Los sistemas educativos de la mayoria de países del mundo están otorgando una prioridad especial al desarrollo de la ciudadanía. Las reformas curriculares incluyen un tratamiento especial a contenidos relacionados con la educación cívica, los valores, actitudes y comportamientos ciudadanos, asi como a las herramientas metodológicas más eficaces para trasmitirla a los estudiantes del sistema educativo.
La prioridad otorgada al desarrllo de la educación ciudadana está plenamente justificada. Los cambios sociales inciden en que el concepto de ciudadanía sufra transformaciones sustantivas. En la actualidad la ciudadanía no se limita unicamente al ámbito local, regional o nacional de un país, sino que se extiende más allá de sus fronteras, producto de los procesos de globalización y el desarrollo de las tecnologías de la comunicación e información. Diversos términos carcaterizan estos nuevos ámbitos de la ciudadanía, entre ellos los de cidadanía global y ciudadanía digital.
En el marco de su politica de innovación en el año 2017, la Fundación Telefónica del Perú difundió una publicación que reúne 74 buenas prácticas empleando las tecnologías digitales. Una de ellas se desarrolló en la Institución Educativa Enrique López Albújar, del distrito de Piura, en la ciudad del mismo nombre. El proyecto de Buenas Prácticas fue coordinado por la profesora Nory Vinces Benavides (Coordinadora) y participaron sus colegas Olga Carrasco Morales, Ana Yovera Espinoza y Judith Silva Gómez.
Una de las carcaterísticas de los proyectos seleccionados por la Fundación Telefónica para su inclusión en la publicación referida fue el rigor metodológico de su formulación. Es así como la buena practica descrita parte de un marco teórico que sirvió de base para identificar una serie de mejoras en la enseñana de las ciencias sociales, en especial, la educación cívica y ciudadana. Una de ellas se relacionó con los procedimientos y herramientas de formulación e implementación del currículo, las cuales para ser más atractivas, motivadoras y eficaces necesitaban recurrir más intensamente a metodologías activas, variadas tecnologías y aprovechamiento de recursos de enseñanza disponibles en las redes de navegación. El propósito final era la mejora de las condiciones pedagógicas para los aprendizajes, procurando que atiendan la diversidad en cuanto a estilos, ritmos y necesidades. Asimismo, que se relacionen más con experiencias de la vida real en donde los estudiantes puedan valorar la importancia del cumplimiento de derechos y responsabilidades ciudadanas dentro de un sentido de pertenencia a su comunidad.
Una capacitación y autocapacitación para los docentes del área de ciencias sociales permitió unificar criterios de actuación y facilitar este propósito de cambio.
Como bien se describe en el documento de proyecto, progresivamente los docentes del área fueron renovando sus estrategias y recursos de aprendizaje, así como promoviendo que los estudiantes aprovechen sus ventajas de ser nativos digitales. Podían usar computadoras, celulares, la internet, proyectores y equipos de sonido. Además se generaron espacios de discusiòn presenciales y en red, se intensificó el trabajo en equipo, el uso de técnicas como la de proyectos y estudios de caso, así como recursos comunicativos y expresivos como la dramatización, conversatorios filmados, exposiciones, escenificaciòn, entre otros. Poco a poco los estudiantes ingresaron a un proceso en el que incrementaban su responsabilidad en sus propios procesos de aprendizaje para el logro de las competencias ciudadanas: el respeto a sí mismo y a los demás, y la participación en los asuntos públicos.
En síntesis, podría decirse que esta buena práctica permitió que todos ganaran. Los estudiantes cuya motivación y entusiasmo por aprender aumentó. Los docentes comprobaron que trabajar en equipo es más beneficioso que hacerlo solos pues comprobaron el incremento de su satisfacción por el logro de aprendizajes de sus estudiantes y la elevación de la imagen de la escuela en general. Muchas experiencias de buenas prácticas permiten comprobar que el clima escolar mejora sustantivamente cuando se dan procesos como los reseñados.
Ciertamente que llevar adelante esta y otras buenas prácticas requiere de algunas condiciones. El rol del director, su predismposiciòn y apertura a procesos de mejora, la confianza en la potencialidad de sus docentes son parte de ese perfil que debe reunir. El clima también mejora en cuanto a la partcipación de los padres de familia que, informados por sus hijos, se sienten mñas complacidos del servicio ofrecido y dispuestos a una mayor colaboración.
Otro aspecto positivo de esta experiencia fue la preocupación de la escuela y los docentes por mejorar los mecanismos de seguimiento permanente de los resultados de la buena práctica. Fundamental porque permitió ir perfeccionando en el camino la experiencia, ir rompiendo temores y tabús, como el uso de celulares o del Facebook en la enseñanza aprendizaje.
Lecciones aprendidas según las autoras del Proyecto
En conclusión
Una buena práctica lo que requiere principalmente es voluntad de mejora, tener objetivos claros de lo que se quiere mejorar y desarrollar una buena planificación, implementación y monitoreo del cambio. Es importante estar abierto a la posibilidad de corregir errores y respetar las experiencias de los demás. Asimismo, si extisten otras experiencias realizadas en ese campo, tratar de conocerlas y observar qué funcionó y qué no, buscando identificar las razones del éxito o fracaso.
Mayor será la satisfacción de los docentes que el esfuerzo que les demande concebir la buena práctica. Por ello, un llamado a sumarse a iniciativas similares.
Ver links:
Los sistemas educativos de la mayoria de países del mundo están otorgando una prioridad especial al desarrollo de la ciudadanía. Las reformas curriculares incluyen un tratamiento especial a contenidos relacionados con la educación cívica, los valores, actitudes y comportamientos ciudadanos, asi como a las herramientas metodológicas más eficaces para trasmitirla a los estudiantes del sistema educativo.
La prioridad otorgada al desarrllo de la educación ciudadana está plenamente justificada. Los cambios sociales inciden en que el concepto de ciudadanía sufra transformaciones sustantivas. En la actualidad la ciudadanía no se limita unicamente al ámbito local, regional o nacional de un país, sino que se extiende más allá de sus fronteras, producto de los procesos de globalización y el desarrollo de las tecnologías de la comunicación e información. Diversos términos carcaterizan estos nuevos ámbitos de la ciudadanía, entre ellos los de cidadanía global y ciudadanía digital.
En el marco de su politica de innovación en el año 2017, la Fundación Telefónica del Perú difundió una publicación que reúne 74 buenas prácticas empleando las tecnologías digitales. Una de ellas se desarrolló en la Institución Educativa Enrique López Albújar, del distrito de Piura, en la ciudad del mismo nombre. El proyecto de Buenas Prácticas fue coordinado por la profesora Nory Vinces Benavides (Coordinadora) y participaron sus colegas Olga Carrasco Morales, Ana Yovera Espinoza y Judith Silva Gómez.
Una de las carcaterísticas de los proyectos seleccionados por la Fundación Telefónica para su inclusión en la publicación referida fue el rigor metodológico de su formulación. Es así como la buena practica descrita parte de un marco teórico que sirvió de base para identificar una serie de mejoras en la enseñana de las ciencias sociales, en especial, la educación cívica y ciudadana. Una de ellas se relacionó con los procedimientos y herramientas de formulación e implementación del currículo, las cuales para ser más atractivas, motivadoras y eficaces necesitaban recurrir más intensamente a metodologías activas, variadas tecnologías y aprovechamiento de recursos de enseñanza disponibles en las redes de navegación. El propósito final era la mejora de las condiciones pedagógicas para los aprendizajes, procurando que atiendan la diversidad en cuanto a estilos, ritmos y necesidades. Asimismo, que se relacionen más con experiencias de la vida real en donde los estudiantes puedan valorar la importancia del cumplimiento de derechos y responsabilidades ciudadanas dentro de un sentido de pertenencia a su comunidad.
Una capacitación y autocapacitación para los docentes del área de ciencias sociales permitió unificar criterios de actuación y facilitar este propósito de cambio.
Como bien se describe en el documento de proyecto, progresivamente los docentes del área fueron renovando sus estrategias y recursos de aprendizaje, así como promoviendo que los estudiantes aprovechen sus ventajas de ser nativos digitales. Podían usar computadoras, celulares, la internet, proyectores y equipos de sonido. Además se generaron espacios de discusiòn presenciales y en red, se intensificó el trabajo en equipo, el uso de técnicas como la de proyectos y estudios de caso, así como recursos comunicativos y expresivos como la dramatización, conversatorios filmados, exposiciones, escenificaciòn, entre otros. Poco a poco los estudiantes ingresaron a un proceso en el que incrementaban su responsabilidad en sus propios procesos de aprendizaje para el logro de las competencias ciudadanas: el respeto a sí mismo y a los demás, y la participación en los asuntos públicos.
En síntesis, podría decirse que esta buena práctica permitió que todos ganaran. Los estudiantes cuya motivación y entusiasmo por aprender aumentó. Los docentes comprobaron que trabajar en equipo es más beneficioso que hacerlo solos pues comprobaron el incremento de su satisfacción por el logro de aprendizajes de sus estudiantes y la elevación de la imagen de la escuela en general. Muchas experiencias de buenas prácticas permiten comprobar que el clima escolar mejora sustantivamente cuando se dan procesos como los reseñados.
Ciertamente que llevar adelante esta y otras buenas prácticas requiere de algunas condiciones. El rol del director, su predismposiciòn y apertura a procesos de mejora, la confianza en la potencialidad de sus docentes son parte de ese perfil que debe reunir. El clima también mejora en cuanto a la partcipación de los padres de familia que, informados por sus hijos, se sienten mñas complacidos del servicio ofrecido y dispuestos a una mayor colaboración.
Otro aspecto positivo de esta experiencia fue la preocupación de la escuela y los docentes por mejorar los mecanismos de seguimiento permanente de los resultados de la buena práctica. Fundamental porque permitió ir perfeccionando en el camino la experiencia, ir rompiendo temores y tabús, como el uso de celulares o del Facebook en la enseñanza aprendizaje.
Lecciones aprendidas según las autoras del Proyecto
En conclusión
Una buena práctica lo que requiere principalmente es voluntad de mejora, tener objetivos claros de lo que se quiere mejorar y desarrollar una buena planificación, implementación y monitoreo del cambio. Es importante estar abierto a la posibilidad de corregir errores y respetar las experiencias de los demás. Asimismo, si extisten otras experiencias realizadas en ese campo, tratar de conocerlas y observar qué funcionó y qué no, buscando identificar las razones del éxito o fracaso.
Mayor será la satisfacción de los docentes que el esfuerzo que les demande concebir la buena práctica. Por ello, un llamado a sumarse a iniciativas similares.
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