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Los cronistas andinos

En este punto se reseñan las vidas y obras de los cronistas nacidos en el Perú y que escribieron sus obras a estilo de crónica. Si bien hemos optado por el nombre de "cronistas andinos" para designar esta selección, que también se pudo llamar "cronistas originarios". Recalcamos que no nos estamos refiriendo al origen étnico de los cronistas, sino al medio al cual pertenecen, sean estos indígenas, mestizos o criollos. Los aquí mencionados tienen como similitud el ser considerados tanto los recuperadores de una herencia andina, asimismo como los portadores del sincretismo cultural que permitía identificarse con un mundo andino, cristiano y colonial.

Titu Cusi Yupanqui, el tercero de los incas de Vilcabamba, finalizó su crónica titulada Instrucción del Inga don Diego de Castro Titu Cusi Yupangui para el muy Ilustre Señor el Licenciado Lope García de Castro en 1570, cuando ya había adoptado el nombre cristiano de Diego de Castro y capitulado ante los españoles. Su obra, se trata más bien de una instrucción, es decir, una probanza de servicios y un reclamo de agravios dirigido al entonces gobernador del Perú, Lope García de Castro y al rey de España. Allí se relata tanto los agravios cometidos por los hermanos Pizarro a su padre Manco Inca, como así el cerco del Cuzco realizado por el mismo líder de la resistencia incaica. Titu Cusi también relata en su instrucción un relato particular de la captura de Atahualpa, donde tilda al Inca de usurpador contraponiéndolo a Manco Inca. Si bien su relato puede ser considerado el de una persona de origen andino, la primera crónica de este tipo, los historiadores han determinado que la Instrucción ha sido alterada por el escribano español, el fraile agustino Marcos García, como se puede observar en la redacción. Aun así es un texto con mucha información de las primeras impresiones de un indígena del Tahuantinsuyo ante la llegada de los españoles.

Juan de Santa Cruz Pachacuti es uno de los cronistas andinos de los que menos se sabe. Se ha fechado su crónica en 1613 y se le ha titulado, al parecer posteriormente y no por el autor, como Relación de antigüedades desde reino del Pirú. En ella, se relatan mitos de origen andino en los cuales se combina tanto la tradición andina prehispánica como una influencia del modelo mitológico europeo, como es el caso de la vida de los santos.

Felipe Guamán Poma de Ayala es quizá el paradigma del sincretismo en los cronistas andinos. Si bien en un inicio se le consideró un cronista puramente andino, ahora se le reconoce la cualidad de pertenecer a un contexto multicultural en el cual lo andino fue tomado tanto como lo hispano para elaborar su obra, El primer nueva corónica y buen gobierno. En ella, el cronista nacido entre 1530 y 1550 intenta elaborar como su título lo evidencia, una crónica de los sucesos desde el Tahuantinsuyo y posteriormente con la conquista, enfatizando los abusos que los españoles llevan a cabo hacia los indios, y luego una serie de recomendaciones -el buen gobierno- para conseguir una convivencia dentro del virreinato. Lo más interesante dentro de la obra de Guamán Poma, y lo que ha llamado la atención de los historiadores desde la década de 1990, es la particular explicación que tiene del cosmos, contraponiendo categorías andinas a las europeas que en muchos casos confunden al lector y que no hace más que confirmar su condición de punto medio entre dos culturas a la vez en pugna y en sincretismo. El mismo autor fue consciente de esta particularidad, de esta nueva manera de contar la historia a la vez andina y europea, y es por ello que antepuso al título de su crónica el epíteto de "nueva". Asimismo, el texto de Guamán Poma no está exento de intereses y manipulaciones, pues el objetivo último del autor es probar que su linaje ha servido a la Corona española desde la misma llegada de los conquistadores, con la finalidad de hacerse de una serie de beneficios que ya había venido reclamando en los fueros de justicia coloniales. Al parecer la obra nunca llegó al mismo Rey de España, pero sí a la corte, pues uno de los manuscritos originales se encuentra hoy en la Biblioteca Real de Dinamarca, donde llegó posiblemente gracias a un embajador o coleccionista danés. La supervivencia física de la crónica se debe también a los dibujos realizados por el autor, que terminan por darle un carácter único a la obra. Actualmente, se pueden revisar sus 1189 páginas en formato electrónico gracias al proyecto de digitalización realizado por la Biblioteca Real de Dinamarca en 1998 y a la consultoría académica de la doctora Rolena Adorno, con la finalidad de preservar el manuscrito original. En la dirección web http://www.kb.dk/elib/mss/poma/ también se encuentran ensayos, enlaces y tablas para la búsqueda más apropiada.

La conocida crónica del Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios reales de los Incas, fue publicada en Lisboa en 1609. Escrita en el autoexilio en España del autor, los Comentarios reales es una de las más conocidas y consultadas crónicas, poseedora de una belleza literaria inédita producto de la amplia cultura renacentista del autor, producto de ello es la gran cantidad de textos de análisis literario e historiográfico sobre su vida y obra. Garcilaso es interlocutor, al igual que los cronistas mencionados, de dos culturas, pero de una manera más científica, lo cual le permitió utilizar -anotando el origen y la fuente- tanto relatos de origen andino como fuentes escritas europeas. Los Comentarios reales alcanzaron rápidamente traducciones a varias lenguas europeas y fue la segunda edición de 1617 la que llegó a manos, entre otros, de José Gabriel Condorcanqui, el posteriormente conocido Túpac Amaru. Si bien la obra de Garcilaso ha tenido siempre mayor verosimilitud y crédito que otras, hay que recordar que el autor tiene una intención bastante clara dentro de su historia -que implica una versión de la verdad- que es la de establecer la legitimidad de sus antepasados incas, no olvidemos que es hijo ilegítimo del español Sebastián Garcilaso de la Vega Vargas y de la noble indígena Palla Chimpu Ocllo, convirtiendo en monarquía el gobierno de los Incas. Su influencia directa fue muy duradera en los investigadores e historiadores, y recién en el siglo XX es que se le cuestiona y estudia con más detenimiento, sin que por ello se haya visto mellada su importancia como cronista elaborador de una historia andina.

Inca Garcilaso de la Vega

Crónica de Garcilaso de la Vega></a><br>
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