Una de las herramientas intelectuales más usadas para captar la realidad es la metáfora. No sólo se trata de una forma de expresión poética, sino que es habitual en nuestra vida cotidiana y hasta tiene utilidad en las ciencias. Las metáforas forman parte misma del pensamiento humano. Pero, si bien los antropólogos las han rastreado en forma exhaustiva en esos pueblos que algunos llaman “primitivos” y que Levi Strauss prefiere identificar como sin escritura, y están fuertemente presentes en la oralidad primaria y en la poesía; ¿podemos encontrar metáforas con la misma fuerza y presencia en nuestra sociedad y especialmente, en el arte de nuestro medio? Considero que sí, el arte ha sido el que dio palabras e imágenes, para acceder al mundo de las ideas, a la belleza y felicidad y al horror de los espacios vacios y la muerte. La metáfora es ese puente de acceso al mundo, siempre presente en la mente humana. Para corroborar esta afirmación se tratará de rastrear las metáforas en algunas obras pictóricas de artistas argentinos realizadas durante la última dictadura militar. La elección de este período, además de responder a un interés personal, se relaciona con la importancia que tiene la metáfora para permitirnos enfrentar el horror y superar la incapacidad de decir.