Por César Picón

La tecnología digital en el Perú para usos educativos, en el campo de la Educación Primaria Pública para niños y adolescentes, ha crecido considerablemente durante los últimos años gracias al auspicio de la Fundación Telefónica del Perú, actualmente por intermedio de su Proyecto “Aula Digital. Es un esfuerzo que no siempre ha sido valorado por el Estado, aunque sí visibilizado por los beneficiarios y los padres de familia, así como por el personal docente que se ha capacitado para el manejo de las herramientas digitales y ha contado con el acompañamiento para el uso contextualizado de los múltiples recursos para el aprendizaje que ofrece la plataforma del “Aula Digital”.

La referencia anterior no es bibliográfica. Me consta: he realizado visitas de campo a las escuelas primarias públicas participantes en el referido Proyecto, en diferentes regiones del país, con el fin de participar en el estudio, coordinado por Hugo Díaz, sobre los procesos de acompañamiento y evaluación del trabajo que vienen realizando dichas escuelas. El balance es que dicho trabajo es muy satisfactorio.

¿Solamente los niños y los adolescentes tienen la disposición y las habilidades para el manejo de las herramientas digitales? Quienes tienen una respuesta afirmativa a esta pregunta, están en la situación de “las medias verdades” o en el extremo están atrapados por el mito creciente de “los nativos digitales”. Con frecuencia se escuchan expresiones tales como “los niños nacen con el chip digital y con facilidad acceden a cualquier herramienta digital”; “los niños de esta era tienen ventajas considerables para su aprendizaje, porque aprenden lo que quieren con el uso de las TIC”, “los adultos y los adultos mayores tienen muchas dificultades en el manejo de las herramientas digitales” y, así, por el estilo. Todo esto es cierto, pero solo parcialmente.

Los que somos ahora adultos mayores, cuando fuimos niños, no tuvimos esta oportunidad, porque nuestra era-tecnológicamente hablando- era predigital, pero teníamos el libro, textos escolares y recursos para el aprendizaje, entre otros, el uso educativo del ambiente y recursos inventados por nuestros profesores y profesoras dentro de las posibilidades y limitaciones de sus respectivos contextos tecnológicos. Así era la tecnología educativa de antaño, que fue evolucionando primero con ritmo lento y ahora con ritmo acelerado. Esto implica que hay también generaciones de tecnologías, que van de la mano con el desarrollo científico y las posibilidades de su aplicación práctica que, en el momento en que vivimos, tiene un ritmo vertiginoso de crecimiento.

La tecnología digital, ya antes de la pandemia, tenía presencia en los distintos campos de la vida humana, incluyendo a la educación y el aprendizaje humano. Sin embargo, es en la pandemia en la que, con una celeridad extraordinaria, se ha tomado conciencia familiar, comunitaria y social acerca de su extraordinario valor instrumental.

Desde fines del 2019 y antes del comienzo de la pandemia, la Fundación Telefónica decidió generar un proyecto de apoyo digital a la Educación Básica Alternativa en dos unidades operativas de la Región de Piura: CEBA conducido por FE y ALEGRÍA en las áreas rurales del distrito de Tambogrande, cuyos estudiantes son padres y madres de familia, trabajadores agrícolas y de servicios; y el CEBA “Ignacio Sánchez” en el área urbano-marginal de la ciudad de Piura, cuyos estudiantes, en un elevado porcentaje, son trabajadores informales. Son dos realidades diferentes, pero con algunas características comunes: su situación de pobreza y su limitación tecnológica para usos educativos de todos los grupos de edad.

El proyecto en cuestión ha funcionado desde marzo de 2020 y, a pesar de la pandemia, con algunas pérdidas humanas que lamentar de algunos docentes y estudiantes, está ahora con una relativa buena salud humana, comunitaria e institucional. Con entusiasmo y esperanza los directores y profesores, con el fin de que sus estudiantes no pierdan su oportunidad de aprender, a pesar de sus situaciones y condiciones difíciles, han generado respuestas que han implicado un cambio radical de sus estilos de enseñanza y de facilitación de aprendizajes.

La DVV Internacional-Perú, organización internacional no gubernamental, como lo viene haciendo en las distintas regiones del mundo, está acompañando, impulsando y apoyando algunos proyectos vinculados con las educaciones y aprendizajes de los jóvenes y adultos en las diversas regiones del país. En la Región de Cajamarca, por ejemplo, está apoyando acciones estratégicas impulsadas por la Dirección Regional de Educación y el Gobierno Regional, con un enfoque territorial y comunitario, en la ruta de contribuir al desarrollo del Proyecto Regional de Educación de Jóvenes y Adultos de dicha región, teniendo como punto focal a la Escuela DECO (Escuela comunitaria, para todos los grupos de edad, orientada a generar desarrollo humano sostenible de la comunidad). Funcionarán tres unidades operativas: dos en el medio rural y uno en el urbano-marginal, dentro del marco del acuerdo interinstitucional DRE-Cajamarca/DVV-Perú.

La formación docente de la EPJA en el campo de la cultura digital, la promoción y fomento de los aprendizajes de calidad con el apoyo de las TIC orientados al desarrollo humano sostenible, son puntos de encuentro entre estas dos organizaciones que tienen una trayectoria consistente y transparente en su vocación y compromiso de servicio al desarrollo educativo del país, en alianza estratégica con el Ministerio de Educación y diversas organizaciones de la sociedad civil.

El pasado 29 de octubre se realizó el II Congreso Internacional de los Consejos de Participación Estudiantil de los Centros de Educación Básica Alternativa, organizado por la UGEL 2 del Ministerio de Educación con el auspicio de la DVV-Perú. Dicho evento contó con la activa participación de estudiantes seleccionados por sus pares y los líderes estudiantiles de dicha modalidad provenientes de Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador.

Algunas de las ideas-fuerza del referido evento fueron: la educación a distancia es una necesidad no solamente durante la pandemia, sino que se puede utilizar también en  la pospandemia, en forma combinada con la educación presencial; han tenido dificultades los estudiantes y los profesores no únicamente por la carencia de habilidades digitales, sino por la falta de equipos y de acceso a una conectividad de calidad al internet, así como la carencia de equipos de multimedia y, a pesar de tales limitaciones, “no han bajado la guardia” y, en todo cuanto ha sido posible han contado con el acompañamiento de sus profesores.

La tecnología moderna nos brinda instrumentos y herramientas que contribuyen a la ampliación de informaciones y conocimientos; a llevar tales insumos a los lugares alejados, ahí donde no llega la atención de los espacios de aprendizaje con que cuenta el país; a la captación actualizada del avance del patrimonio cognitivo de la humanidad; a la mostración de prácticas y desarrollo de algunas competencias para la formación técnica y profesional; también puede servir para cimentar algunos hábitos sociales saludables y  prácticas de cooperación y de solidaridad; es un instrumento frecuentemente utilizado para el funcionamiento de las redes sociales para usos temáticos diversos, así como para  el uso del tiempo libre y de la recreación.

Lo anteriormente señalado no nos puede ni debe llevar a ningún triunfalismo. La tecnología, por su naturaleza, es un instrumento que cuenta con múltiples herramientas para distintos usos uno de los cuales es la formación humana, a lo largo de los itinerarios de educaciones y aprendizajes de los sujetos educativos de la EPJA, siempre que sus contenidos estén considerados dentro de propuestas pedagógicas concretas.

No hay tecnologías neutras y no hay tecnologías que logren reemplazar totalmente al personal docente en un genuino acto de formación general y específica con un profundo sentido de humanidad, de vibración emocional y espiritual, de cultivo de sus subjetividades, de vivencia de actitudes positivas y de valores, de ejercitación plena de la comunicación humana mediante sus diferentes lenguajes.

La pandemia ha mostrado la ausencia de la cultura digital en las distintas modalidades de la EPJA. Para construirla y/o consolidarla hay algunos desafíos:  definir el sentido fundamental de las tecnologías, incluyendo a las TIC, en apoyo al desarrollo educativo de los jóvenes y adultos; diseñar y poner en marcha una estrategia nacional de humanización de la tecnología en apoyo al desarrollo de la EPJA; definir y poner en marcha una estrategia de formación inicial y continua digital al personal docente, directivo, técnico y administrativo de todas las modalidades y de todos los espacios de aprendizaje de la EPJA, con énfasis especial en la atención a los adultos y a los adultos mayores; estrategia de capacitación digital a los sujetos educativos de la EPJA y a los docentes, teniendo en cuenta la diversidad de sus situaciones y condiciones, así como de sus habilidades digitales previas.

Los desafíos, como se podrá percibir, son múltiples. La oportunidad histórica es que hay mucho por hacer en el vasto y desatendido campo de la cultura digital en apoyo al desarrollo territorial de las educaciones y aprendizajes para los jóvenes y adultos. La Fundación Telefónica del Perú y la DVV-Perú, con miras a generar respuestas solidarias para encarar algunos de los desafíos señalados, a partir de 2021, comenzarán a realizar algunas acciones conjuntas orientadas a fortalecer la cultura digital en las instituciones educativas y otros espacios de aprendizaje de las modalidades de la EPJA, con especial énfasis en la causa común compartida de contribuir a una EPJA Pública renovada integralmente, inclusiva y de calidad. Dos organismos no gubernamentales, uno nacional y otro internacional, hacen una alianza estratégica para sumarse al esfuerzo global del Estado y de la sociedad peruana de comenzar a construir la EPJA del futuro, en su componente de cultura digital.