La independencia del Perú
La Corriente Independentista del Norte
La dictadura de Simón Bolívar
La presencia de Simón Bolívar en territorio peruano nunca fue bien vista ni por las elites políticas recién conformadas, ni por la antigua elite criolla. Los primeros vieron en el libertador y dictador a un usurpador napoleónico que quiso establecer un gobierno absoluto basado en su figura, mientras que los segundos lo asociaron con su condición de extranjero que amenazaba sus privilegios de grupo.

Una vez con el Perú pacificado y completamente independiente, Bolívar emitió una nueva constitución en 1826, llamada bolivariana o vitalicia. En ella se intentó equilibrar las libertades individuales de los ciudadanos con la fuerza de la autoridad, a la vez que concentraba todo el poder en la figura del libertador.

El proyecto bolivariano comprendía formar una nación sudamericana, en ese sentido la convocatoria al congreso de Panamá el 7 de diciembre de 1824 fue el primer paso. Fueron los representantes de Colombia, México, Guatemala y Perú, también los de Estados Unidos e Inglaterra. El congreso, que sesionó un mes, no llegó a mayores acuerdos y fue un fracaso político. Las rencillas regionales avivaron viejas diferencias y la fraternidad expuesta durante las guerras de independencia se esfumó. El fracaso del congreso de Panamá fue el inicio del fin del proyecto bolivariano de unir a parte de Sudamérica en la Confederación de los Andes.

Finalmente, Simón Bolívar regresó a la Gran Colombia, la cual se separó mientras él aún vivía. Su proyecto unificador no pasó de las palabras. Cada nueva nación debía elegir su propio destino.