Patrones funerarios
Los entierros de la cultura Lima son a la vez singulares y suntuosos. Los primeros por la curiosa posición del sujeto dentro de la tumba. Éstos eran envueltos en telas, amarrados en camillas hechas con troncos o cañas. Finalmente, el sujeto era enterrado boca abajo (para la etapa interlocking) con la camilla sobre la espalda, como ocurrió en Maranga, Playa Grande y otros sitios; o arriba (para la época Maranga).
Los segundos entierros fueron encontrados en Playa Grande en 1952. Los cuerpos tenían collares de piedras semipreciosas, loros de colorido plumaje y cerámica fina. Luego, en 1993m en Cerro Culebra fueron encontrados contextos funerarios con mazorcas de maíz morado, collares de spondylus y atados de caña.
Curiosamente, se han encontrado sólo tres casos de entierros en Cerro Culebra, en los que figurinas de formas humanas estaban asociadas al difunto, en este caso niños. Estas figurinas no tienen mayores detalles, ni muchos rasgos faciales o corporales. Su reducida cantidad hace pensar que reflejaron una característica familiar o étnica de los difuntos.
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