El desafío de las TIC como herramientas de aprendizaje de los jóvenes y adultos

Por César Picón

En los diálogos sobre la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, realizados por el Consejo Nacional de Educación (CNE) como una de las modalidades de consulta para la elaboración del Proyecto Educativo Nacional 2021-2036 antes de la pandemia, así como en las prácticas educativas con los jóvenes y adultos en lo que va de ella con utilización de una que otra herramienta digital, se perfila  como una de las  bases de política educativa que la EPJA debe hacer uso de la tecnología digital y otras requeridas teniendo en cuenta las particularidades de los territorios regionales y dentro del marco de las propuestas pedagógicas de sus respectivos sistemas territoriales de aprendizaje.

El sentido que se atribuye a las tecnologías aplicadas en las educaciones y aprendizajes de los jóvenes y adultos es que son instrumentos y herramientas, que no reemplazan a la labor docente, pero juegan un papel importante en la ampliación, complementación y actualización de conocimientos y aprendizajes de los participantes en los distintos espacios o ambientes de aprendizaje, incluyendo a quienes realizan aprendizajes autónomos.

La tecnología aplicada a usos educativos para jóvenes y adultos se ha utilizado desde hace mucho tiempo, obviamente, de acuerdo con la evolución del desarrollo científico y tecnológico de la humanidad y del nivel de desarrollo de nuestros países. En los tiempos en que vivimos, signados por la cuarta revolución industrial, no puede dejar de considerarse el uso de la tecnología digital y de sus herramientas cada vez más actualizadas y avanzadas. Sin embargo, es importante advertir que hay mitos, triunfalismos y también prejuicios en relación con las tecnologías digitales. Un mito-que comparto con algunos colegas latinoamericanos- es sobre el “nativo digital”.

A diferencia de los niños que tienen una natural atracción por las herramientas digitales un considerable sector de personas adultas y adultas mayores tiene incertidumbres, miedos, prejuicios y toman distancia de algo que les resulta desconocido y, por tanto, no lo valoran y no siempre tienen oportunidades de prepararse para el manejo de las herramientas digitales.

Con adecuadas estrategias pedagógicas, de sensibilización y con apoyo psicológico estos atrapamientos pueden ser encarados y superados.  El manejo básico de las herramientas digitales básicas no es un aprendizaje complejo, pero requiere de arte pedagógico, paciencia, construcción de humanidad en el uso de las herramientas digitales, de solidaridad intergeneracional que ya se ha evidenciado en estos tiempos del COVID-19.

Se requiere, obviamente, de un personal docente competente para concretar este propósito. Formar a los Formadores de Formadores, con el fin de capacitar a los docentes y sujetos educativos de las diversas unidades operativas de la EPJA, en los distintos espacios de aprendizaje, es uno de los proyectos estratégicos que debe merecer una atención especial. En relación con este propósito, la Fundación Telefónica, por intermedio de Educared, ofrece oportunidades de capacitación digital al personal docente de la educación primaria, pero también se está perfilando la opción de que puedan participar los educadores y educadoras de jóvenes y adultos.

Hay triunfalismos y a veces fundamentalismos en relación con la tecnología digital. No pocos tecnócratas en nuestros países sostienen que es la única y gran solución de la educación del futuro y que se tienen que hacer rupturas para que los aprendizajes abiertos enlatados en las tecnologías, vengan de donde vengan, sean utilizados con los jóvenes y adultos, sin las requeridas contextualizaciones y adecuaciones. Este triunfalismo- que raya en el fundamentalismo tecnológico- tiene que ser cuestionado críticamente.

La tecnología moderna nos brinda instrumentos y herramientas que contribuyen a la ampliación de informaciones y conocimientos; a llevar tales insumos a los lugares alejados, ahí donde no llega la atención de los espacios de aprendizaje con que cuenta el país; a la captación actualizada del avance del patrimonio cognitivo de la humanidad; a la mostración de prácticas y desarrollo de algunas competencias para la formación técnica, así como para la continuidad en la formación profesional; también puede servir para cimentar algunos hábitos sociales saludables y ciertas prácticas; es un instrumento frecuentemente utilizado para el funcionamiento de las redes sociales para usos temáticos diversos, así como para  el aprovechamiento del tiempo libre y de la recreación.

La tecnología, por su naturaleza, es un instrumento que cuenta con múltiples herramientas para distintos usos, uno de los cuales es su contribución a la formación humana, a lo largo de los itinerarios de educaciones y aprendizajes de los sujetos educativos de la EPJA, siempre que sus contenidos estén considerados dentro de propuestas pedagógicas concretas.

No hay tecnologías neutras y tampoco tecnologías que podrán reemplazar totalmente al personal docente en un genuino acto de formación general y específica con un profundo sentido de humanidad, vibración emocional y espiritual, cultivo de las subjetividades de sus sujetos educativos y de sus educadores, vivencia del arte en sus distintas manifestaciones, realización práctica de actitudes positivas y valores, ejercitación plena de la ciudadanía,  comunicación humana mediante sus diferentes lenguajes.

Las principales acciones estratégicas podrían ser, entre otras:  definir el sentido fundamental de las tecnologías, incluyendo a las TIC, en apoyo al desarrollo educativo de los jóvenes y adultos; diseñar una política y su estrategia acerca de los recursos para el aprendizaje, incluyendo el uso intensivo de la tecnología digital, dentro de los planes de desarrollo digital que el Estado impulse en cada una de las regiones del país para el desarrollo educativo de los jóvenes y adultos.

Para el logro del propósito señalado hay que tomar en cuenta la diversidad de situaciones y condiciones de los sujetos educativos de la EPJA, en el nivel nacional y de las particularidades regionales; diseñar y poner en marcha, dentro del marco de una estrategia nacional, estrategias territoriales de humanización de la tecnología en apoyo al desarrollo de la EPJA en sus distintos espacios de aprendizaje; definir y poner en marcha una estrategia de formación inicial y continua digital al personal docente, directivo, técnico y administrativo de todas las modalidades y de todos los espacios de aprendizaje de la EPJA, con énfasis especial en la atención a los adultos y a los adultos mayores; estrategia de capacitación digital a los sujetos educativos de la EPJA y a los docentes, con enfoque territorial, teniendo en cuenta la diversidad de sus situaciones y condiciones, así como de sus habilidades digitales previas.

Ni mitos, triunfalismos ni tampoco prejuicios contra el uso de las TIC para apoyar las educaciones y aprendizajes de los jóvenes y adultos. Así como la tecnología aprovecha los conocimientos científicos generados o en proceso, la EPJA tiene la oportunidad histórica de optimizar el uso de la tecnología digital, contribuyendo a impulsar la política pública de democratización del uso de dicha tecnología para propósitos educativos, así como promoviendo, fomentando y concretando la humanización de la misma y garantizando la calidad de su conectividad. Es un tema que, en la percepción del autor, debe incorporarse a la cuarta generación de Derechos Humanos (Picón, 2020).

Como es de dominio público, el Proyecto “Aula Digital” de la Fundación Telefónica beneficia a las niñas y niños de educación primaria pública en casi todas las regiones del país. En los dos últimos años en dicho proyecto participaron 971,932 estudiantes y 41,299 docentes en el año 2019 y 828,729 estudiantes y 41,299 docentes en el año 2020.

Es una experiencia que debe ser conocida y valorada por el Estado y la sociedad. En forma extensiva, la Fundación Telefónica desde el año 2020 viene auspiciando un proyecto de apoyo digital a la Educación de Jóvenes y Adultos en dos Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA) en la Región de Piura: CEBA de la Red 48 de Fe y Alegría en el área rural y CEBA “Ignacio Sánchez” en el área urbano-marginal. Estos dos CEBA han acumulado interesantes experiencias y lecciones durante la pandemia del COVID-19 en el año 2020, pero este tema será materia del próximo artículo.

El desafío de las TIC como herramientas de aprendizaje de los jóvenes y adultos

Autor: Educared Publicado: marzo 17, 2021

Por César Picón

En los diálogos sobre la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, realizados por el Consejo Nacional de Educación (CNE) como una de las modalidades de consulta para la elaboración del Proyecto Educativo Nacional 2021-2036 antes de la pandemia, así como en las prácticas educativas con los jóvenes y adultos en lo que va de ella con utilización de una que otra herramienta digital, se perfila  como una de las  bases de política educativa que la EPJA debe hacer uso de la tecnología digital y otras requeridas teniendo en cuenta las particularidades de los territorios regionales y dentro del marco de las propuestas pedagógicas de sus respectivos sistemas territoriales de aprendizaje.

El sentido que se atribuye a las tecnologías aplicadas en las educaciones y aprendizajes de los jóvenes y adultos es que son instrumentos y herramientas, que no reemplazan a la labor docente, pero juegan un papel importante en la ampliación, complementación y actualización de conocimientos y aprendizajes de los participantes en los distintos espacios o ambientes de aprendizaje, incluyendo a quienes realizan aprendizajes autónomos.

La tecnología aplicada a usos educativos para jóvenes y adultos se ha utilizado desde hace mucho tiempo, obviamente, de acuerdo con la evolución del desarrollo científico y tecnológico de la humanidad y del nivel de desarrollo de nuestros países. En los tiempos en que vivimos, signados por la cuarta revolución industrial, no puede dejar de considerarse el uso de la tecnología digital y de sus herramientas cada vez más actualizadas y avanzadas. Sin embargo, es importante advertir que hay mitos, triunfalismos y también prejuicios en relación con las tecnologías digitales. Un mito-que comparto con algunos colegas latinoamericanos- es sobre el “nativo digital”.

A diferencia de los niños que tienen una natural atracción por las herramientas digitales un considerable sector de personas adultas y adultas mayores tiene incertidumbres, miedos, prejuicios y toman distancia de algo que les resulta desconocido y, por tanto, no lo valoran y no siempre tienen oportunidades de prepararse para el manejo de las herramientas digitales.

Con adecuadas estrategias pedagógicas, de sensibilización y con apoyo psicológico estos atrapamientos pueden ser encarados y superados.  El manejo básico de las herramientas digitales básicas no es un aprendizaje complejo, pero requiere de arte pedagógico, paciencia, construcción de humanidad en el uso de las herramientas digitales, de solidaridad intergeneracional que ya se ha evidenciado en estos tiempos del COVID-19.

Se requiere, obviamente, de un personal docente competente para concretar este propósito. Formar a los Formadores de Formadores, con el fin de capacitar a los docentes y sujetos educativos de las diversas unidades operativas de la EPJA, en los distintos espacios de aprendizaje, es uno de los proyectos estratégicos que debe merecer una atención especial. En relación con este propósito, la Fundación Telefónica, por intermedio de Educared, ofrece oportunidades de capacitación digital al personal docente de la educación primaria, pero también se está perfilando la opción de que puedan participar los educadores y educadoras de jóvenes y adultos.

Hay triunfalismos y a veces fundamentalismos en relación con la tecnología digital. No pocos tecnócratas en nuestros países sostienen que es la única y gran solución de la educación del futuro y que se tienen que hacer rupturas para que los aprendizajes abiertos enlatados en las tecnologías, vengan de donde vengan, sean utilizados con los jóvenes y adultos, sin las requeridas contextualizaciones y adecuaciones. Este triunfalismo- que raya en el fundamentalismo tecnológico- tiene que ser cuestionado críticamente.

La tecnología moderna nos brinda instrumentos y herramientas que contribuyen a la ampliación de informaciones y conocimientos; a llevar tales insumos a los lugares alejados, ahí donde no llega la atención de los espacios de aprendizaje con que cuenta el país; a la captación actualizada del avance del patrimonio cognitivo de la humanidad; a la mostración de prácticas y desarrollo de algunas competencias para la formación técnica, así como para la continuidad en la formación profesional; también puede servir para cimentar algunos hábitos sociales saludables y ciertas prácticas; es un instrumento frecuentemente utilizado para el funcionamiento de las redes sociales para usos temáticos diversos, así como para  el aprovechamiento del tiempo libre y de la recreación.

La tecnología, por su naturaleza, es un instrumento que cuenta con múltiples herramientas para distintos usos, uno de los cuales es su contribución a la formación humana, a lo largo de los itinerarios de educaciones y aprendizajes de los sujetos educativos de la EPJA, siempre que sus contenidos estén considerados dentro de propuestas pedagógicas concretas.

No hay tecnologías neutras y tampoco tecnologías que podrán reemplazar totalmente al personal docente en un genuino acto de formación general y específica con un profundo sentido de humanidad, vibración emocional y espiritual, cultivo de las subjetividades de sus sujetos educativos y de sus educadores, vivencia del arte en sus distintas manifestaciones, realización práctica de actitudes positivas y valores, ejercitación plena de la ciudadanía,  comunicación humana mediante sus diferentes lenguajes.

Las principales acciones estratégicas podrían ser, entre otras:  definir el sentido fundamental de las tecnologías, incluyendo a las TIC, en apoyo al desarrollo educativo de los jóvenes y adultos; diseñar una política y su estrategia acerca de los recursos para el aprendizaje, incluyendo el uso intensivo de la tecnología digital, dentro de los planes de desarrollo digital que el Estado impulse en cada una de las regiones del país para el desarrollo educativo de los jóvenes y adultos.

Para el logro del propósito señalado hay que tomar en cuenta la diversidad de situaciones y condiciones de los sujetos educativos de la EPJA, en el nivel nacional y de las particularidades regionales; diseñar y poner en marcha, dentro del marco de una estrategia nacional, estrategias territoriales de humanización de la tecnología en apoyo al desarrollo de la EPJA en sus distintos espacios de aprendizaje; definir y poner en marcha una estrategia de formación inicial y continua digital al personal docente, directivo, técnico y administrativo de todas las modalidades y de todos los espacios de aprendizaje de la EPJA, con énfasis especial en la atención a los adultos y a los adultos mayores; estrategia de capacitación digital a los sujetos educativos de la EPJA y a los docentes, con enfoque territorial, teniendo en cuenta la diversidad de sus situaciones y condiciones, así como de sus habilidades digitales previas.

Ni mitos, triunfalismos ni tampoco prejuicios contra el uso de las TIC para apoyar las educaciones y aprendizajes de los jóvenes y adultos. Así como la tecnología aprovecha los conocimientos científicos generados o en proceso, la EPJA tiene la oportunidad histórica de optimizar el uso de la tecnología digital, contribuyendo a impulsar la política pública de democratización del uso de dicha tecnología para propósitos educativos, así como promoviendo, fomentando y concretando la humanización de la misma y garantizando la calidad de su conectividad. Es un tema que, en la percepción del autor, debe incorporarse a la cuarta generación de Derechos Humanos (Picón, 2020).

Como es de dominio público, el Proyecto “Aula Digital” de la Fundación Telefónica beneficia a las niñas y niños de educación primaria pública en casi todas las regiones del país. En los dos últimos años en dicho proyecto participaron 971,932 estudiantes y 41,299 docentes en el año 2019 y 828,729 estudiantes y 41,299 docentes en el año 2020.

Es una experiencia que debe ser conocida y valorada por el Estado y la sociedad. En forma extensiva, la Fundación Telefónica desde el año 2020 viene auspiciando un proyecto de apoyo digital a la Educación de Jóvenes y Adultos en dos Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA) en la Región de Piura: CEBA de la Red 48 de Fe y Alegría en el área rural y CEBA “Ignacio Sánchez” en el área urbano-marginal. Estos dos CEBA han acumulado interesantes experiencias y lecciones durante la pandemia del COVID-19 en el año 2020, pero este tema será materia del próximo artículo.

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