En este libro se recoge un amplio repertorio de nombres y variantes de origen latino, griego, anglosajón, árabe o japonés, que se puede poner al recién nacido. Probablemente se encontrarán muchos nombres que nunca se tuvieron en consideración, pues aparecen desde los más tradicionales hasta los más inusuales, desde Adela hasta Zujaila, que significa suave, o desde Abel hasta Zoilo, que deriva del griego vital.