Por: Carlos Rivadeneyra Olcese (*) (Fotos: El Comercio y ConcorTv)

La radio está muy cerca de cumplir su primer siglo como medio de comunicación de uso social. Si bien el invento data de finales del siglo 19, pasaron algunos años hasta que su uso empezara a ser extendido en el mundo entero como un medio de difusión de sonidos de personas para personas. Es un medio masivo que no se ha detenido en acumular tecnologías; a pesar de su larga historia hoy podemos escuchar radio en Onda Media o Amplitud Modulada, la tradicional AM, también a la no tan joven Frecuencia Modulada Stereo, la FM; y en la última década han aparecido en el Perú muchas nuevas emisoras que no están ni en AM ni en FM, sino que fluyen por internet, las llamadas Radio On Line.

En internet la radio se ha multiplicado en propuestas que parecen infinitas. Basta ver cómo se junta y enamora con las redes sociales, en algunos casos en difusión en vivo, pero en la mayoría en entregas asíncronas de contenidos sonoros que movilizan la imaginación, la información y sobre todo la emoción de los oyentes. Algunos autores llaman a esto la “radio expandida”, aquella que usa la remediación para seguir creciendo, pero que respeta y cumple con sus características y valores esenciales, a saber es fundamentalmente sonora, algunas ya tienen imágenes pero la materia expresiva por la que se le consume es el sonido.

No podemos olvidar que también se hace radio usando parlantes o bocinas en muchas comunidades urbanas y rurales. No es necesaria una antena para difundir los contenidos, sino que estos salen al aire, literalmente, desde las bocinas a todo volumen, para que los vecinos estén informados del acontecer barrial.

La radio es un medio de comunicación que, a la par de sus avances y cambios tecnológicos, ha podido ofrecer nuevas posibilidades de uso social, desde su masividad con la difusión en antena, o radio hertziana, hasta su actual presencia en internet con muchas posibilidades interactivas y transmediales. La radio sigue siendo un medio de gran adherencia social que ha sabido y sabe refundarse al ritmo de los cambios en la ecología mediática: la versatilidad del medio es tal que la pueden hacer niños y adultos mayores, sólo hace falta hablar y tener algo que decir que sea de importancia para otros.

Los invitamos a experimentar con la radio en la escuela, como hace la Asociación Pukllasunchis en el Cusco, que ha desarrollado sus programas teniendo como protagonistas a los niños en la escuela. En realidad, no se necesitan muchos equipos, sino ganas de comunicar. Así lo han entendido profesores y alumnos de una escuela en Sicuani con el proyecto Radio Ccochacunca, ganador de uno de los concursos de innovación educativa de Fundación Telefónica (en la foto). Estas experiencias confirman que la radio está en la boca, los oídos y el corazón de todos.

(*) Es coordinador del Área Académica de Comunicación para el Desarrollo y profesor del Taller de Podcasting y Radio de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima.