Neurodiversidad, autismo y electronalidad, por Ernesto ReañoHubo una época en que el humano transitaba por el mundo sin dejar registro de su paso. Momentos claves en que se descubre el fuego, se recolectan, luego, frutos. Emerge la mente y el lenguaje. Doscientos mil años de evolución continua que traían tras de sí seis millones de años de preparación del germen de la diversidad, de la neurodiversidad. No fue, ciertamente, como ironiza Grandin, un sapiens sociable quien descubriese el fuego sino uno que, repetidamente golpease, obsesivamente, con una intrincada decisión, dos piedras. La recolección de frutos no hubiese podido hacerse, salvo riesgo de extinción, sin cerebros sistematizadores que, como aventura Armstrong, pudiesen señalar cuáles eran venenosos y cuáles comestibles, allí donde otros veían dos frutos iguales. Sistemas orales donde cada persona neurodiversa, cada persona con un tipo de procesamiento diferente encontraba su lugar en la comunidad. Una vez, el humano creó una herramienta que cambiaría todo: la escritura. Siglos de saber cultural acumulado y trasmitido oralmente pudieron ser codificados y almacenados, ya no en la memoria sino acumulados físicamente. Luego, otra herramienta, la imprenta, selló el cambio por siglos. Para bien o mal. Porque el libro, primer objeto en serie, logró que la herencia cultural del ser humano fuese tan importante como su herencia biológica, destruyendo la otrora diversidad. El libro contenía LA palabra, la imagen y la semejanza, el mundo homogéneo. Lo diferente, no tenía ya cabida en este mundo escribal. De lo humano nacen las instituciones asilares, lugares de destierro para quien no fuese el prójimo, el semejante. Nacía, también la idea de normalidad.Recientes investigaciones de la universidad de Edimburgo confirman que los genes de lo que llamamos “talento”, “inteligencia”, “habilidades cognitivas”, están fuertemente relacionados con la genética del autismo. Sin embargo, hasta antes del advenimiento de la internet, el mundo no parecía ser tan amable para las personas con Autismo/Asperger, sujetos a normalización merced a técnicas conductistas y fármacos. Creamos la internet y con ella la figura del prosumidor: cualquiera podía expresar SU punto de vista por sobre LA verdad. Nuestra representación del mundo ya no persiguió verdades objetivas sino perspectivas del yo. El reino de la semejanza, de lo homogéneo, de la normalidad, cedió ante la diversidad de las opiniones, de las contigüidades que privilegian la convivencia y no la exclusión. Adviene el sistema cultural de la electronalidad, la experiencia ya no se subordina en bloques delineados sino que va en coordinación, en intersección entre saberes y objetos. El tipo de mente autista funciona en perspectiva hacia sus intereses, su pensamiento basado en detalles privilegia las asociaciones por semejanza, su manera de conceptualizar el mundo tiende a sistematizar el saber y los objetos, coordinándolos. Pareciera que el viejo mundo oral retornara. Nuevamente se produce sentido en base a la diferencia. La electronalidad, nuestro tiempo, calza con el tipo de cableado de la mente autista (la mitad de quienes trabajan en Silicon Valley tienen alguna forma de Autismo), la neurodiversidad vuelve a encontrar su tierra litoral: ya no para buscar ser incluida sino para convivir. El hombre vuelve, entonces, a ser medida de todas las cosas. La electronalidad, la neurodiversidad, signan un nuevo humanismo.   Ernesto Reaño Director y fundador de EITA (Equipo de Investigación y Tratamiento en Asperger y Autismo)

Neurodiversidad, autismo y electronalidad, por Ernesto Reaño

Autor: EDUCARED admin Publicado: abril 24, 2017

Hubo una época en que el humano transitaba por el mundo sin dejar registro de su paso. Momentos claves en que se descubre el fuego, se recolectan, luego, frutos. Emerge la mente y el lenguaje. Doscientos mil años de evolución continua que traían tras de sí seis millones de años de preparación del germen de la diversidad, de la neurodiversidad. No fue, ciertamente, como ironiza Grandin, un sapiens sociable quien descubriese el fuego sino uno que, repetidamente golpease, obsesivamente, con una intrincada decisión, dos piedras. La recolección de frutos no hubiese podido hacerse, salvo riesgo de extinción, sin cerebros sistematizadores que, como aventura Armstrong, pudiesen señalar cuáles eran venenosos y cuáles comestibles, allí donde otros veían dos frutos iguales.
Sistemas orales donde cada persona neurodiversa, cada persona con un tipo de procesamiento diferente encontraba su lugar en la comunidad.

Una vez, el humano creó una herramienta que cambiaría todo: la escritura. Siglos de saber cultural acumulado y trasmitido oralmente pudieron ser codificados y almacenados, ya no en la memoria sino acumulados físicamente. Luego, otra herramienta, la imprenta, selló el cambio por siglos. Para bien o mal. Porque el libro, primer objeto en serie, logró que la herencia cultural del ser humano fuese tan importante como su herencia biológica, destruyendo la otrora diversidad. El libro contenía LA palabra, la imagen y la semejanza, el mundo homogéneo.

Lo diferente, no tenía ya cabida en este mundo escribal. De lo humano nacen las instituciones asilares, lugares de destierro para quien no fuese el prójimo, el semejante. Nacía, también la idea de normalidad.Recientes investigaciones de la universidad de Edimburgo confirman que los genes de lo que llamamos “talento”, “inteligencia”, “habilidades cognitivas”, están fuertemente relacionados con la genética del autismo. Sin embargo, hasta antes del advenimiento de la internet, el mundo no parecía ser tan amable para las personas con Autismo/Asperger, sujetos a normalización merced a técnicas conductistas y fármacos.

Creamos la internet y con ella la figura del prosumidor: cualquiera podía expresar SU punto de vista por sobre LA verdad. Nuestra representación del mundo ya no persiguió verdades objetivas sino perspectivas del yo. El reino de la semejanza, de lo homogéneo, de la normalidad, cedió ante la diversidad de las opiniones, de las contigüidades que privilegian la convivencia y no la exclusión. Adviene el sistema cultural de la electronalidad, la experiencia ya no se subordina en bloques delineados sino que va en coordinación, en intersección entre saberes y objetos.

El tipo de mente autista funciona en perspectiva hacia sus intereses, su pensamiento basado en detalles privilegia las asociaciones por semejanza, su manera de conceptualizar el mundo tiende a sistematizar el saber y los objetos, coordinándolos. Pareciera que el viejo mundo oral retornara. Nuevamente se produce sentido en base a la diferencia. La electronalidad, nuestro tiempo, calza con el tipo de cableado de la mente autista (la mitad de quienes trabajan en Silicon Valley tienen alguna forma de Autismo), la neurodiversidad vuelve a encontrar su tierra litoral: ya no para buscar ser incluida sino para convivir.

El hombre vuelve, entonces, a ser medida de todas las cosas. La electronalidad, la neurodiversidad, signan un nuevo humanismo.

 

Ernesto Reaño
Director y fundador de EITA (Equipo de Investigación y Tratamiento en Asperger y Autismo)

Escribe un comentario

  • Hola, mi nombre es Ana Laura, buenos días. Es un comentario para el Sr. Ernesto Reaño. Tengo un hijo autista de 13 años, él asiste a una escuela de educación especial “CASTELLO” en Monterrey N.L. México. Yo siempre he visto el Autismo en mi hijo como una discapasidad, no puede ir a una escuela regular porque simplemente estaría de “cuerpo presente” ya que el comprende y responde a oraciones o instrucciones muy concretas y simples, por su edad debería estar en 1° de Secundaria, los contenidos de este grado serían completamente vizarros para el, en este sentido cómo manejan el trastorno autista general como “neurodiversidad”? me confunde y me causa mucho conflicto, el autismo es un trastorno no, algo no funciona bien, es por eso que no comprende o entiende muchas cosas, me queda claro que las personas asperger o con un grado de autismo mínimo pueden pasar desapersividas o como personas “raras” o excentricas, van a la escuela, entienden y aprueban, van a la universidad y pueden llegar a tener una vida plena y autónoma, en estos casos cabe el concepto de “neurodiversidad” pero no creo que aplique para aquellos casos en los que su “neurodiversidad” los incapacita, es como decir que una persona nace ciega es “fisicodiverso”, noooo tiene una discapacidad!!! y se llama discapacidad porque hay cosas que simplemente no puede hacer. Espero sus comentarios. Saludos.

    • Comentarios: 1
    • Valoraciones: 0
           

     

    Publicaciones relacionadas

    Cartilla para familias de estudiantes con Trastorn ...

    Desde Educared, queremos compartir a las familias una guía muy útil elaborada por el Ministerio de Educación en alian ...

    Educación más allá del aula: ¿Cómo atender a ...

    Educación más allá del aula es un conjunto de conversatorios online organizado por Fundación Telefónica y Educared ...

    Educared se une al portal “Aprendo en Casa” de ...

    A través de Fundación Telefónica/Movistar y “la Caixa” Foundation se ha puesto a disposición del Ministerio de E ...