Hablar de la gestión del conocimiento desde la competencia 28 del CNEB, es algo osado, pero no imposible. Trato este tema porque es importante para un gran colectivo docente estar enterado sobre las implicancias en su desempeño y poder dilucidar si es su responsabilidad abarcar su desarrollo y cómo hacerlo.

La competencia 28 “Se desenvuelve en entornos virtuales generados por las TIC”, está formada por cuatro capacidades, y ninguna de ellas involucra de manera directa la gestión del conocimiento, sin embargo, la gestión del conocimiento es un tema relevante para la llamada "sociedad del conocimiento" en la que nos desenvolvemos.

Entonces surge la pregunta ¿qué es la gestión del conocimiento?

Para contestar esta pregunta debemos entender que el conocimiento, como indica Canals (2003), es un recurso que nos permite interpretar nuestro entorno y nos da la posibilidad de actuar. Y la gestión del conocimiento consiste en optimizar la utilización de este recurso mediante la creación de las condiciones necesarias para que los flujos de conocimiento circulen mejor.

El gran inconveniente para su gestión es que el conocimiento no está ubicado en un solo punto sino reside en las personas, en los objetos (materiales e inmateriales) que las personas usan, en las organizaciones a las que pertenecen, en los procesos y en los contextos de dichas organizaciones.

Así la gestión del conocimiento tiene dos vertientes que pueden confluir, la primera ve la gestión del conocimiento como un proceso, y la segunda como un objeto.

Como proceso implica aspectos psicológicos relacionados con la experiencia, dónde el elemento clave es la persona que tiene un conocimiento tácito que se desarrolla en función a su interacción con el contexto, y el valor se consigue cuando el conocimiento pasa de ser tácito a ser explícito y viceversa a través de ciclos de compartir e interiorizar.

Como objeto, se centra en el conocimiento explícito y la gestión del mismo; sirviéndose de la teoría y la gestión de la información (Davenport, 1997), siendo el factor clave los mecanismos de procesar información (documentos que pueden ser tratados y gestionados) y el valor se consigue cuando se lograr explicitar el conocimiento, se organiza y luego se transmite esa información organizada a quién lo necesita.

Estas dos vertientes en la actualidad son las dos caras de la moneda en la gestión del conocimiento, dónde las nuevas tecnologías están aportado herramientas y metodologías que abren oportunidades relacionadas con el conocimiento que antes no podían llevarse a cabo. La tecnología se convierte en la clave para realizar toda una serie de procesos que ahora pueden automatizarse o estructurarse y que, por lo tanto, permiten gestionar los procesos y los objetos de conocimiento.

Así la competencia 28 que nos habla de trabajo sobre los entornos virtuales puede ser un laboratorio para apuntar a que nuestros estudiantes comprenda el valor del conocimiento y puedan explotarlo.

Dónde la competencia 28, a través de sus cuatro capacidades pueda servirnos para lograr este fin, y de ser necesario tendremos que modificar algunos de sus términos.

En primer lugar, debemos explicarles a los estudiantes que el conocimiento reside en las personas (en la mente de las personas), y en los objetos que utilizan las personas (ejemplo: si el estudiante descubre la solución de un problema matemático y lo escribe en su cuaderno, luego se le olvida como resolver el problema… entonces podemos decir que parte del conocimiento que tenía antes, ahora está en su cuaderno; si ya no usa el cuaderno puede estar en su Tablet o Smartphone), también existen otras cosas que contienen conocimiento, como por ejemplo los procesos. En el caso de los procesos, estos nos permiten establecer cómo hacer cosas de cierta manera, logrando ahorran tiempo, trabajo y esfuerzo al dejar pensar otra vez sobre lo mismo. Y el contexto permite interpretar el conocimiento, de forma que si cambia este, el conocimiento pierde valor.

Así, es importante gestionar la información (segunda capacidad de la competencia 28), organizarla, procesarla, guardarla, recuperarla, distribuirla. Pero la información documentaria o de bases de datos no es suficiente, por lo que es necesario recurrir muchas veces a la fuente para comprender el contexto donde la información fue generada para comprender su usabilidad en nuestro contexto siendo requerido interactuar virtualmente con estas personas que poseen el conocimiento (tercera capacidad de la competencia 28), además es requerido optimizar y pensar creativamente como podemos hacer funcional el conocimiento para la gran masa crítica que la requiere en nuestra sociedad para ello requerimos usar la tecnología y crear nuevas tecnologías, por lo que debemos crear objetos virtuales para ello (tercera capacidad de la competencia 28).

Finalmente, los estudiantes deben comprender que el conocimiento es un elemento que mueve a la sociedad y es requerido aprender a usar la tecnología para poder gestionarla; para ello debemos personalizar los entornos, ofreciendo la información y conocimiento que realmente se necesita y evitar ofrecer distracciones innecesarias (primera capacidad de la competencia 28).

Realmente tratar sobre la gestión del conocimiento es un tema apasionante y con muchas cosas por hacer en torno a su integración al CNEB, por lo que me pareció prudente tratarlo y dar inicio al debate de cómo trabajarlo en la escuela.

BILIOGRAFIA

Canals, A. (2003). La gestión del conocimiento. Recuperado de https://www.uoc.edu/dt/20251/20251.pdf

Davenport, T. y Prusak, L. (1998). Working knowledge. Boston: Harvard Business School Press.

Pérez-Montoro, M. (2016). Gestión del conocimiento: Orígenes y evolución. Recuperado de http://eprints.rclis.org/31019/1/Gestion_conocimiento_perezmontoro.pdf

Rodríguez, D. (2006). Modelos para la creación y gestión del conocimiento: una aproximación teórica. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/3421/342130826003.pdf