50 años de Fe y AlegríaEste 2016 Fe y Alegría cumple cincuenta años de exitosa presencia en el Perú, trabajando a favor de la educación de la niñez y juventud pobre. Su conocido lema: “Ahí donde termina el asfalto surge un colegio de Fe y Alegría” lo viene cumpliendo actualmente en ochenta instituciones educativas ubicadas en veinte regiones del país en las modalidades de educación inicial, primaria, secundaria, básica alternativa, técnico productiva y básica especial, tanto en sus formas escolarizadas como no escolarizadas. Atiende en total a más de 89,500 estudiantes. Durante este medio siglo de vida Fe y Alegría apostó por un movimiento de educación pública popular llegando a zonas urbano marginales y rurales muy pobres. Combina una educación científico humanista con una sólida formación integral en valores y para el trabajo. Son varios los factores que intervienen en el éxito de Fe y Alegría, entre ellos los siguientes: la mística que impregna a su profesorado, su alianza muy fuerte con la comunidad, el papel orientador que su Oficina Central, y la amplia libertad que tienen sus centros educativos para crear e innovar. Es precisamente esa libertad de creación e innovación que tienen sus los colegios lo que los ha llevado a desarrollar múltiples iniciativas que son de amplio reconocimiento, tanto regional como nacional, y hacer realidad otra frase que repetía sin cansancio el Padre Jesús Herrero, su desaparecido ex Director: “Los pobres también tienen derecho a recibir una educación de calidad”. Entre los innumerables recuerdos que se tienen sobre esta organización está la experiencia realizada en su colegio Nº 43 de Zapallal, cuando era dirigido por el hermano Paul Mc Auley, que llegó a exportar artesanía producida por sus estudiantes a las tiendas Harrod´s de Londres. Igualmente, la experiencia en su institución Nº 58 de Jicamarca, dirigido por la Hermana Patricia Mc Laughlin Traynor, cuyo método para lograr el hábito denla lectura llevó a su escuela a los primeros lugares en la evaluación censal de estudiantes de segundo grado de primaria. Un incentivo tan sencillo y económico, como obsequiar una pulserita por cada libro leído llevó a que los niños, desde los primeros grados, alcancen estándares comparables a los de países de mayor desarrollo. Otro aspecto importante de la obra educativa fue su incursión en la educación rural que se produjo a partir de 1995. Inicialmente comenzó en la provincia de Quispicanchi (Cusco), y luego, en 1997, en el área de influencia del proyecto de desarrollo integral Iquitos-Nauta (Loreto) y en Malingas, distrito de Tambogrande (Piura). Actualmente, se han sumado tres nuevas zonas de trabajo en Acobamba, Moro y Pucallpa, sumando un total de 161 escuelas y 11,828 alumnos. El modelo seguido por Fe y Alegría de organización de redes de escuelas rurales, en su mayoría unidocentes y multigrado, ha sido luego adoptado por el ministerio de Educación. En las redes se busca ofrecer una educación que valore la cultura local y el medio ambiente; con materiales educativos adecuados a la realidad cultural local; desarrollar en los docentes y alumnos el interés por investigar permanentemente su realidad y asegurar las condiciones mínimas de salubridad. Cada red rural tiene un coordinador y un equipo de profesores que brindan asesoría pedagógica y capacitación a cada una de las escuelas. El personal de la coordinación es financiado con los aportes del Estado y las donaciones que recibe Fe y Alegría. Hay que anotar que la cada vez más difícil obtención de donaciones es un riesgo permanente que podría superarse si el Estado asumiera una mayor responsabilidad en el pago de ese personal. Fe y Alegría también tiene presencia en la educación superior tecnológica con institutos en Iquitos, Trujillo y Virú en La Libertad, Cajamarca, Santa María de Nieva en Amazonas, Pampa Cangallo en Ayacucho y en Villa El Salvador y San Juan de Miraflores en Lima. Iniden tuvo la ocasión de conocer hace pocos años la experiencia del tecnológico agropecuario de Virú, en donde la relación instituto-empresa es muy fuerte. Los planes de formación están concebidos para que los egresados no tengan ninguna dificultad de adaptarse plenamente a los empleos que desempeñarán, a la vez que reciben una sólida formación en valores. La mayor parte del tiempo de formación de los futuros profesiones se hace en el campo y la presencia de las empresas es permanente en las investigaciones conjuntas que permiten mejorar la calidad de la siembra, producción y cosecha de los productos. Además, existe un fondo que permite financiar el desarrollo de actividades productivas de los institutos a través de préstamos que se hacen al inicio del año y se devuelven al final. La garantía del fondo prestado está en la seguridad de que toda la producción se coloca en el mercado, inclusive antes de realizarse la cosecha. Es una muestra, también, de la imagen de credibilidad que han alcanzado los institutos en las localidades donde operan. Dos programas no menos importantes desarrollados por Fe y Alegría son: el de educación básica alternativa y educación básica especial. En el primero, se atienden aproximadamente a 1,100 participantes, entre jóvenes y adultos que no tuvieron la posibilidad de estudiar o culminar su educación básica. A ellos, que provienen generalmente de centros de rehabilitación y penitenciarios, de las  fuerzas armadas o son personas con necesidades educativas especiales, se les ofrece formación a distancia en Lima, Ica, Chimbote e Iquitos a través de Radio, MP3, Internet, grupos de estudio,  entre otros. De lo que trata el programa es demostrar es que existe una vía alternativa, más efectiva para este tipo de población, que busca una formación más atractiva y flexible respecto de los tradicionales programas para jóvenes y adultos dados a través de las escuelas primarias y secundarias nocturnas, y que se caracterizan porque se realizan con programas poco flexibles y que son formas parecidas al modelo que se sigue en la educación básica regular. Es clave el énfasis en lo laboral y en la formación de la persona. En cuanto a la educación básica especial, la tarea realizada por Fe y Alegría consiste básicamente en contribuir con las políticas de inclusión, procurando la integración efectiva, en aulas regulares, de  alumnos con capacidades diferenciadas  y con bajos niveles del desarrollo de sus funciones básicas. Las acciones de sensibilización en toda la comunidad educativa sobre esta situación, bien encaminadas, terminan beneficiando no solamente al niño inclusivo sino a todo el grupo de estudiantes de la sección en donde también pueden encontrarse “niños normales” con dificultades. Es crucial, en este caso, que los profesores reciban la capacitación debida, no aislar al alumno incluido del resto de sus compañeros y asegurar las normas relativas al número de estudiantes por clase. Futuro de Fe y Alegría Luego de cincuenta años de existencia, Fe y Alegría es una organización consolidada que deberá seguir trabajando en las líneas de acción que ha establecido a lo largo de estas décadas; es decir, hay que seguir aportando por una educación pública popular, el apoyo a la población que vive en zonas rurales y a la formación técnica. Además, mantener en sus instituciones el buen clima de trabajo, que los profesores se sientan parte de un proyecto por el que vale la pena aportar y para ello disponen de facilidades para actualizarse, investigar, innovar. Además, no cabe duda, la comunidad de Fe y Alegría es consciente que sus desafíos no han terminado sino que hay que explorar otras metas que vayan respondiendo a nuevos tiempos cargados de tecnología, explosión del conocimiento, renovación de los procesos productivos y de los empleos y nuevos problemas por resolver. La aspiración de todo sistema educativo que se precie de excelencia, y Fe y Alegría se encuentra en ese grupo, es que todos sus estudiantes aprendan con estándares elevados, universales y con una enseñanza personalizada que desarrolle lo mejor de sus talentos. Esa aspiración implica asegurar la transferencia de competencias y capacidades como el aprender a aprender, pensar complejamente, trabajar en equipo y en un contexto de mucha tecnología digital que, entre otras, permitirán a sus estudiantes vivir en una sociedad en constante mutación. No es una aspiración fácil. Habrá que continuar trabajando sin descanso en la selección y reclutamiento de docentes con alto nivel de conocimiento profesional; en conservar la fortaleza de la gestión de Fe y Alegría, especialmente favoreciendo la sana y eficaz relación horizontal entre colegas docentes y con los padres de familia, el trabajo en equipo e interdisciplinario; asimismo, la rendición de cuentas, no solo a la administración pública sino principalmente a los padres, estudiantes y comunidad. En el futuro, la vida para para la población de menos recursos no dejará de ser difícil. La experiencia muestra que las posibilidades de ascenso social y laboral de esas personas podrían lograrse solo si tienen acceso a servicios de calidad como los que ofrece Fe y Alegría. De allí que sería conveniente que la organización explore la posibilidad de incursionar o de ampliar la cobertura de programas como los siguientes:
  1. Transferencia de algunas de las buenas prácticas a la escuela pública. No es posible transferir todo el modelo de Fe y Alegría a la escuela pública pero sí algunas de sus prácticas. El ministerio de Educación debería ampliar los alcances del convenio que tiene firmado, facilitar los presupuestos necesarios y comprometer la participación de la organización en acciones de mejora del clima escolar, trabajo con la comunidad, formación laboral, organización de redes rurales, entre otras.
  2. Segunda oportunidad para los que no concluyeron la básica. Debemos recordar que los mayores de 14 años que no concluyeron su educación secundaria superan los 4.8 millones, los que tienen primaria incompleta los dos millones y los que no saben leer ni escribir 1.3 millones. No contar con una educación básica mínima para ellos conllevaría el riesgo de que queden marginados del mundo del empleo, ahora cargado de mucha tecnología.
  3. Formación profesional temprana, en la secundaria. No para todos los estudiantes, sino para aquellos que la secundaria puede ser la única aspiración que tienen como nivel de educación alcanzado.
  4. Formación de emprendedores frente al futuro mundo laboral. El empleo será escaso, especialmente para la población de menores recursos, por lo que el desarrollo de capacidades de emprendimiento resulta vital.
  5. Alianzas con el sector privado para formación en competencias específicas. Difícilmente el sistema educativo podrá seguir de cerca el adelanto tecnológico de los sectores productivos. Las escuelas podrán ofrecer el desarrollo de muchas competencias y capacidades a sus estudiantes, pero para algunas más específicas la contribución del sector empresarial privado resulta fundamental. Fe y Alegría puede conseguirlo. Ellas además podrían colaborar en la identificación y logro de estándares de formación superiores, no solo cognitivos, interpersonales sino también de aprendizaje continuo.
  6. Eficaz sistema de información sobre la marcha de los programas y de monitoreo de necesidades de mercado y demanda de competencias. En el futuro la información se convierte en una herramienta clave para la toma de decisiones sobre política educativa e institucional, para el monitoreo de los programas y para identificar nuevos retos.
Ver link: Fe y Alegrçia ¿Qué es? http://www.feyalegria.org.pe/assets/brochure_espanol.pdf

50 años de Fe y Alegría

Autor: Hugo Diaz Publicado: julio 8, 2016

Este 2016 Fe y Alegría cumple cincuenta años de exitosa presencia en el Perú, trabajando a favor de la educación de la niñez y juventud pobre. Su conocido lema: “Ahí donde termina el asfalto surge un colegio de Fe y Alegría” lo viene cumpliendo actualmente en ochenta instituciones educativas ubicadas en veinte regiones del país en las modalidades de educación inicial, primaria, secundaria, básica alternativa, técnico productiva y básica especial, tanto en sus formas escolarizadas como no escolarizadas. Atiende en total a más de 89,500 estudiantes.

Durante este medio siglo de vida Fe y Alegría apostó por un movimiento de educación pública popular llegando a zonas urbano marginales y rurales muy pobres. Combina una educación científico humanista con una sólida formación integral en valores y para el trabajo. Son varios los factores que intervienen en el éxito de Fe y Alegría, entre ellos los siguientes: la mística que impregna a su profesorado, su alianza muy fuerte con la comunidad, el papel orientador que su Oficina Central, y la amplia libertad que tienen sus centros educativos para crear e innovar.

Es precisamente esa libertad de creación e innovación que tienen sus los colegios lo que los ha llevado a desarrollar múltiples iniciativas que son de amplio reconocimiento, tanto regional como nacional, y hacer realidad otra frase que repetía sin cansancio el Padre Jesús Herrero, su desaparecido ex Director: “Los pobres también tienen derecho a recibir una educación de calidad”.

Entre los innumerables recuerdos que se tienen sobre esta organización está la experiencia realizada en su colegio Nº 43 de Zapallal, cuando era dirigido por el hermano Paul Mc Auley, que llegó a exportar artesanía producida por sus estudiantes a las tiendas Harrod´s de Londres. Igualmente, la experiencia en su institución Nº 58 de Jicamarca, dirigido por la Hermana Patricia Mc Laughlin Traynor, cuyo método para lograr el hábito denla lectura llevó a su escuela a los primeros lugares en la evaluación censal de estudiantes de segundo grado de primaria. Un incentivo tan sencillo y económico, como obsequiar una pulserita por cada libro leído llevó a que los niños, desde los primeros grados, alcancen estándares comparables a los de países de mayor desarrollo.

Otro aspecto importante de la obra educativa fue su incursión en la educación rural que se produjo a partir de 1995. Inicialmente comenzó en la provincia de Quispicanchi (Cusco), y luego, en 1997, en el área de influencia del proyecto de desarrollo integral Iquitos-Nauta (Loreto) y en Malingas, distrito de Tambogrande (Piura). Actualmente, se han sumado tres nuevas zonas de trabajo en Acobamba, Moro y Pucallpa, sumando un total de 161 escuelas y 11,828 alumnos.

El modelo seguido por Fe y Alegría de organización de redes de escuelas rurales, en su mayoría unidocentes y multigrado, ha sido luego adoptado por el ministerio de Educación. En las redes se busca ofrecer una educación que valore la cultura local y el medio ambiente; con materiales educativos adecuados a la realidad cultural local; desarrollar en los docentes y alumnos el interés por investigar permanentemente su realidad y asegurar las condiciones mínimas de salubridad. Cada red rural tiene un coordinador y un equipo de profesores que brindan asesoría pedagógica y capacitación a cada una de las escuelas. El personal de la coordinación es financiado con los aportes del Estado y las donaciones que recibe Fe y Alegría. Hay que anotar que la cada vez más difícil obtención de donaciones es un riesgo permanente que podría superarse si el Estado asumiera una mayor responsabilidad en el pago de ese personal.

Fe y Alegría también tiene presencia en la educación superior tecnológica con institutos en Iquitos, Trujillo y Virú en La Libertad, Cajamarca, Santa María de Nieva en Amazonas, Pampa Cangallo en Ayacucho y en Villa El Salvador y San Juan de Miraflores en Lima. Iniden tuvo la ocasión de conocer hace pocos años la experiencia del tecnológico agropecuario de Virú, en donde la relación instituto-empresa es muy fuerte. Los planes de formación están concebidos para que los egresados no tengan ninguna dificultad de adaptarse plenamente a los empleos que desempeñarán, a la vez que reciben una sólida formación en valores. La mayor parte del tiempo de formación de los futuros profesiones se hace en el campo y la presencia de las empresas es permanente en las investigaciones conjuntas que permiten mejorar la calidad de la siembra, producción y cosecha de los productos. Además, existe un fondo que permite financiar el desarrollo de actividades productivas de los institutos a través de préstamos que se hacen al inicio del año y se devuelven al final. La garantía del fondo prestado está en la seguridad de que toda la producción se coloca en el mercado, inclusive antes de realizarse la cosecha. Es una muestra, también, de la imagen de credibilidad que han alcanzado los institutos en las localidades donde operan.

Dos programas no menos importantes desarrollados por Fe y Alegría son: el de educación básica alternativa y educación básica especial. En el primero, se atienden aproximadamente a 1,100 participantes, entre jóvenes y adultos que no tuvieron la posibilidad de estudiar o culminar su educación básica. A ellos, que provienen generalmente de centros de rehabilitación y penitenciarios, de las  fuerzas armadas o son personas con necesidades educativas especiales, se les ofrece formación a distancia en Lima, Ica, Chimbote e Iquitos a través de Radio, MP3, Internet, grupos de estudio,  entre otros. De lo que trata el programa es demostrar es que existe una vía alternativa, más efectiva para este tipo de población, que busca una formación más atractiva y flexible respecto de los tradicionales programas para jóvenes y adultos dados a través de las escuelas primarias y secundarias nocturnas, y que se caracterizan porque se realizan con programas poco flexibles y que son formas parecidas al modelo que se sigue en la educación básica regular. Es clave el énfasis en lo laboral y en la formación de la persona.

En cuanto a la educación básica especial, la tarea realizada por Fe y Alegría consiste básicamente en contribuir con las políticas de inclusión, procurando la integración efectiva, en aulas regulares, de  alumnos con capacidades diferenciadas  y con bajos niveles del desarrollo de sus funciones básicas. Las acciones de sensibilización en toda la comunidad educativa sobre esta situación, bien encaminadas, terminan beneficiando no solamente al niño inclusivo sino a todo el grupo de estudiantes de la sección en donde también pueden encontrarse “niños normales” con dificultades. Es crucial, en este caso, que los profesores reciban la capacitación debida, no aislar al alumno incluido del resto de sus compañeros y asegurar las normas relativas al número de estudiantes por clase.

Futuro de Fe y Alegría

Luego de cincuenta años de existencia, Fe y Alegría es una organización consolidada que deberá seguir trabajando en las líneas de acción que ha establecido a lo largo de estas décadas; es decir, hay que seguir aportando por una educación pública popular, el apoyo a la población que vive en zonas rurales y a la formación técnica. Además, mantener en sus instituciones el buen clima de trabajo, que los profesores se sientan parte de un proyecto por el que vale la pena aportar y para ello disponen de facilidades para actualizarse, investigar, innovar.

Además, no cabe duda, la comunidad de Fe y Alegría es consciente que sus desafíos no han terminado sino que hay que explorar otras metas que vayan respondiendo a nuevos tiempos cargados de tecnología, explosión del conocimiento, renovación de los procesos productivos y de los empleos y nuevos problemas por resolver.

La aspiración de todo sistema educativo que se precie de excelencia, y Fe y Alegría se encuentra en ese grupo, es que todos sus estudiantes aprendan con estándares elevados, universales y con una enseñanza personalizada que desarrolle lo mejor de sus talentos. Esa aspiración implica asegurar la transferencia de competencias y capacidades como el aprender a aprender, pensar complejamente, trabajar en equipo y en un contexto de mucha tecnología digital que, entre otras, permitirán a sus estudiantes vivir en una sociedad en constante mutación.

No es una aspiración fácil. Habrá que continuar trabajando sin descanso en la selección y reclutamiento de docentes con alto nivel de conocimiento profesional; en conservar la fortaleza de la gestión de Fe y Alegría, especialmente favoreciendo la sana y eficaz relación horizontal entre colegas docentes y con los padres de familia, el trabajo en equipo e interdisciplinario; asimismo, la rendición de cuentas, no solo a la administración pública sino principalmente a los padres, estudiantes y comunidad.

En el futuro, la vida para para la población de menos recursos no dejará de ser difícil. La experiencia muestra que las posibilidades de ascenso social y laboral de esas personas podrían lograrse solo si tienen acceso a servicios de calidad como los que ofrece Fe y Alegría. De allí que sería conveniente que la organización explore la posibilidad de incursionar o de ampliar la cobertura de programas como los siguientes:

  1. Transferencia de algunas de las buenas prácticas a la escuela pública. No es posible transferir todo el modelo de Fe y Alegría a la escuela pública pero sí algunas de sus prácticas. El ministerio de Educación debería ampliar los alcances del convenio que tiene firmado, facilitar los presupuestos necesarios y comprometer la participación de la organización en acciones de mejora del clima escolar, trabajo con la comunidad, formación laboral, organización de redes rurales, entre otras.
  2. Segunda oportunidad para los que no concluyeron la básica. Debemos recordar que los mayores de 14 años que no concluyeron su educación secundaria superan los 4.8 millones, los que tienen primaria incompleta los dos millones y los que no saben leer ni escribir 1.3 millones. No contar con una educación básica mínima para ellos conllevaría el riesgo de que queden marginados del mundo del empleo, ahora cargado de mucha tecnología.
  3. Formación profesional temprana, en la secundaria. No para todos los estudiantes, sino para aquellos que la secundaria puede ser la única aspiración que tienen como nivel de educación alcanzado.
  4. Formación de emprendedores frente al futuro mundo laboral. El empleo será escaso, especialmente para la población de menores recursos, por lo que el desarrollo de capacidades de emprendimiento resulta vital.
  5. Alianzas con el sector privado para formación en competencias específicas. Difícilmente el sistema educativo podrá seguir de cerca el adelanto tecnológico de los sectores productivos. Las escuelas podrán ofrecer el desarrollo de muchas competencias y capacidades a sus estudiantes, pero para algunas más específicas la contribución del sector empresarial privado resulta fundamental. Fe y Alegría puede conseguirlo. Ellas además podrían colaborar en la identificación y logro de estándares de formación superiores, no solo cognitivos, interpersonales sino también de aprendizaje continuo.
  6. Eficaz sistema de información sobre la marcha de los programas y de monitoreo de necesidades de mercado y demanda de competencias. En el futuro la información se convierte en una herramienta clave para la toma de decisiones sobre política educativa e institucional, para el monitoreo de los programas y para identificar nuevos retos.

Ver link: Fe y Alegrçia ¿Qué es?

http://www.feyalegria.org.pe/assets/brochure_espanol.pdf

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  • felicitaciones a los padres jesuitas por la ocupacional delos niños mas necesitados del peru, al mismo tiempo solicito información para la creación de un colegio de fe y alegría en el centro poblado de huacho Chico Huaral, para los hijos de los trabajadores de la agricultura.

  • Felicitaciones a los Padres Jesuitas y sus colaboradores por estos 50 años de aporte a la Educación Peruana. Fe y Alegría es modelo de Educación Publica y nace como necesidad de atender a los pueblos más olvidados de nuestro País, aquellos donde aún no llegaba la Educación pública de calidad. Un agradecimiento especial al recordado y muy querido Padre José María Velaz, quien descansa en Paz y desde el cielo mira su obra, así mismo al padre Jesús Herrero y todos los que pusieron un granito de arena en esta magna obra, quienes nos trajeron esperanza y fe al pueblo Peruano y la oportunidad para los menos favorecidos.

  • Los colegios Fe y alegría llevan distancia a los Nacionales en su capacidad de gestión de sus directores, a una planificación rigurosa que deben cumplir sus docentes y al grado de identificación y compromiso que tienen éstos con el colegio y los estudiantes. Cualidades que los colegios nacionales recién con estos concursos de directores empiezan a orientarse a la calidad educativa.

  • Me sumo a las felicitaciones por la presencia de este proyecto educativo entre nosotros del cual son beneficiarios mis tres hijos actualmente en secundaria y dos en primaria sobretodo por la realidad local en El Agustino que han logrado plasmar la comunidad religiosa que regenta la I.E. Fe y Alegría Nº 39.

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