La escuela vuelve a acoger a sus estudiantes luego de un confinamiento que ha durado dos largos años en el Perú. Qué tal si, en este contexto de apertura, persistimos en la idea de una escuela que no sólo acoja a los individuos, sino que también le permita a cada uno desarrollar su potencial.
En este post nos acompaña, desde su residencia en España, el educador peruano Francisco Zariquiey, quien resalta que una clave para repensar la escuela es la gestión de la diversidad.
Me explica, con mucha lógica: «… Si no hay dos seres humanos que aprendan lo mismo de la misma forma y al mismo tiempo, es ridículo que tengamos una organización que junte a 25 seres humanos y pretenda educarlos de la misma forma (…)».
Zariquiey describe —haciendo una analogía con la “Santísima Trinidad”— tres elementos fundamentales para gestionar la diversidad educativa. El primer elemento consiste en crear itinerarios diferenciados de aprendizaje, según los intereses de los estudiantes. El segundo elemento se relaciona con la capacidad de cada estudiante para gestionar su propio proceso de aprendizaje, a través de estos caminos diferenciados. Y el tercer elemento consiste en insertar la autorregulación dentro de un marco de cooperación, en el cual aprendemos de y con los demás.
La autorregulación es uno de los desafíos para gestionar la diversidad. Si bien es un proceso individual, no surge de manera espontánea, requiere de condiciones que permitan su desarrollo, tanto a nivel de la familia como de la organización escolar.
En ese sentido, Zariquiey formula que la escuela debe evitar la parcelación del conocimiento e ir a espacios curriculares más globalizados como, por ejemplo, trabajar por ámbitos curriculares que incluyen contenidos de diversas asignaturas, cosa que ya sucede en España, como nos comenta. En el caso peruano, el Currículo Nacional de Educación Básica (CNEB) se organiza por competencias y áreas curriculares que bien podrían integrarse de manera más sinérgica, dejando la parcelación por cursos. Pero no solo basta eso, sino que es importante crear una dinámica de horarios más flexibles para habilitar bloques, en los cuales se pueda desarrollar actividades que integren contenidos de manera interdisciplinar; por ejemplo, empleando metodologías de aprendizaje basado en proyectos (ABP).
Finalmente, propone que podemos incorporar la codocencia, es decir, tener a varios docentes trabajando juntos con los estudiantes, aunque el grupo de trabajo sea más numeroso. Señala que no existe ningún camino hacia una escuela que funcione mejor sin un trabajo colectivo del profesorado.
Te invito a seguir la entrevista completa en el siguiente video:
Comparto, finalmente, algunas ideas para que la escuela empiece a trabajar en la gestión de la diversidad, desde la confianza:
Tenemos que confiar en los estudiantes, confiar en que podemos integrar el conocimiento y que podemos trabajar en equipo.
¿Crees que tu escuela está avanzando en esta dirección? ¿Te animas a confiar y a trabajar en equipo? Comparte tus experiencias en la comunidad de Educared.
Para conocer más:
Francisco Zariquiey Biondi es maestro de educación primaria, con una amplia experiencia como tutor y profesor en diversos niveles y áreas. Es el director del Colectivo Cinética, desde el que desarrolla una intensa labor en el asesoramiento y la formación a docentes y centros educativos de España e Hispanoamérica, en ámbitos como el aprendizaje cooperativo, los rincones de actividad, las competencias básicas, la gestión de la diversidad, la convivencia, etc.
Colectivo Cinética: Ofrece una biblioteca de recursos de acceso libre que ayudan a los centros y profesores a gestionar la implantación de nuevos modelos y enfoques educativos en sus aulas.
Sobre el lugar:
Madrid (España). Ubicación
Filmación y edición: Lea Sulmont
Referencias:
Zariquiey, Francisco (2016). Cooperar para aprender: Transformar el aula en una red de aprendizaje. Ediciones SM. Ver libro.
Zariquiey, Francisco (2018, 9 a 13 de julio). Cooperar para aprender, aprender a cooperar [Conferencia]. Instituto Español de Tecnologías Educativas & Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
La escuela vuelve a acoger a sus estudiantes luego de un confinamiento que ha durado dos largos años en el Perú. Qué tal si, en este contexto de apertura, persistimos en la idea de una escuela que no sólo acoja a los individuos, sino que también le permita a cada uno desarrollar su potencial.
En este post nos acompaña, desde su residencia en España, el educador peruano Francisco Zariquiey, quien resalta que una clave para repensar la escuela es la gestión de la diversidad.
Me explica, con mucha lógica: «… Si no hay dos seres humanos que aprendan lo mismo de la misma forma y al mismo tiempo, es ridículo que tengamos una organización que junte a 25 seres humanos y pretenda educarlos de la misma forma (…)».
Zariquiey describe —haciendo una analogía con la “Santísima Trinidad”— tres elementos fundamentales para gestionar la diversidad educativa. El primer elemento consiste en crear itinerarios diferenciados de aprendizaje, según los intereses de los estudiantes. El segundo elemento se relaciona con la capacidad de cada estudiante para gestionar su propio proceso de aprendizaje, a través de estos caminos diferenciados. Y el tercer elemento consiste en insertar la autorregulación dentro de un marco de cooperación, en el cual aprendemos de y con los demás.
La autorregulación es uno de los desafíos para gestionar la diversidad. Si bien es un proceso individual, no surge de manera espontánea, requiere de condiciones que permitan su desarrollo, tanto a nivel de la familia como de la organización escolar.
En ese sentido, Zariquiey formula que la escuela debe evitar la parcelación del conocimiento e ir a espacios curriculares más globalizados como, por ejemplo, trabajar por ámbitos curriculares que incluyen contenidos de diversas asignaturas, cosa que ya sucede en España, como nos comenta. En el caso peruano, el Currículo Nacional de Educación Básica (CNEB) se organiza por competencias y áreas curriculares que bien podrían integrarse de manera más sinérgica, dejando la parcelación por cursos. Pero no solo basta eso, sino que es importante crear una dinámica de horarios más flexibles para habilitar bloques, en los cuales se pueda desarrollar actividades que integren contenidos de manera interdisciplinar; por ejemplo, empleando metodologías de aprendizaje basado en proyectos (ABP).
Finalmente, propone que podemos incorporar la codocencia, es decir, tener a varios docentes trabajando juntos con los estudiantes, aunque el grupo de trabajo sea más numeroso. Señala que no existe ningún camino hacia una escuela que funcione mejor sin un trabajo colectivo del profesorado.
Te invito a seguir la entrevista completa en el siguiente video:
Comparto, finalmente, algunas ideas para que la escuela empiece a trabajar en la gestión de la diversidad, desde la confianza:
Tenemos que confiar en los estudiantes, confiar en que podemos integrar el conocimiento y que podemos trabajar en equipo.
¿Crees que tu escuela está avanzando en esta dirección? ¿Te animas a confiar y a trabajar en equipo? Comparte tus experiencias en la comunidad de Educared.
Para conocer más:
Francisco Zariquiey Biondi es maestro de educación primaria, con una amplia experiencia como tutor y profesor en diversos niveles y áreas. Es el director del Colectivo Cinética, desde el que desarrolla una intensa labor en el asesoramiento y la formación a docentes y centros educativos de España e Hispanoamérica, en ámbitos como el aprendizaje cooperativo, los rincones de actividad, las competencias básicas, la gestión de la diversidad, la convivencia, etc.
Colectivo Cinética: Ofrece una biblioteca de recursos de acceso libre que ayudan a los centros y profesores a gestionar la implantación de nuevos modelos y enfoques educativos en sus aulas.
Sobre el lugar:
Madrid (España). Ubicación
Filmación y edición: Lea Sulmont
Referencias:
Zariquiey, Francisco (2016). Cooperar para aprender: Transformar el aula en una red de aprendizaje. Ediciones SM. Ver libro.
Zariquiey, Francisco (2018, 9 a 13 de julio). Cooperar para aprender, aprender a cooperar [Conferencia]. Instituto Español de Tecnologías Educativas & Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
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