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    Poesía
La original poesía de Rodolfo Hinostroza

Poesía

HORACIO

Se han detenido, Horacio, las flechas en medio de su vuelo.
El lejano prestigio de la luna levanta nuevamente
a las doncellas
y las teje y las enreda en un delgado sonambulismo.
Los adolescentes apócrifos comparan el brillo de las charcas
con el de sus sortijas.
Te pedimos, Horacio, que nos digas
cual será en adelante la morada de nuestras almas de albúmina
y de hierro y de silencio.
Dínoslo, Horacio, y si quieres llamar en tu consejo
a tus amigos
-los de los grandes belfos, los de los eructos-
Y si quieres llamar a tus amigas 
-las de los vertederos axilares, las de la fidelidad a toda prueba-
hazlo, y reparte nuestras bebidas como trozos de hierba.
(Oh, canícula, canícula. En el centro de tu corazón
habitan los hombres voluntariosos, los entusiastas del músculo y
la flecha, los que desdeñaron los vahos siderales. Esos 
que aman aún, y que respiran despaciosamente, como sombras de plantas.
Esos que llegaron a ser, prefigurando
lo que luego seríamos, nuestra flagrante debilidad en los dedos.)
Horacio, mirando al cielo vi a un pez anciano
removiendo hueveras luminosas. En el lecho soñé
que todos los habitantes de la tierra, uno por uno,
venían a verme, por que yo era un cachalote varado y
todavía poderoso, que sólo obedecía a órdenes de dioses,
las que nunca llegaban. Soñé, Horacio que de pronto
yo era un camaleón y con mi larga lengua
me lamía las llagas incoloras y el alma albuminoide.
Y eran tantos los hombres como estatuas salinas
que sepultaban continentes enteros.
¿Me dirás si una premonición, como una joven viuda 
ha transitado la acidez de mi sueño?
¿Me dirás si el espíritu posee las curvas de un espejo?
(El que va a intervenir en la batalla
tiene que despojarse del silencio,
tiene que conocerse los brazos y las piernas,
tiene que temer mucho a la muerte. El que va a intervenir en la batalla
orina, come poco, y besa a su mujer si es que la tiene).
Se detienen las flechas en medio de su vuelo. Hay una calma tensa
como el techo de un hongo.
Todavía un consejo, Horacio, amigo.

Gambito de Rey

Y continué P4AR 
"Jugada peligrosa", dijo el Maestro, "de la escuela romántica. Andersen 
sale así en La Inmortal. Cuide Ud. 4T y tal vez haga tablas" 
		 Y salieron mis escuadras imprecisas 
transparente mediosueño bajo el canto del pájaro campana 
y el árbol que todo lo sabe desplegando sentencias en románicas. PxP 
aceptó el Negro. Y yo C3AR. 
			    Y por entonces la Realidad era 
una impetuosa fantasmagoría / cierto impulso 
en la materia del ánima humana la conduce a negar el pasado.
 "Eh!", insistí otra vez "Cómo voy a seguir? 
Qué decir de la Historia si es licencia poética 
decir que se repite, que eI incesante error
de los vencidos se repite, que el Poder del Imperio se repite? " 
Algo hay, yo te diré
que te conduce a afirmar el pasado y a repetir un acto equivocado 
para sentir que existes /porque eres desdichado por ejemplo/ 
y es inútil el acto, pero no obstante obligado 
de repetir, pudiera ser que en el siguiente ciclo se abran las puertas de la justicia 
o de la paz  

Ah! Esa repetición spengleriana! /Espanto lúdico 
perdido en sus orígenes. 
                                 Gigantesca esfera de leyes implacables 
Nunca nadie jugó dos partidas iguales: así creer 
en la repetición histórica es. pura necedad. Mira bien: 
ahora el Negro 
llevará el Alfil a 2D, y esa es 
Defensa Cunningham 
de largas consecuencias. 
-Supuse que volviendo 
agradaría a todos si es que hablaba de amor y alegría 
aunque malditas las ganas que me quedaban, pero aquí 
huyen 
del melancólico como del apestado en el s. XIV 
y todo se ha perdido, aunque haya bautizado este regreso 
con un sonoro nombre griego: NOSTOS 
				Extraño 
en 
 Ecbatana, como dice 
Mc Leish. Adiós, culeados sueños, adiós tu pulso, tallador de brillantes 
el regreso no significa nada, la miserable comunión de los cielos 
con cualquier otra cosa jamás se ha producido, y hay algo 
que acelera la fuerza de las cosas: una quieta barbarie de los tuyos 
oculta entre palabras y unos gestos ambiguos. Nostos: 
destierro del amor. Adiós gran árbol que ibas a florecer y te quemaste; 
adiós frutas enanas, parábola de Anteo, cte. que las gentes 
echan tierra a tus ojos, y esa es toda la tierra que te han dado. 
Cuídate del ridículo. 
Cuídate del epíteto. 
Cuídate de la verdad en boca de los niños. 
"Audacia, más audacia, siempre audacia", recordé 
haciendo A4AD. El Maestro insistió.- "4T está desamparada". 
Y se siguieron una serie de golpes: 
su A5T jaque (+) mi CxA y el suyo DxC y nuevamente jaque. 
Así llegó la hora de velar al gran amor. Los manjares del banquete nupcial sirvieron 
para el banquete de difuntos Hamlet, act 1, viceversa, y grité. "Eh? Quién ha muerto? 
En esta casa no se muere nadie! Es la casa del amor, del olvido, de la re- conciliación! 
" Eso dije y los pájaros picotearon mis rifíones y creo que el pórtico de una casa en mi 
espíritu se derrumbó crujiendo como el hueso de un ave. 
El Maestro 
salmodiaba en un tablero lejano: "Hablemos de dialéctica 
viviente, o alquimia del espíritu, como se llamaba 
hace 8 siglos.- una fuerza que se opone a otra fuerza 
actúa sobre la contradicción del enemigo. Enroque Ud. 
consolídese/conózcase a sí mismo/no juegue ningún rol 
sea Ud. todas las piezas del tablero/sienta la amputación 
de un miembro cuando cae un peón. Un Yo compacto, un Yo 
visible, si no revierte sobre la propia Historia es un poder desperdiciado, una pura 
metáfora hedonista. Observe Ud. la armonía 
de la Defensa India del Rey". 
Pero quieren decirme de qué juego me hablan?
Los últimos cisnes cantaron con horribles aullidos de castrati. 
Una mano indecisa sacrificó el P en 3C, y PxP, la 
rápida respuesta D2R, y el Negro 
siguió P7C, jaque descubierto. 
 Y todo fue arriesgado 
y todo fue perdido. 
Así ellos los audaces sobre un punto de una esfera bruñida 
quisieron encender lo que se dice el fuego incorruptible. 
Pero no hubo movimientos alados, ni ayuda, ni piedad. 
Oh 
descomedidos campesinos! Ah, las brutales manadas de los satisfechos 
que imaginan tomar parte en el banquete! Mala peste al país 
que abandona a sus héroes, que caen como una estampa bíblica 
con la sal en el rostro. 
     Y un hombre 
se apoya contra un árbol, disponiéndose a acabar su vida con dignidad: 
escucha: K.550 entre el murmullo de las ametralladoras 
el minuet se enfrenta al infinito 
sabiendo de antemano que será derrotado 
     y así fue el canto 
de la revolución, amor, amor. 
Así pues 
     devoraron bellotas 
haciendo lo que se llama el recuento de muertos. 
Y siguió mi fatal RID y el PxT coronando 
abrió la persecución implacable 
crucé 
mi D en IA. 
"Sabes lo que jugamos?" preguntó el Negro 
"Qué?" dije estúpidamente. "Tu fe. Y tu futuro." 
Utopía se cae, se cae. 
Los sueños ruedan a las alcantarillas 
        ángeles incoloros vagan 
sin ruta y sin objeto entre las agujas de los templos 
ruedas ardientes giran con los descabezados 
     Mi escuadra! 
Mi orgullosa escuadra! 
     Mi querido Yo Mismo! 
Entre la música de los escupitajos y los murmullos de los paterfamiliae. 
  DSC (+). Una fangosa eternidad de espera; luego 
el lento movimiento al A2R. Y DTXD 
"Mate!" aulló el Negro 
derribando las sillas escarlata. / Act. V. Telón/ 
La implacable esfera 
las leyes implacables. 64 escaques 
y el universo se comba sobre sí mismo. No hay afuera, 
no hay 
escape hacia otra dimensión donde todo esto sea 
la historia del reptil, la historia del anfibio, la pura prehistoria. 
"Pero vuelva a jugar" dijo el Maestro "una partida 
es sólo una partida. La especie humana 
persiste en el error, hasta que sale 
una incesante aurora 
fuera del círculo mágico". 
Entonces 
a la partida siguiente 
jugué en 3) A5C. 
" ¿Ruy López?" observó el Maestro 
"Usted aprende". 

DIALOGO DE UN PRESO Y UN SORDO

George:
No nos alcanza el pájaro campana? Alinea el sueño 
muertos y resurrectos sobre unas paredes pegajosas? 
La mujer olía a lino. 
Dime, escuchas ese rumor?  Es como si trajeran a una presa? y ese 
chirrido de cadenas es lo único que nos separa del mundo irreal. 
La mujer olía. 
Y voilà que se vienen 
unas falsas sandalias caminando, y nos hablan de Europas 
que no conoceremos, de pagodas ahora; esos rastros 
indican que han pisado tierra roja, y dónde hay esta tierra roja, George? 
Un desierto, seguramente, algo calcinado por el sol. El sol. Recuerdas? 
Hay un sol afuera! 
/Él dice que no hay afuera/ 
La mujer olía a mujer. 
"Clang, clang" tañen las monedas sobre un plato de estaño, oyes? 
No te duermas! Quieres 
más sueño todavía? George? Cualquier cosa, ese clang clang idiota, 
esa imaginación que va extinguiéndose, esas palabras que no quieren salir, nos acerca a la realidad.
Realidad, tu nombre escribo. 
  La mujer es ese ruido. El 
universo es ese ruido,eh, Capitán? Las esferas oxidadas 
producen ese ruido, Saturno gira sobre Escorpión y cris- pa los nervios; 
hay un mar también, y la lluvia, y a veces se revuelven, quiero decir 
que llueve sobre el mar, y caen rayos, y da ganas de ponerse a aullar 
como un loco. Capitán? 
Un cepo guarda unos huesos, los helados corredores 
esconden barricadas de amontillado. 
Realidad? 
George? 
El pájaro paro se para en las ramas del manzano. 
La mujer olía a sándalo. 
Has oído ese cuento 
del hombre que cae dentro de un barril, y se va hundiendo, y al principio se aterra y hace intento de salir,
 y luego advierte que ha retornado al vientre de su madre? 
Ese hombre 
volvió a ser puro, George.
Los catatónicos vagan por el centro de la ciudad. Una 
multitud de estudiantes y  gente de bien arman una pedrea. 
Pero los simples  siguen, exclamando, rezando: 
"Son los santos, son los santos, oyes, mama? 
 Ella se sacaba el vestido 
por la cabeza./ Pero por qué hablas de ella! 
Ella te empujó con ambas manos 
para arrojarte dentro del barril. 
  Pero olía a sándalo y a sopa de cebollas. 
Esa sombra fue un pájaro, una mariposa,
el sueño de este sueño? Despierta, George! 
Adminístrate. La ronda del sol 
no se ve desde aquí. Imposible determinar el tiempo. El tiempo, esa 
sucia palabra. Habla, George. Tú sabías de números 
alguna vez, 
con música: "Dos por uno dos/des por dos cuatroldos por tres seis" Realidad? Hay que
robar estacas y clavarlas 
sobre una realidad que se deshace? 
Ella. 
/Él dice que no hay afuera/ 
       Te mataría, George. Pero, no. 
Yo también he dormido varios años, 
intermitentemente. Tal vez duermo ahora mismo, y tú 
eres el despierto. 
Oh! Entonces sí te mataría, Capitán. 
Ningún ruido. El pájaro tilín no suena tilín no suena. 
Los sentidos se pudren, se pudren. Mafíana será el tacto, 
los bellos ojos de cuarzo. George? Estás allí? 
Que oiga tu voz, 
un sonido vocálico, cualquier cosa 
que no calle jamás.
 
Imitación de Propercio

Para arrasar el Poder
se precisa el Poder: yo buscaré el Tao & Utopía.
Oh César
no me sueltes a tus perros de presa
la otra margen quizás no he de alcanzar
quizás me turbe
la contemplación de la belleza
y que de detenido otra vez detenido por un cuerpo
sensible a la virtud de un río
qué fueron sino rocío de los prados
qué fueron sino verdura de las eras
y pasaron miserablemente sus días en la tierra
Mi amada me espera
en la Puerta de Lilas
iremos en auto-stop a Salzburgo
Mozart prende las estrellas
nos revolcaremos sobre campos de avena
una vez más hacer el amor será un milagro
entre dos o tres
y las suecas de largas piernas
el invierno nórdico
cantando cosas
lúbricas forever
descubriendo la dulzura del Oro de Acapulco
nuestra propia dulzura
la naturaleza bienamada
robando frutas
vendiendo baratijas hechas por nuestras manos
viajando hacia el verano
el otoño
los desiertos alquímicos
bellas palabras en idiomas extraños
Y acamparemos bajo las estrellas
ritos órficos/sueños
espuma de mares jóvenes y mortales
donde no lleguen tus gerifaltes
Oh César
a intentar que cantemos al Poder.