Artículo en el que el autor hace un cuestionamiento a la capacitación docente impulsada por el Ministerio de Educación en ese año. Entre las críticas a este proceso se señalan la apresuramiento e improvisación, metas poco realistas, horarios inconvenientes. Propone que se debe priorizar la calidad antes que la cantidad, seleccionar mejor a los capacitadotes pues no todas las universidades nacionales o privadazas son iguales, explorar otras modalidades alternativas de capacitación.