Durante siglos, los historiadores de casi todas las repúblicas buscan en el pasado los hechos, datos, personajes y acontecimientos que contengan los valores clásicos de heroísmo, patriotismo, unión y tradición, con la finalidad de mostrar a sus sociedades los lazos que las une internamente. En ese sentido, la etapa de la independencia para una colonia es quizá la más importante en la historia moderna de esa nueva república, donde se deben condensar los ideales mencionados, llevados casi hasta la exageración con la finalidad de establecer un proyecto nacional.
La historiografía peruana hasta 1972 defiende la tesis de la unidad mestiza y del patriotismo como móvil. Luego, una revolución historiográfica liderada por un pequeño texto compilatorio criticó las bases de esos planteamientos y cuestionó los ideales nacionales hasta el punto de negar al Perú como nación. Una serie de nuevos estudios han moderado esa tesis, pero implícitamente la han aceptado.