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Los vestigios
Al poblador del periodo arcaico se le conoce mayormente por las herramientas e instrumentos que fabricaron que por los restos encontrados en los diferentes estadios culturales. Son dos las grandes tradiciones que permiten un análisis interpretativo: la tradición serrana y costeña. En la sierra la industria lítica se compuso principalmente de puntas de proyectil con especiales características para la caza de grandes mamíferos: puntas con forma de hoja, triangulares o con espinas laterales. Por su tamaño y forma estas puntas debieron utilizarse en las lanzas o como dardos para la caza de tarucas y camélidos, principalmente guanacos. En la confección de utensilios domésticos los raspadores tuvieron un papel fundamental en la trata de pieles. Fueron de uso común los chancadores o machacadores que sirvieron para romper huesos y extraer la médula ósea, ya sea para consumo o para la elaboración de algún rito ofrendatorio. Solo en pocas cuevas secas se han conservado algunas herramientas de madera.
En la costa las herramientas, principalmente los cuchillos y puntas líticas, variaron en forma y tamaño. Fueron más finas que las de la sierra y eran de forma triangular con bordes rectos aunque algunas veces también se las han encontrado cóncavos. La ausencia de raspadores indica que la caza de animales como camélidos o cérvidos fue poco practicada. Las puntas líticas más grandes fueron utilizadas principalmente para la pesca.
En lo que se refiere a la vivienda, existe igualmente diferentes formas de adaptarse a la geografía y al clima de la costa y la sierra. La sierra posee abrigos rocosos y cuevas que fueron el principal refugio para los pobladores serranos. A través de dibujos y pinturas en estas cuevas los hombres dejaron huellas de su vida y organización social. En los suelos, los fogones y hornos nos dan cuenta de su vida domestica.
En la costa predominó la presencia de talleres y campamentos al aire libre. La extensión de los estos lugares dependió principalmente de la cantidad de habitantes que poseía pero cabe recordar que la población de estos sitios era flotante. Al parecer se construyeron parapetos circulares que servían como protección frente a los fuertes vientos, comunes en toda la costa peruana.
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