Fundación Telefónica Educared
    Semblanza
    Poesía
    Enlaces
El reino poético de Jorge Eduardo Eielson

Poesía

Reino primero

Sobre los puros valles, eléctricos sotos,
Tras las ciudades que un ángel diluye
En el cielo, cargado de heces sombrías y santas,
El joven oscuro defiende a la joven.
Contemplan allí al verde, arcaico Señor
De los cedros, reinar furtivo en sus telas,
Guiar la nube esmeralda y sonora del mar
Por el bosque, o besar los abetos de Dios, 
Orinados por los ángeles, la luna y las estrellas:
Manzanas de amor en la yedra de muerte
Ve el joven, solemnes y áureos cubiertos
En la fronda maldita, que un ciervo de vidrio estremece.
La joven, que nada es ya en el polvo sombrío,
Sino un cielo puro y lejano, recuerda su tumba,
Llueve e irrumpe en los brazos del joven
En un rayo muy suave de santa o paloma.

Poesía

En mi mesa muerta, candelabros
De oro, platos vacíos, poesía
De mis dientes en ruina, poesía
De la fruta rosada y el vaso
De nadie en la alfombra. Poesía
De mi hermana difunta, amarilla,
Pintada y vacía en su silla;
Poesía del gato sin vida, el reloj
Y el ladrón en el polvo. Poesía
Del viento y la luna que pasa,
Del árbol frondoso o desnudo
Que un fósforo cruza. Poesía
Del polvo en mi mesa de gala,
Orlada de coles, antigua y triste
Cristalería, dedos tenedores.

(de Reinos)


Poesía en forma de pájaro

                    azul
             brillante
             el Ojo el
pico anaranjado
             el cuello
             el cuello 
             el cuello 
             el cuello 
             el cuello 
             el cuello 
             el cuello
             el cuello herido
             pájaro de papel y tinta que no vuela
             que no se mueve que no canta que no respira
             animal hecho de versos amarillos
             de silencioso plumaje impreso
             tal vez un soplo desbarata
             la misteriosa palabra que sujeta
             sus dos patas 
                           patas
                           patas
                           patas
                           patas
                           patas
                           patas
                           patas
                           patas a mi mesa

(de Tema y variaciones)

Azul ultramar

mediterráneo ayúdame 
ayúdame ultramar 
padre nuestro que estás en el agua 
del tirreno 
y del adriático gemelo 
no me dejes vivir 
tan sólo de carne y hueso 
haz que despierte nuevamente 
sin haber nunca dormido 
haz que no llore nunca 
haz que no muera nunca 
haz que circule tu sonrisa 
haz que no haya nada oscuro 
nada amarillo 
nada rojo 
nada violeta ni verde 
haz que amanezca nuevamente 
esta ciudad que es tuya 
y sin embargo es mía 
esta ciudad que beso día y noche 
como besaba lima en la niebla 
y luego besé parís 
y mañana besaré moscú 
nueva york y tokio 
londres y pekín 
y enseguida besaré la luna 
y más tarde marte 
venus y saturno 
y toda la vía láctea 
hasta las últimas estrellas 
mediterráneo ayúdame 
ayúdame ultramar 
lo vertiginoso 
se apodera de mi cuerpo 
resplandece entre mis brazos 
baila con el sol en la azotea 
y la luna en la cocina 
la noche devastadora 
es una máquina que brilla 
una astronave de oro 
una ecuación que avanza 
avanza 
avanza 
y caen mil puertas de carne y hueso 
y yo que corro corro corro 
sigo corriendo todavía 
y caen mil puertas más 
tropiezo con una silla 
huyo por las alcantarillas 
salgo de los espejos 
caigo ante columnas impalpables 
y dolores de cabeza 
me levanto 
y caigo nuevamente 
me levanto 
y caigo nuevamente 
entre las patas de los cerdos 
finalmente 
y lo vertiginoso es un muchacho 
completamente inmóvil 
una esfera solamente 
una naranja quizás 
todo en aras 
de dulzuras que no existen 
de nauseabundas criaturas 
que gobiernan lo imposible 
lo inesperado y lo inútil 
ayúdame ultramar, 
ayúdame pez dorado 
cae mi cuerpo de lo alto 
de una cúpula sin vida 
cae el sol y cae la luna 
cae la norma 
y ciudades y estatutos 
caen las leyes 
en racimos congelados 
¿en dónde está mi doble 
palpitante y escondido 
mi corazón encogido 
y su quejido? 
¿en dónde está 
en dónde está 
mi corazón 	mi corazón 
tambores bajo el tíber 
tropetas en el foro
mi corazón		mi corazón
mi corazón		mi saxofón
mi saxofón		mi corazón
mi coraxón		mi saxozón
en dónde está 
en dónde está 
el corazón 
de esta ciudad que es tu cuerpo 
y es el mío 
nuestro cuerpo 
y nuestro río 
nuestra iglesia 
y nuestro abismo? 
esta ciudad con casas 
con restaurantes 
con automóviles 
con fábricas y cinemas 
teatros y cementerios 
y escandalosos 
avisos luminosos 
para anunciar a dios con insistencia 
con deslumbrantes criaturas 
de papel policromado 
que devoran coca-cola 
bien helada 
con espantosos remates 
de vestidos usados 
sexo y acción 
heroísmo y pasión 
technicolor por doquier 
con elegantes 
señores que sonríen y sonríen 
y operarios que trabajan y trabajan 
con miserables avenidas 
que huelen a ropa sucia 
y miserable ropa sucia 
que huele a puro mármol 
(tal y cual como tu cuerpo 
criatura 
fabuloso bajo el ruido de mil klaxons 
y motores encendidos)

(de Habitación en Roma)

Cuerpo anterior

El arco iris taraviesa a mi padre y mi madre
Mientras duermen. No están desnudos
Ni los cubre pijama ni sábana alguna
Son más bien una nube
En forma de mujer y hombre entrelazados
Quizás el primer hombre y la primera mujer
Sobre la tierra. El arco iris me sorprende
Viendo correr lagartijas entre los intersticios
De sus huesos y mis huesos viendo crecer
Un algodón celeste entre sus cejas
Ya ni se miran	   ni se abrazan	     ni se mueven
El arco iris se los lleva nuevamente
Como se lleva mi pensamiento
Mi juventud y mis anteojos

Cuerpo enamorado

Miro mi sexo con ternura
Toco la punta de mi cuerpo enamorado
Y no soy yo que veo sino el otro
El mismo mono milenario
Que se refleja en el remanso y ríe
Amo el espejo en que contemplo
Mi espesa barba y mi tristeza
Mis pantalones grises y la lluvia
Miro mi sexo con ternura
Mi glande puro y mis testículos
Repletos de amargura
Y no soy yo que sufre sino el otro
El mismo mono milenario
Que se refleja en el espejo y llora

Cuerpo dividido

Si la mitad de mi cuerpo sonríe
La otra mitad se llena de tristeza
Y misteriosas escamas de pescado
Suceden a mis cabellos. Sonrío y lloro
Sin saber si son mis brazos
O mis piernas las que lloran o sonríen
Sin saber si es mi cabeza
Mi corazón o mi glande
El que decide mi sonrisa
O mi tristeza. Azul como los peces
Me muevo en aguas turbias o brillantes
Sin preguntarme por qué
Simplemente sollozo
Mientras sonrío y sonrío
Mientras sollozo

(de Noche oscura del cuerpo)

Los hombres de negocios…

Los hombres de negocios no respiran
No sollozan no conocen
Las magnolias. A duras penas orinan 
Y defecan cuando pueden. Tampoco 
Aman ninguno y ninguno 
Los ama. No hay animales más veloces 
Ni más cercanos a la muerte 
Que estos seres vacíos 
No hay cosa que no deseen 
Ni que les sea negada  mas a su contacto 
Todo se vuelve nada 
Los hombres de negocios 
Son tan veloces y tan necios
Que no conocen
El ocio

(de Sin título)