Damos mucho y exigimos poco a nuestros hijos, la pregunta es ¿Cómo lograr el equilibrio? La mayoría de padres enfrentan este problema al educar a sus hijos. Son indulgentes porque quieren darles gusto, y a veces les resulta difícil diferenciar entre el papel de amigos y el de padres. Sin embargo, al ser demasiado permisivos impedimos a los chicos enfrentar los problemas que formarán su carácter. Los niños y adolescentes educados con este trato pueden presentar algunas conductas como egocentrismo, perfeccionismo, depresión y falta de control. En este libro, el autor explica cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a llenar los vacíos de ansiedad y confusión, enseñándoles a comprometerse con una actividad importante para ellos.