Pisa 2015 y el uso del computadorLos primeros días de diciembre se publicarán los resultados de la evaluación PISA 2015. Esta vez el énfasis de la prueba, que comprendió 55 preguntas, estuvo en el área de ciencias, además de las acostumbradas mediciones en las habilidades lectoras y matemáticas, así como la reciente en educación financiera. Los países participantes han sido 73 y entre los que lo hacen por primera vez están Argelia, Georgia, Moldavia, República Dominicana y Trinidad y Tobago. En el Perú, como en otros países, se esperan con mucha expectativa los resultados pues se los percibe como un indicador de progreso de la educación respecto de las evaluaciones previas y de progreso comparado con relación a otros países participantes en PISA. La novedad en el caso peruano ha sido que para PISA 2015 el 100% de nuestros estudiantes. de colegios estatales y no estatales y de áreas urbanas y rurales, fueron evaluados utilizando el computador; es decir, se eliminó la modalidad de aplicación de la prueba con lápiz y papel. ¿Influirá el empleo del computador en los resultados que Perú obtenga en PISA 2015? Diversos estudios se han realizado al respecto mostrando que todavía no existen evidencias duras que demuestren que grandes inversiones en tecnologías digitales mejorarán los aprendizajes. No basta invertir en hardware y software; tan importante como ello es invertir para que los docentes y estudiantes se apropien de estas tecnologías para propósitos de enseñar y aprender más y mejor. En Costa Rica, tomando como referencia los resultados de PISA 2012, Fernández Aráuz encontró que existiría poca o nula relación entre el uso de las tecnologías digitales y el rendimiento académico de los estudiantes. Sin embargo, también encontró que cuanto más temprano se produzca el primer contacto del niño con el computador las probabilidades de lograr mejores resultados en las evaluaciones en PISA aumentan: los niños menores de 6 años que tuvieron ese contacto lograron un puntaje mayor que los de 7 a 9 años, y éstos mejores que los de 10 a 12 años y así sucesivamente. Claro está, que no se trata de un análisis simple. Los resultados también están influenciados por otras variables; una de ellas es haber cursado uno o más años de educación inicial. A partir de los resultados de la evaluación PISA 2012 han surgido otras recomendaciones. Una de ellas es que preferentemente hay que investigar y procurar que las tecnologías digitales produzcan mayor valor agregado a la calidad y la gestión de los procesos educativos antes de priorizar la investigación de los impactos de su empleo. Sobre todo teniendo en cuenta que las tecnologías han llegado para quedarse en todos los ámbitos de nuestras vidas, que los procesos educativos no pueden ser una isla en esta inmersión tecnológica y que con más intensidad los estudiantes se resisten a permanecer en un aula en donde las metodologías de enseñanza se basan principalmente en pizarra y tiza. La OCDE, en el marco de esa recomendación, publicó un informe en el año 2015 donde sugiere mucha prudencia en la inversión y formas de empleo de los computadores por los estudiantes y en las aulas. No se discute la importancia que tienen ahora como la principal herramienta para ampliar el acceso al conocimiento de las poblaciones más vulnerables, pero la evidencia muestra cómo muchos países que realizaron grandes inversiones en tecnologías digitales para sus escuelas no han logrado una mejora importante de los resultados de sus estudiantes en las pruebas PISA. Otro informe, de la Comisión de la Educación de Calidad para Todos, recomienda que en lugar de invertir en tecnología y adaptar su uso a la oferta de recursos, hay que hacer lo contrario: primero fijar los objetivos pedagógicos y luego los sistemas de gestión que impliquen el uso o no de las nuevas tecnologías para conseguirlos. En ese propósito, cualquier inversión que se realice en tecnologías digitales debería tener en cuenta que en esta sociedad digital es más rentable invertir en políticas que aseguren que los estudiantes sean competentes en sus habilidades lectoras, matemáticas y científicas que simplemente ampliar el acceso al computador y a internet. No se quiere decir que no hay que invertir en tecnologías digitales sino que para que su inversión tenga un alto costo-beneficio debería definirse teniendo en cuenta el conjunto de prioridades y ser gradual con correcciones en el camino. Asimismo, debe reposar en programas de uso guiado e ir acompañada de claras estrategias de estímulo a la innovación y creatividad, de renovación de prácticas pedagógicas, de saber en qué tipo de actividades las tecnologías digitales pueden o no reemplazar a la enseñanza tradicional o a recursos como la radio y la televisión, de capacitación con acompañamiento durante un período prolongado a los docentes y directores, de aseguramiento de disponibilidad de banda ancha extendida en todo el país, de mantenimiento y responsabilidad por el apropiado uso y resultados de aplicación de este equipamiento. Sobre esto último, está igualmente demostrado que el empleo moderado de las tecnologías digitales puede ser favorable pero que el uso excesivo lleva a peores resultados de aprendizaje. También se recuerda la importante inversión que realizó Perú en la provisión de computadoras personales como parte del programa de la OLPC. Si bien el programa incrementó el puntaje de los estudiantes en un test de competencias de estas computadoras, no generó mejoras en competencias en el uso del sistema Windows, que es el mejor indicador de las habilidades digitales demandadas en el mercado. En cambio, otra investigación, que evaluó un programa que daba un computador adicional por cada cuarenta estudiantes, demostró incrementos en el desarrollo de esas habilidades digitales a un costo bastante menor que el de la OLPC (Ver Construyendo una educación de calidad: Pacto con el futuro de América Latina. Comisión para la Educación de Calidad para Todos. Fundación Santillana. El Diálogo Liderazgo para las Américas). Otros estudios señalan que el impacto de las tecnologías digitales en la adquisición de habilidades y competencias sería mayor fuera que dentro de la escuela. Quizá el más conocido es el realizado por Sugata Mitra, quien en su experimento “agujero en la pared” demostró, en una zona marginal de la ciudad de Delhi, en la India, que los niños aprenden a usar las computadoras sin ayuda alguna y que en corto tiempo son capaces de aprender nociones básicas de inglés, matemáticas y computación que les ayudan a navegar en la red; consecuentemente, también logran mejorar sus capacidades de comunicación y socialización. Investigaciones como estás han llevado a muchos organismos internacionales que trabajan en políticas educativas a recomendar estrategias de desarrollo del uso de las nuevas tecnologías que comprendan los hogares y otros ambientes como son las cabinas públicas. Estas y otras consideraciones habrá que tomar en cuenta al momento de conocer los resultados que obtuvieron los estudiantes peruanos en la evaluación PISA 2015. Una de las consideraciones más importantes de lo que hemos descrito es el nulo o limitado impacto que tendría el empleo del computador en los mismos. De otro lado, la expectativa -justificada o no- por saber la posición que tendrá Perú entre los países que participan no deja de ser alta si se recuerda que estuvimos entre los que logramos mayores aumentos de los puntajes promedio comparando los resultados de PISA 2000 y 2012. Si bien todavía seguimos perteneciendo al cuarto inferior de los resultados, lograr nuevas mejoras nos ayudaría a pensar que la educación ha ido marchando en una línea promisoria que hay que continuar. Evaluaciones del rendimiento estudiantil Hay países con larga tradición en el desarrollo de pruebas estandarizadas para medir los progresos académicos de los estudiantes mientras otros tienen la experiencia de muy pocas décadas. En el Perú la Oficina de Medición de la Calidad de los Aprendizajes se creó a mediados de los años noventa y desde ese momento inició un trabajo intenso y meritorio de aplicación de pruebas muestrales y censales. Paralelamente el país empezó a participar en algunas evaluaciones internacionales como la de PISA y del Laboratorio Latinoamericano de la Calidad de la Enseñanza con el propósito de conocer cómo se ubicaban nuestros estudiantes en una evaluación que incluía otros países. En el balance se puede decir que esta experiencia ha resultado muy positiva, pues su principal aporte ha sido crear conciencia a nivel político y social sobre la necesidad de enfrentar las principales variables que influyen en la calidad y equidad de la educación. En lo que va del 2016 el país tuvo ocasión de conocer los resultados de la evaluación censal de estudiantes 2015 en donde, a diferencia de años anteriores, se consideró la evaluación de estudiantes de segundo de secundaria. Los resultados mostraron que continúan las mejoras de rendimiento de los que cursan el segundo grado de primaria pero que hay mucho por hacer en cuanto a monitoreo y corrección de lo que pasa en los siguientes grados. El descuido puede llevarnos a persistir en lo que encontramos en la evaluación de segundo de secundaria: que las brechas entre la escuela pública y privada, así como entre la escuela urbana y rural sean muy significativas. Frente a este riesgo, afortunadamente en el Ministerio de Educación se han venido adoptando algunas medidas. Primero, en el 2013, se aplicó una prueba a una muestra de estudiantes de sexto grado de primaria que permitió monitorear la trayectoria de estudiantes que habían sido evaluados en el año 2009. Esa misma promoción de estudiantes fue evaluada en el 2015 en segundo de secundaria. La segunda decisión importante que está adoptando el ministerio de Educación es abrir el abanico de evaluaciones que se aplicarán en el cuarto trimestre del 2016. De acuerdo a la información oficial, los estudiantes de segundo de secundaria serán evaluados, además de lectura y matemáticas, en Historia, Geografía y Economía; se introduce la evaluación de estudiantes de cuarto de primaria en lectura y matemáticas, y se continúa la evaluación censal de estudiantes de segundo grado de primaria y de lectura en lengua originaria a una muestra de los que siguen cuarto grado de primaria en escuelas de educación bilingüe intercultural. Ideal será que en los años siguientes se pueda contar con un sistema de información que permita monitorear resultados de dos grados de primaria y dos de secundaria en cuatro áreas formativas: lectura, matemáticas, ciencias naturales y ciencias sociales. Y a propósito de la experiencia con PISA 2015, habrá que evaluar en qué medida el computador podría introducirse gradualmente en las evaluaciones que rindan los estudiantes.