En este blog se han venido analizando diversas buenas prácticas ejecutadas por meritorios profesores que, aun trabajando en contextos muy difíciles y de escasez de recursos, logran desplegar su capacidad de imaginación para encontrar maneras de mejorar sus formas de programar, ejecutar los procesos y las formas de aprender de sus estudiantes, así como alcanzar mejores resultados.

Este artículo quiere concentrar su atención en el Proyecto Aula Digital, ejecutado por la Fundación Telefónica, el que beneficia a 350 mil estudiantes, más de 15 mil docentes y más de mil escuelas de educación primaria, además de niños que son atendidos en Hospitales y en albergues.

Describir sus principales características es útil, pues, Aula Digital es un proyecto que busca no caer en los defectos de otras iniciativas estatales realizadas en el pasado y que han conducido, en ocasiones, al escaso éxito académico, así como a importantes inversiones que no lograron los frutos deseados.

Los aportes de Aula Digital   

Se trata de una iniciativa de carácter integral, que atiende todos los componentes que requiere un proyecto de desarrollo digital en las escuelas. En el pasado se cayó en el error de comprar hardware y, a veces, desarrollar capacitaciones al profesorado. Sin embargo, se descuidaron otros aspectos indispensables para la adecuada ejecución del Proyecto. Por ejemplo:

• Se descuidó la necesaria adecuación de los programas de estudio al uso de las computadoras. Adicionalmente, no hubo claridad de estrategia para la introducción de las tecnologías digitales en el currículo: como un área de formación o como una competencia transversal. Afortunadamente el Currículo Nacional de la Educación Básica opta por una de las opciones: que la competencia digital sea transversal.
• Proyectos como el Huascarán y Una Computadora por Niño descuidaron la capacitación del profesor. Se ignoró su necesidad de capacitarlo; inclusive, no se contemplo en la distribución del equipamiento una laptop o tableta para su entrenamiento y que muchos le vayan perdiendo el miedo al uso de los recursos tecnológicos.
• Las computadoras o laptop entregadas a las escuelas carecieron generalmente de contenido; es decir, no existían o si había recursos materiales interactivos apropiados eran totalmente insuficientes y no adaptados a los objetivos que debían alcanzarse.
• Tampoco se previeron algunos problemas logísticos, como eran el reponer diariamente la carga de la batería de las computadoras o laptop; la falta de electricidad o intermitencia de la misma en muchas escuelas; las diferencias climáticas o de altitud que afectan el equipamiento.
• Procedimientos para el mantenimiento, cuidado y reposición de los equipos fueron otros aspectos que había que asegurar.

Aula Digital aprovecha la definición curricular y apuesta por apoyar la implementación de la Competencia Digital, poniendo a disposición de las escuelas capacitación, un monitor-acompañante que asesora un promedio de 15 escuelas, una plataforma digital con intranet y un promedio de 30 a 40 tabletas para que cada alumno pueda disponer de una de ellas durante la sesión de clases donde se trabajan las habilidades digitales.

En un proyecto previo, también ejecutado por la Fundación Telefónica, se introdujeron algunas innovaciones que van configurando el modelo que hoy ejecuta Aula Digital. Se facilita el cargado simultáneo de las baterías de todas las laptop; asimismo, la denominación de Aula Móvil introduce la noción de movilidad; es decir que el aula digital no necesariamente debe localizarse en un lugar fijo de la escuela sino que puede trasladarse de un aula a otra. También se constata que la capacitación sola es insuficiente; que los docentes necesitan también ser asistidos en sus escuelas ya que allí surgen problemas muy particulares que no siempre se contemplan en las capacitaciones.

Estos últimos comentarios cobran una relevancia especial. Los proyectos que ejecuta el Ministerio de Educación mantienen todavía el modelo del Aula de Innovación Pedagógica. No obstante, son varias las experiencias en el mundo que lo reemplazan por otro renovado. El especialista español Mariano Fernandez Enguita, al referirse a modelos tipo Aula de Innovación Pedagógica señala que “El aula de informática está muerta y enterrada, antes incluso que el aula tradicional. Primero porque físicamente era el aula elevada al cubo, ya que suponía más inmovilidad, mayor invisibilidad e incomunicación horizontal entre los alumnos. Era a menudo un jardín vallado con restricciones en el acceso a internet. Segundo, porque se impone ya el modelo BYOD o BYOT. Que el alumno traiga su propia tecnología, su dispositivo, que conoce mejor y cuyo uso múltiple genera sinergias”

Más bien, destaca la experiencia de las Hiperaulas promovida por la Universidad Complutense de Madrid: “… gira toda en torno a la movilidad, la reconfigurabilidad, la flexibilidad a la hora de que se agrupen o desagrupen los alumnos, etc. De hecho, hiperaula.ucm se ha construido eliminando dos aulas de informática, aunque se denominaban “multiusos” porque los ordenadores eran portátiles. No ocultaré que me parece una variante feliz de innovación en el sentido schumpeteriano, de “destrucción creativa”.

Aula Digital camina justamente en esa tendencia. Los equipos van a las aulas donde regularmente se dan las clases; se busca que el mobiliario permita el trabajo en grupo, sin descuidar la personalización, que los estudiantes sean prtagonistas de su propio aprendizaje y que el profesor cambie sus métodos frontales de trabajo pedagógico por metodologías activas como son el aprendizaje basado en proyectos, los estudios de caso, el aula invertida, entre otros.

Si las normas de trabajo docente en las aulas fuesen más flexibles, muy posiblemente una mayor cantidad de maestros peruanos podrían avanzar en el desarrollo de mayores características del hiperaula. Es un desafío para el Ministerio de Educación y la administración educativa regional.

En el 2013 se aprobó una resolución ministerial que anunciaba la puesta en marcha de un plan de desarrollo digital en las escuelas de educación básica. Lamentablemente quedó solo en intenciones. Ahora está en marcha una iniciativa que lidera juntamente con el Instituto Peruano de Acción Empresarial (IPAE), en donde la Fundación Telefónica está presente. Se espera que esta vez demos inicio a un programa serio, factible y sostenido de desarrollo digital para las escuelas estatales peruanas. Miles de estudiantes no pueden continuar marginados de un recurso que será clave en su vida futura.

Aprovechemos esta buena experiencia y unamos esfuerzos. Como en todo el mundo, el desarrollo digital en educación no es solo una responsabilidad del gobierno sonó de toda la sociedad en su conjunto.