Cerámica
Al estar ligada a la tradición Paracas, lo que nos marca el cambio a Nazca es el uso de pintura pre-cocción, y la mayor importancia de la misma sobre el tejido para presentar imágenes religiosas. La variedad y calidad de la cerámica nazca es otra de las razones del prestigio con el que cuenta esta cultura. Las formas más usadas son los cántaros globulares de dos picos cilíndricos verticales con asa puente, con decoración pintada a pincel hasta con once graduaciones de color. Los motivos pintados sobre estos ceramios son diversos, desde animales y plantas de todos los tipos hasta figuras humanas y escenas de guerra para la época más tardía.
Los temas mitológicos se ven dominados por diversos personajes con rasgos felínicos, también es recurrente la presencia de orcas, aves antropomorfas y criaturas serpentiformes.
Menzel ha dividido la cerámica nazca en nueve fases, clasificación más usada hasta hoy. Según dicho autor, la agrupación sería de la siguiente manera. Nazca 1, donde se introduce la policromía y un sistema de cocción especial que permite obtener colores lustrosos, hay nuevos dibujos naturalistas. Las fases 2, 3 y 4 se les denomina Nazca Monumental, y simplemente es un desarrollo gradual de temas y formas anteriores. La Fase 5 rompe con las anteriores en un mayor cuidado en los acabados de la cerámica y en la pintura, principalmente sobre un fondo blanco. Las Fases 6 y 7 o Nazca Prolífero están caracterizadas por movimientos innovadores locales que reemplazan por completo a Nazca Monumental. Nazca 8 o Disyuntivo es la continuación del anterior pero se ven las influencias Huari y de la Costa Central.
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