Hace pocos días se publicó en este blog el proyecto de norma de evaluación del estudiante 2020. Como aspecto positivo hay que señalar que unifica los criterios de evaluación en toda la educación básica.

La norma representa un cambio sustantivo particularmente en las prácticas de trabajo de profesores y estudiantes de educación secundaria acostumbrados a una evaluación vigesimal. Son varios los aspectos que caracterizan el cambio. En primer lugar, aleje de la evaluación se traslada de las áreas curriculares a las competencias. Como se recuerda, las áreas curriculares son cinco en inicial, ocho en primaria y once en secundaria. Las competencias son 31. La interrogante que algunos docentes se plantean si este cambio de eje significa una mayor carga de trabajo.

Otra característica de la propuesta magisterial es la introducción de algunos conceptos nuevos. Por ejemplo se introduce el concepto de criterios que deben ser trabajados por el profesor para organizar su proceso de evaluación. En segundo lugar, está la evaluación de competencias  por ciclos y no por grados. También se señala que aquellos estudiantes que tengan C en una competencia deberán elaborar un informe de recomendaciones para mejora de su desempeño. Ese informe debe ser incorporado al SIAGIE.

Al respecto algo que preocupa a los maestros es la capacidad del SIAGIE de poder incorporar de manera más ágil los datos solicitados. Lo evidente es que la plataforma no funciona bien. Debería ser la ocasión para que el Ministerio de Educación comience a ver cómo mejora la capacidad de uso del SIAGIE. Además, no debería haber uno sino tres SIAGIE, uno por cada modalidad de educación básica: regular, alternativa y especial.

No es el momento de hacer cambios al currículo nacional. Afortunadamente este año no se han producido modificaciones. No obstante habrá que estudiar para el futuro la forma cómo articular la programación curricular, que responde al criterio de tareas, y la evaluación que responde a las competencias.

Los docentes también se preguntan si el número de competencias no debería reducirse. Los países de mayor desarrollo educativo trabajan con un menor número de competencias.

La consulta ha terminado. Esperemos que el Ministerio de Educación tome en consideración las sugerencias que vengan de la consulta que convocó. La norma es una de las mas importantes en el trabajo educativo. Hubiese sido deseable que se haya discutido antes para dar oportunidad a que sea difundida no solo entre docentes sino también entre estudiantes y padres de familia.