¿Es suficiente 2,000 soles como piso salarial para los maestros?Recientemente el gobierno expidió el Decreto de Urgencia Nº 011-2017 en el cual se dispone que los maestros de educación básica del sector público tengan un aumento de sueldos. En la primera escala, los maestros nombrados y contratados, con una jornada laboral de 30 horas, pasarán a ganar 2,000 soles mensuales. Recordemos que en julio percibían un sueldo de 1,554 soles y en agosto de 1,780. No solo se aumenta la remuneración en la primera escala, sino que los beneficios alcanzan igualmente a las otras escalas magisteriales. Son aumentos que representan un esfuerzo presupuestario considerable: más de mil millones de soles calculados a doce meses. Pero lo que muchos maestros se preguntan es si eso es lo que deben ganar. Una comparación con lo que ganan otros trabajadores de la administración pública muestra que todavía estarían por debajo del promedio. Más aún si la comparación se hace con las remuneraciones docentes en otros países latinoamericanos. Por ejemplo, el sueldo base de un maestro en Ecuador es de 875 dólares mensuales, mientras en Perú alcanzará los 600 dólares con el aumento de noviembre. Las brechas son mayores si se compara con países como Chile, Colombia, México, Uruguay. Y más aún si la comparación es con el promedio de los países miembros de la OCDE. Por lo tanto, el esfuerzo que se realiza responde a un reclamo justo del magisterio estatal, pero plantea el desafío de seguir persistiendo en la mejora de sus condiciones socio profesionales. Un error sería imitar las políticas del pasado cuando se decía que no se podía aumentar al magisterio porque eran muchos. Ese error nos ha pasado la factura. No son los mejores egresados de la secundaria los que deciden seguir la carrera docente. Tampoco los que permanecen en el sistema educativo tienen la motivación y expectativas de trabajo necesarias. Sin esas condiciones, cualquier proyecto de mejora de la calidad de la educación básica terminará siendo solo una aspiración, no una realidad. https://www.youtube.com/watch?v=YfxOK90EYKg Se ha previsto hacer un estudio que permita llevar las remuneraciones docentes hasta el equivalente de una UIT en el 2021. Habrá que evaluar hasta qué punto es posible cumplir con esa meta. El tiempo es corto, las demandas de presupuesto son grandes y la perspectiva de la economía del país no es tan buena como en el quinquenio anterior. Si bien es urgente continuar con la mejora salarial, también es recomendable ejecutar una propuesta realista de mejora. De lo contrario, la decepción de promesas no cumplidas podría aumentar y, con ello, los conflictos. No es un tema fácil pues ahora los conflictos están centrados en los maestros de la educación básica. Habrá que plantearse también la necesidad de atender a los docentes de los institutos y escuelas de educación superior y los de las universidades que seguramente presionarán por mejoras salariales. Siendo significativos los recursos que demandarán los aumentos, surge una pregunta que no hay que dejar de lado: ¿cuánto queda para implementar otras reformas y factores de calidad? El maestro es el factor más importante pero su aporte requiere ser complementado con otras medidas. Las opciones de financiamiento de estos requerimientos, y los que demandan otros sectores como son la salud, demandarán un esfuerzo de mayor participación del presupuesto público en el producto bruto interno. Por ahora es difícil de que esa participación aumente mucho. La única alternativa es subiendo la tasa impositiva. Nos costará a todos los peruanos, pero debemos hacerlo. Pero debería ser un sacrificio que tenga su contraparte correspondiente. Y esa debe ser que en la calidad del trabajo de los docentes y de otros trabajadores de la administración pública se demuestren progresos cualitativos en los resultados. Ojalá así sea.