Por: Julio César Mateus.
Alfabetizar en medios de comunicación es una obligación de la escuela, pues nos permite ejercer un derecho fundamental: el de comunicarnos libre y responsablemente. Pasamos la mitad de nuestro tiempo interactuando con pantallas y muchas de las capacidades que adquirimos se quedan en el terreno informal (como explicamos en este post) y son injustamente desperdiciadas por la escuela. En estos meses, desde que iniciamos este blog, hemos tomado contacto con docentes interesados en empezar a desarrollar proyectos de educación mediática en sus centros educativos y nos preguntan cómo empezar. No importa si eres profe de matemática, inglés, literatura o ciencias, ¡siempre se puede alfabetizar mediáticamente en clase! Aquí compartimos un ejercicio muy simple.
Para empezar, ¿sabemos qué medios usan nuestros estudiantes? ¿Desde cuándo? ¿En qué momento lo hacen y para qué? ¿Qué les gusta y qué les disgusta de esos medios? ¿Cómo interpretan sus contenidos? Una buena manera de calentar motores es proponiendo un ejercicio autobiográfico que aprendimos en un reciente taller en Guatemala y nos gustó mucho (a propósito, en este documento producido por la DW Akademie de Alemania, por ahora solo en inglés, podrán encontrar otros ejercicios y materiales valiosos). Este ejercicio se llama “biografía mediática” y tiene como finalidad reconocer el impacto de los medios en nuestra vida cotidiana y reflexionar al respecto.
Partimos por explicarles qué es un medio de comunicación (podemos hacer una lluvia de ideas en la pizarra con todos los que recuerden y podemos dividirlos entre aquellos “tradicionales”, como el periódico o la radio, y los “digitales”, como los celulares). También les explicamos qué es una biografía, señalando que suele destacar los eventos más importantes de nuestra vida.
Ahora les pedimos que dibujen en un papel una línea de tiempo donde deben señalar como “hitos”, desde que tengan memoria, aquellos recuerdos importantes en el uso de los medios. En la parte superior de la línea pondremos un “hito positivo” (por ejemplo alguno podrá decir que a los 5 años jugaba en el celular de su madre un jueguito que le gustaba mucho y le enseñaba cosas). En la parte inferior de la línea escribirán aquellos recuerdos que consideren negativos (por ejemplo, que a los 10 años vieron una noticia de un asalto cerca a su casa que les dio mucho miedo). La idea es tener una línea más o menos como la que aparece en la imagen superior de este post y la extensión o complejidad dependerán de la edad de los participantes.
Luego les pedimos juntarse en parejas aleatorias y explicarles aquellos hitos que hemos destacado en nuestra línea de tiempo. Al comparar las líneas de tiempo, verán que hay algunas coincidencias y otras diferencias. En cuanto a las coincidencias, es importante hacerles notar que las generaciones muchas veces están marcadas por hitos mediáticos (por ejemplo para la generación del 60, la llegada del humano a la luna vista por tele, o para la generación del 80, el intercambio de cassettes con canciones de moda). Por otro lado, las diferencias pueden servirnos para recordar que el acceso a los medios no siempre es equitativo: quizá alguno que vivía en un pueblo alejado no conoció el cine sino hasta que viajó a una ciudad; u otro que nació en una ciudad nunca le prestó tanta atención a la radio.
En sesión plenaria pedimos a cada uno que presente la biografía de su compañero observando las coincidencias y diferencias que más le llamaron la atención. Finalmente, proponemos una serie de preguntas que pueden ayudar al intercambio de ideas: ¿Qué ha cambiado en el uso de medios a lo largo de los años? ¿Por qué preferimos unos medios a otros o los asociamos con determinadas ideas o prejuicios? ¿Consideramos que nuestra dieta mediática (es decir, el uso cotidiano que hacemos de los medios) es balanceado? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Somos conscientes de los impactos emocionales que producen los medios en nosotros? ¿Qué sentimos al respecto? ¿Qué pensamos del hecho de que los mensajes que viajan en los medios sean interpretados de forma distinta por cada persona? ¿De qué depende que hagamos tal o cual interpretación? ¿Entendemos que los medios son productos culturales importantes para una comunidad?
Este primer ejercicio podría servirnos, además para reflexionar, para saber, como docentes, el tipo de relación que nuestros estudiantes han ido construyendo con los medios. Si detectamos, por ejemplo, que muchos usan un medio determinado de manera constante o que consumen determinado programa, ¿podríamos aprovechar esa situación para vincularla con nuestro trabajo en el aula o el desarrollo de algún tema del currículo?
¡Esperamos puedan llevar a cabo este ejercicio y comentarnos sus experiencias!
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Fomentar la alfabetización mediática en las aulas es fundamental para preparar a los estudiantes a ser consumidores críticos y responsables de información en un mundo digital. Este enfoque no solo enriquece su educación, sino que también les otorga herramientas para navegar en un entorno mediático cada vez más complejo.
Sí, la alfabetización en medios de comunicación es una obligación importante para las escuelas. Permite a los estudiantes ejercer el derecho fundamental de comunicarse de manera libre y responsable. Esto implica no solo el uso efectivo de las tecnologías y medios, sino también la capacidad de analizar, interpretar y evaluar la información y los mensajes que reciben y transmiten. En una sociedad mediática, estas habilidades son cruciales para que los estudiantes puedan participar activamente y de manera informada en su comunidad.
Es una habilidad esencial en la sociedad moderna, donde la información fluye constantemente a través de múltiples canales y formatos, incluyendo televisión, radio, internet, redes sociales, y más.
La alfabetización mediática se ha convertido en una competencia esencial en la era digital actual. Con la creciente cantidad de información y medios a los que los estudiantes están expuestos diariamente, es crucial que las escuelas integren la alfabetización mediática en el currículo para ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades críticas y analíticas.
Alfabetizar en medios de comunicación en la escuela no solo prepara a los estudiantes para ser consumidores informados, sino también para ser participantes activos y responsables en la sociedad mediática contemporánea. Este tipo de enfoque educativo es esencial para promover una ciudadanía informada y crítica en un mundo cada vez más influenciado por los medios de comunicación.
La alfabetización mediática es esencial en la educación moderna, y como docente, aprecio la importancia de integrarla en el aula. Comprender los medios que nuestros estudiantes utilizan es el primer paso para enseñarles a navegar y analizar críticamente el contenido que consumen.
Muy interesante aporte.Gracias.
Muy bueno , si coincido en que hay mucho por aprender, y que bien que telefónica esta brindando este espacio.
muy bien
FELICITACIONES MUY BIEN A LOS PROFESORES LES FALTA MUCHO `POR APRENDER
A todos los ciudadanos, diría. La competencia mediática es algo que todos debemos desarrollar y enseñar.
jc.
Muchas gracias y felicitaciones muy interesante el tema para motivar a nuestros estudiantes en el impacto de las Tic en nuestra vida diaria.
De acuerdo, Elia. Incluso más allá de motivar, sirve para desarrollar capacidades que nos permitan interactuar con los medios.
jc.
Sencillo pero valioso los aportes, para hacer una biografía mediática. Gracias por el aporte.
Gracias, Víctor. Ojalá puedas ponerlo en práctica con tus alumnos y compartir con nosotros la experiencia.
jc.