021 tuvo 9 462 estudiantes menos. La Universidad San Antonio de Abad incrementó su matrícula en 1 417 estudiantes y la Universidad Mayor de San Marcos en 1 108. Diferente es el caso de las cinco universidades privadas que en total incrementaron su oferta cerca de 300 mil estudiantes. Los mayores incrementos se dieron en la Universidad Tecnológica del Perú y la Universidad Privada del Norte con más de 106 mil y 75 mil estudiantes, respectivamente.

Habrá que seguir explorando las razones por las que la oferta universitaria pública no crece a un mayor ritmo no obstante su carácter gratuito. Entre algunas que estarían incidiendo están: (i) el Informe Bienal de la SUNEDU 2021 indica que la admisión en el Pregrado está directamente vinculada a la demanda de postulantes, siendo las universidades públicas seis veces más selectivas que las privadas; (ii) según la encuesta Bumeran (2022), el 44,5 por ciento de los jóvenes universitarios que estudian y trabajan ha ido en aumento y en parte lo hacen para financiar su formación e ir adquiriendo experiencia para una mejor inserción laboral; y (iii) la capacidad para aumentar el número de ingresantes a las universidades públicas es limitada al comprobarse que entre los años 2014 y 2022 la participación del presupuesto de las universidades públicas en el presupuesto del sector educación descendió de 12,6 por ciento al 10,3 por ciento, a lo que se suma que el 14 por ciento del presupuesto del 2022 no fue ejecutado. La mayor dificultad de gasto está en infraestructura y equipamiento en donde no se ejecutó un tercio del monto asignado (Consulta Amigable del MEF).

Oferta territorial. De acuerdo con los datos de la SUNEDU, en el período 2022-II, uno de cada cuatro universitarios estudiaba en un lugar diferente al de su nacimiento registrándose la tasa más alta en Madre de Dios con 44 por ciento. En los departamentos de Moquegua, Arequipa, Ucayali Lambayeque y Junín las tasas varían entre el 37 por ciento al 31 por ciento. En buena medida, estudiar fuera del lugar de nacimiento tiene sustento en el fuerte centralismo de la oferta universitaria. En el año 2022 de cada cien programas de formación que ofrecían las universidades peruanas, más de la mitad estaban en Lima. Seguían en la estadística La Libertad y Arequipa que no llegaban al siete por ciento en cada caso.

La estadística no siempre permite distinguir la matrícula en Pregrado y la de las diversas opciones del Posgrado, tanto en diplomados o grados académicos como en modalidades formativas, sean presenciales, híbridas o virtuales. No obstante se ha encontrado que de cada 100 programas, 45 corresponden al Pregrado, 23 a Segunda Especialización, 27 a Maestría y 5 a Doctorado (Ver Tabla 2).

La oferta de programas semipresenciales y a distancia está limitada por ahora a las universidades con mayor infraestructura y desarrollo tecnológico y, en especial, para la formación en Posgrado. Muy pocas lo hacen en Pregrado como una estrategia para ir expandiendo su cobertura de matrícula en otros contextos territoriales. Algunas apuestan por la expansión de esas modalidades formativas pero sin dejar de mantener la enseñanza presencial como la principal oferta. La mayoría va con cautela, entre otras razones, por no reunir las capacidades técnicas y logísticas para hacerlo y porque los rezagos de la pandemia de la COVID-19 persisten en el estado emocional de muchos estudiantes por lo que es recomendable fortalecer los espacios de socialización al interior de la universidad.recían las universidades peruanas, 53 estaban en Lima. Seguían en la estadística La Libertad y Arequipa que no llegaban al siete por ciento en cada caso.

Por ahora, los procesos de transformación de esta enseñanza no están definidos con claridad suficiente y la educación semipresencial o la híbrida suponen un desafío metodológico complejo y costoso. Aclarar las formas cómo se irá produciendo la transformación será el principal desafío de la universidad peruana.

Indicadores de género. Si bien hay un progreso notable en la presencia de la mujer en la matricula universitaria en porcentajes similares a los de los varones, aun dicha presencia es minoritaria en carreras profesionales como Ingeniería, Matemática, Arquitectura. SUNEDU presenta un indicador en su boletín “La Educación Superior Universitaria 2020-2022” al identificar las tres carreras con más estudiantes varones y las tres con más estudiantes mujeres. Por cada 100 mujeres matriculadas hay 1 481 varones en la carrera de electricidad y energía; 1 362 en la carrera de Mecánica y Metalurgia y 1 267 en la carrera de Electricidad y Automatización. Porcentajes menores pero significativos se producen en la mayoría de las carreras de Ingeniería. Donde la presencia femenina es notoriamente mayor es en las carreras de Educación Inicial, Educación Especial y Obstetricia: por cada 100 mujeres matriculadas hay uno, dos y cinco varones, respectivamente.

Eficiencia académica. Desde hace varias décadas se conoce que la deserción de los estudiantes de la educación superior se produce principalmente en el primer año, bajando en intensidad a medida que se avanza en formación. La SUNEDU ha procesado información sobre la tasa de interrupción temprana de estudios según el tipo de gestión encontrando que, si bien las universidades privadas societarias atienen el mayor número de estudiantes, son también las que mayor tasa de interrupción de estudios registran en el primer y segundo año de estudios: para el semestre 2022-II/2022/1 alcanza el 16,3 por ciento; casi el doble que en las asociativas y cuatro veces más que en las públicas.

Universo docente

La estadística de SUNEDU revela que en el año 2022 existían 61 100 puestos docentes en las universidades peruanas; 2 600 menos de los que existían dos años antes. La caída mayor se da en las universidades públicas, que en esos años vieron disminuir en 8 mil la cantidad de sus docentes; le siguen las universidades privadas asociativas que los redujeron en 600. No sucedió lo mismo con las privadas societarias que incrementaron su planilla docente en 6 100 puestos. Es otro indicador que induce a comprobar que el mayor dinamismo en el crecimiento de la universidad peruana está en las privadas societarias. Lo que sorprende es la caída del número de docentes de la universidad pública si se tiene en cuenta que entre los años 2020 y 2022 su matrícula se elevó en casi un cuarto de millón de estudiantes y que no obstante ello, registra la menor cantidad promedio de estudiantes por docente: 14,3, mientras en las universidades privadas asociativas esa relación es de 15,7 y en las societarias de 21,6.

La SUNEDU también ha podido recoger información sobre la formación académica de los docentes universitarios.De acuerdo con la misma, 84,2 por ciento de los docentes cuenta con Maestría o Doctorado. Los docentes que cursaron esos estudios en universidades extranjeras alcanzan el 14 por ciento y los que los hicieron en el Top 100 del Academic Ranking of World Universities 2022 solo llegan al 7,5 por ciento. Los docentes que aún no tienen esos grados tienen un plazo hasta noviembre de 2023 para obtenerlo, de acuerdo a la Ley Nº 31364.  

Conclusiones

Analizar la Universidad Peruana en sus cifras no es una tarea sencilla. La constante a lo largo de varias décadas ha sido la falta de información oportuna y más amplia sobre sus principales variables. A los órganos rectores de esta enseñanza les ha costado mucho hacer que muchas de las universidades informen periódicamente las estadísticas de su oferta. Con la creación de la SUNEDU se dieron algunos avances que están en proceso de perfeccionarse. Se ha creado el Sistema de Información Universitaria (SIU) y la plataforma informática TUNI.PE con el propósito de poner a disposición de los ciudadanos información relevante sobre la educación superior universitaria. Previamente se puso a disposición del público el portal Ponte en Carrera que ofrece información sobre carreras y costos de enseñanza. Para el año 2022 ya se cuentan con datos públicos de la formación en Pregrado, no así de los del Posgrado; tampoco los de las modalidades del servicio, sean presenciales, semipresenciales o virtuales. Es urgente avanzar en la mejora del sistema de información si se quiere apoyar la toma de decisiones no solo en cuanto a la oferta universitaria sino también en sus relaciones con el mercado de trabajo, la educación a lo largo de la vida, las relaciones con el resto del sistema educativo, entre otras.

Surgen varias interrogantes acerca del futuro de crecimiento de la oferta universitaria. Una de ellas es si la oferta pública seguirá reduciéndose. Es un riesgo que se podría correr de no hacerse mayores esfuerzos para modernizarla y mejorar la calidad de su gestión. La apuesta debe ser por contar con universidades públicas reconocidas internacionalmente por su alta calidad ya que son un factor determinante de equidad. De otro lado, la universidad tiene aún mucho espacio para crecer, lo que no debe significar el desplazamiento de la prioridad que debe tener la formación técnico profesional. La actualización o reconversión profesional es todavía un campo poco desarrollado que debe atender.

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