Más allá de Google: ¿seguiremos usando buscadores?

El panorama de la búsqueda de información está cambiando rápidamente, especialmente para las generaciones más jóvenes. Google, que durante mucho tiempo ha sido el rey indiscutible de los motores de búsqueda, ahora enfrenta la competencia de nuevas plataformas como TikTok, Instagram o ChatGPT. Estas plataformas ofrecen a los usuarios formas alternativas de encontrar información, a menudo a través de formatos más dinámicos e interactivos.

En este artículo, ampliamos lo conversado en nuestro más reciente episodio del Podcast de Educación Mediática. Nos preguntamos, ¿qué hay más allá de Google? ¿dónde buscan información los jóvenes ahora? ¿seguimos confiando en Google?, y ¿cómo las IA podrían cambiar este panorama?

Google: más allá de la simple búsqueda

Durante años, Google ha sido la puerta de entrada a la World Wide Web. Ha sido elogiado por su capacidad para indexar y clasificar la vasta cantidad de información disponible en internet. Sin embargo, en los últimos años, han crecido las críticas sobre la forma en que Google presenta esta información. Algunos argumentan que los resultados de búsqueda que presentan no son tan "orgánicos" como solían ser, ya que la empresa prioriza los anuncios pagados (Google Ads) y el contenido patrocinado sobre los resultados más relevantes.

De hecho, en 2023, la Comisión Europea acusó a Google de abuso de posición dominante en el sector de la tecnología publicitaria. Se sospecha que Google favoreció deliberadamente a su plataforma AdX en subastas de anuncios y se propuso como solución la venta de parte de su negocio.

Por otro lado, la integración de la inteligencia artificial (IA) en la búsqueda de Google ha llevado a aún más preguntas sobre la neutralidad y la transparencia de sus resultados. Si bien la IA puede ayudar a mejorar la relevancia y la personalización de los resultados de búsqueda, también puede crear sesgos y amplificar la información errónea.

Además, con la llegada de lenguajes de modelo predicitivo (chatbots de conversaión como ChatGPT) las cosas cambian. No solo tenemos información al alcance con ayuda de un asistente, sino que podemos pedir resúmenes, recomendaciones e ideas creativas de manera rápida.

Sin embargo, mantenerse al día con las últimas herramientas de inteligencia artificial puede resultar confuso. Por ejemplo, en este año Microsoft agregó GPT-4 a su buscador Bing y lo renombró Copilot, OpenAI agregó nuevas capacidades a ChatGPT y lanzó GPT-4o, mientras que Google conectó su propio chatbot Bard en su ecosistema y cambió el nombre a Géminis.

Por otro lado, una alternativa más allá de Google son otros motores de búsqueda como Bing (de Microsotf), Ecosia, DuckDuckGo y Startpage. Estos dos últimos ofrecen a los usuarios alternativas más centradas en la privacidad pues no rastrean el historial de búsqueda de los usuarios ni venden sus datos a los anunciantes.

Esto no significa que Google no sea un buen buscador; sigue siendo el número uno y es difícil de reemplazar. Lo importante es aprender a identificar qué tipo de información estamos consumiendo y diversificar nuestras fuentes.

El auge de las redes sociales y las plataformas de usuarios

Según el mismo Google, la generación Z prefiere en un 40% hacer consultas en Tiktok e Instagram. Se debe a que estas plataformas ofrecen un formato más atractivo y dinámico para consumir información, a menudo a través de videos cortos, infografías y memes. Además, los usuarios pueden evaluar rápidamente un hecho en base a personas que brindan sus opiniones.

Los estudiantes ahora pueden ver un video en YouTube explicando un tema, buscar una opinión sobre el mismo en TikTok o Instagram, y participar en un debate en Reddit o Quora. Por ejemplo, Quora puede permitir a los estudiantes conectarse con expertos en diversos campos y obtener respuestas a sus preguntas de manera directa. Google se queda corto por la falta de interacción y la desconfianza que genera la priorización de la publicidad.

(Foto: Johnny Machette en X).

Las redes sociales ofrecen, como comenta Carlos Scolari, una experiencia de usuario que mantiene enganchado mediante “me gusta”, chats, comentarios, videos o publicaciones. Google está tratando de hacer lo mismo. De hecho, ya lo hace. En un estudio reciente los datos de Estados Unidos y la Unión Europea nos dicen que casi el 30 % de todas las búsquedas en Google se van a plataformas propiedad de Google como YouTube, Google Imágenes, Google Maps, Google Vuelos, Google Hoteles, Google App Store. Con la implementación de IA, Google apunta a dar un resumen inteligente en cuestión de segundos y que así te quedes en su pantalla principal.

Si bien las redes sociales pueden ser útiles para mantenerse informado sobre eventos actuales y tendencias, es importante ser crítico con la información que se encuentra en estas plataformas. La desinformación y el contenido engañoso pueden propagarse rápidamente en las redes sociales, lo que dificulta que los estudiantes distingan entre información confiable y no confiable, además de publicidad. De hecho, en Google, los anuncios son más claros; en TikTok podríamos encontrar a alguien contando su experiencia sobre un hecho sin saber claramente que ha sido pagado para hablar sobre ello.

La alfabetización mediática y en IA: claves para la era digital

Es esencial saber distinguir entre contenido patrocinado y auténtico en plataformas como Google y TikTok. Además, los modelos de lenguaje predictivo estarán cada vez más integrados en nuestras vidas, por lo que es necesario entender cómo funcionan, reconocerlos y manejarlos críticamente para producir con ellos y no solo consumirlos. La ubicuidad de la IA en nuestras vidas hace imprescindible este conocimiento.

A medida que el panorama de la información se vuelve cada vez más complejo, la alfabetización mediática y la alfabetización en IA se vuelven cada vez más importantes. La alfabetización mediática implica la capacidad de evaluar críticamente la información de diversas fuentes, mientras que la alfabetización en IA implica comprender cómo funciona la IA y cómo se utiliza en diferentes contextos.

Algunas preguntas que nos podemos hacer al momento de buscar información en redes son: ¿Quién creó este contenido? ¿Cuáles son sus intereses o motivaciones? ¿Qué perspectiva se presenta? También es importante considerar el contexto. Las redes sociales a menudo presentan información de manera fragmentada y sin tener en cuenta qué la rodea. Los estudiantes deben ser capaces de evaluar la información en el contexto en que se presenta, considerando la fuente, la fecha y otros factores como la interacción del contenido con posibles auspiciadores, antecedentes relacionados y demás.

Fuente: New York Times.

Sobre la IA, es importante comprender que esta no es una entidad mágica, sino un conjunto de algoritmos y sistemas creados por humanos. Es fundamental que los estudiantes comprendan los principios básicos de cómo funciona así como cuestionar sus resultados. Por ejemplo, ¿quién creó o desarrolló esta IA específica? ¿Con qué tipo de datos se entrenó esta IA? ¿Qué sesgos o limitaciones potenciales podrían existir?

Podemos seguir entrenándonos en diferenciar texto o imágenes generados por humanos o IA. Pueden entrar a este link y probar sus habilidades de identificación.

Más allá de Google: ¿seguiremos usando buscadores?

Autor: Julio César Mateus Publicado: septiembre 2, 2024

El panorama de la búsqueda de información está cambiando rápidamente, especialmente para las generaciones más jóvenes. Google, que durante mucho tiempo ha sido el rey indiscutible de los motores de búsqueda, ahora enfrenta la competencia de nuevas plataformas como TikTok, Instagram o ChatGPT. Estas plataformas ofrecen a los usuarios formas alternativas de encontrar información, a menudo a través de formatos más dinámicos e interactivos.

En este artículo, ampliamos lo conversado en nuestro más reciente episodio del Podcast de Educación Mediática. Nos preguntamos, ¿qué hay más allá de Google? ¿dónde buscan información los jóvenes ahora? ¿seguimos confiando en Google?, y ¿cómo las IA podrían cambiar este panorama?

Google: más allá de la simple búsqueda

Durante años, Google ha sido la puerta de entrada a la World Wide Web. Ha sido elogiado por su capacidad para indexar y clasificar la vasta cantidad de información disponible en internet. Sin embargo, en los últimos años, han crecido las críticas sobre la forma en que Google presenta esta información. Algunos argumentan que los resultados de búsqueda que presentan no son tan “orgánicos” como solían ser, ya que la empresa prioriza los anuncios pagados (Google Ads) y el contenido patrocinado sobre los resultados más relevantes.

De hecho, en 2023, la Comisión Europea acusó a Google de abuso de posición dominante en el sector de la tecnología publicitaria. Se sospecha que Google favoreció deliberadamente a su plataforma AdX en subastas de anuncios y se propuso como solución la venta de parte de su negocio.

Por otro lado, la integración de la inteligencia artificial (IA) en la búsqueda de Google ha llevado a aún más preguntas sobre la neutralidad y la transparencia de sus resultados. Si bien la IA puede ayudar a mejorar la relevancia y la personalización de los resultados de búsqueda, también puede crear sesgos y amplificar la información errónea.

Además, con la llegada de lenguajes de modelo predicitivo (chatbots de conversaión como ChatGPT) las cosas cambian. No solo tenemos información al alcance con ayuda de un asistente, sino que podemos pedir resúmenes, recomendaciones e ideas creativas de manera rápida.

Sin embargo, mantenerse al día con las últimas herramientas de inteligencia artificial puede resultar confuso. Por ejemplo, en este año Microsoft agregó GPT-4 a su buscador Bing y lo renombró Copilot, OpenAI agregó nuevas capacidades a ChatGPT y lanzó GPT-4o, mientras que Google conectó su propio chatbot Bard en su ecosistema y cambió el nombre a Géminis.

Por otro lado, una alternativa más allá de Google son otros motores de búsqueda como Bing (de Microsotf), Ecosia, DuckDuckGo y Startpage. Estos dos últimos ofrecen a los usuarios alternativas más centradas en la privacidad pues no rastrean el historial de búsqueda de los usuarios ni venden sus datos a los anunciantes.

Esto no significa que Google no sea un buen buscador; sigue siendo el número uno y es difícil de reemplazar. Lo importante es aprender a identificar qué tipo de información estamos consumiendo y diversificar nuestras fuentes.

El auge de las redes sociales y las plataformas de usuarios

Según el mismo Google, la generación Z prefiere en un 40% hacer consultas en Tiktok e Instagram. Se debe a que estas plataformas ofrecen un formato más atractivo y dinámico para consumir información, a menudo a través de videos cortos, infografías y memes. Además, los usuarios pueden evaluar rápidamente un hecho en base a personas que brindan sus opiniones.

Los estudiantes ahora pueden ver un video en YouTube explicando un tema, buscar una opinión sobre el mismo en TikTok o Instagram, y participar en un debate en Reddit o Quora. Por ejemplo, Quora puede permitir a los estudiantes conectarse con expertos en diversos campos y obtener respuestas a sus preguntas de manera directa. Google se queda corto por la falta de interacción y la desconfianza que genera la priorización de la publicidad.

(Foto: Johnny Machette en X).

Las redes sociales ofrecen, como comenta Carlos Scolari, una experiencia de usuario que mantiene enganchado mediante “me gusta”, chats, comentarios, videos o publicaciones. Google está tratando de hacer lo mismo. De hecho, ya lo hace. En un estudio reciente los datos de Estados Unidos y la Unión Europea nos dicen que casi el 30 % de todas las búsquedas en Google se van a plataformas propiedad de Google como YouTube, Google Imágenes, Google Maps, Google Vuelos, Google Hoteles, Google App Store. Con la implementación de IA, Google apunta a dar un resumen inteligente en cuestión de segundos y que así te quedes en su pantalla principal.

Si bien las redes sociales pueden ser útiles para mantenerse informado sobre eventos actuales y tendencias, es importante ser crítico con la información que se encuentra en estas plataformas. La desinformación y el contenido engañoso pueden propagarse rápidamente en las redes sociales, lo que dificulta que los estudiantes distingan entre información confiable y no confiable, además de publicidad. De hecho, en Google, los anuncios son más claros; en TikTok podríamos encontrar a alguien contando su experiencia sobre un hecho sin saber claramente que ha sido pagado para hablar sobre ello.

La alfabetización mediática y en IA: claves para la era digital

Es esencial saber distinguir entre contenido patrocinado y auténtico en plataformas como Google y TikTok. Además, los modelos de lenguaje predictivo estarán cada vez más integrados en nuestras vidas, por lo que es necesario entender cómo funcionan, reconocerlos y manejarlos críticamente para producir con ellos y no solo consumirlos. La ubicuidad de la IA en nuestras vidas hace imprescindible este conocimiento.

A medida que el panorama de la información se vuelve cada vez más complejo, la alfabetización mediática y la alfabetización en IA se vuelven cada vez más importantes. La alfabetización mediática implica la capacidad de evaluar críticamente la información de diversas fuentes, mientras que la alfabetización en IA implica comprender cómo funciona la IA y cómo se utiliza en diferentes contextos.

Algunas preguntas que nos podemos hacer al momento de buscar información en redes son: ¿Quién creó este contenido? ¿Cuáles son sus intereses o motivaciones? ¿Qué perspectiva se presenta? También es importante considerar el contexto. Las redes sociales a menudo presentan información de manera fragmentada y sin tener en cuenta qué la rodea. Los estudiantes deben ser capaces de evaluar la información en el contexto en que se presenta, considerando la fuente, la fecha y otros factores como la interacción del contenido con posibles auspiciadores, antecedentes relacionados y demás.

Fuente: New York Times.

Sobre la IA, es importante comprender que esta no es una entidad mágica, sino un conjunto de algoritmos y sistemas creados por humanos. Es fundamental que los estudiantes comprendan los principios básicos de cómo funciona así como cuestionar sus resultados. Por ejemplo, ¿quién creó o desarrolló esta IA específica? ¿Con qué tipo de datos se entrenó esta IA? ¿Qué sesgos o limitaciones potenciales podrían existir?

Podemos seguir entrenándonos en diferenciar texto o imágenes generados por humanos o IA. Pueden entrar a este link y probar sus habilidades de identificación.

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