La prosperidad falaz

Ramón Castilla

Ramón Castilla y Marquesado (1797-1867) llegó a la presidencia de la república tras derrotar al dictador Manuel Ignacio de Vivanco en la batalla de La Palma. Esta victoria significó no sólo el comienzo de una relativa calma política, sino que terminó con un prolongado periodo de guerras intestinas y anarquía político-militar que caracterizó los primeros 20 años de vida republicana.




Hay que tener en cuenta que Castilla fue un caudillo más, inclusive tuvo una participación intensa en todas las guerras y aventuras políticas hasta el año en que es presidente.

Su carrera militar la inició en las guerras de independencia pero en el bando realista. Rápidamente pasó a las filas patriotas y tuvo una digna participación al lado de San Martín y Bolívar. Siempre apoyó a cuanto caudillo autoritario aparecía en escena principalmente a Domingo Nieto, Felipe Santiago Salaverry y Agustín Gamarra. Fue prefecto de Tarapacá (su tierra natal) y Puno y opositor feroz de la Confederación peruano-boliviana. Fue deportado a Chile junto a otros peruanos inconformes con el proyecto santacrucino y desde allí confabuló junto al ministro Diego Portales para acabar con la Confederación. Junto a Manuel Bulnes ingresó al Perú en las llamadas campañas restauradoras y venció a Santa Cruz en la batalla de Yungay, aniquilando para siempre la unión entre Bolivia y Perú.

Ramón Castilla asumió la presidencia por primera vez en 1845 y tuvo una política que iba de lo liberal a lo conservador, negociando con las elites y caudillos regionales la estabilidad política del país. Una vez quietas las aguas en el ámbito militar y asumida la legalidad del gobierno entre los más conspicuos caudillos, Castilla aprovechó los réditos del guano para llevar a cabo un ordenamiento fiscal sin precedentes. Entre sus obras destacan la creación del presupuesto para los años 1846 y1847, que por primera vez indicaba las perdidas y forados fiscales en el erario nacional. El guano se convirtió en el principal agente de divisas para el reordenamiento económico y para el pago de la deuda externa a Inglaterra y Estados unidos principalmente.

Otra de las preocupaciones de Castilla fue la poca capacidad militar del Perú frente a sus vecinos y potenciales enemigos. Ordenó la compra de varios buques y bergantines y la apertura de una escuela militar. Pertrechó al ejército y adquirió material bélico, cañones, obuses y nuevos rifles.

El embellecimiento de Lima fue otra de sus preocupaciones. Durante su gobierno se inauguró el alumbrado a gas en la ciudad capital, se reconstruyó el Paseo de los Descalzos, y se construyó el Mercado Central de Lima, acaso una de las obras más relevantes, pues las paraditas o mercadillos que abundaban en la ciudad, fueron muchas veces focos infecciosos y de propagación de enfermedades.

Durante su primer gobierno se inició el pago de la deuda interna a las familias, hombres y empresarios que aportaron con dinero, joyas u otros objetos valiosos a las guerras de independencia o durante las sublevaciones caudillescas. En un primer momento Castilla calculó que la deuda no sobrepasaría las 7 u 8 millones de pesos. Lo cierto es que el pago de los bonos de consolidación fue un escándalo de proporciones mayúsculas pues en el gobierno siguiente de José Rufino Echenique pagó bonos por 23 millones de pesos. La corrupción que se generó en torno a este tema alcanzó no solo a comerciantes inescrupulosos sino también a honorables hombres de la sociedad limeña. El ingenio para la falsificación de bonos llevó a muchos hombres a falsificar firmas de los presidentes pasados inclusive las firmas de Bolívar y San Martín.

Ramón Castilla regresó al poder tras levantarse en armas contra el gobierno de Echenique. El detonante fue el escándalo de los bonos de consolidación. Se supo que había una "fabrica de bonos" y que el gobierno se hacía de la vista gorda. Denunciado el hecho por el comerciante peruano Domingo Elías, Ramón Castilla no demoró en tomar las armas y encabezar una revolución moralizadora. Contaba con el apoyo del sur peruano y con las clases sociales que no se habían visto favorecidas por la repartija de bonos. Partió de Arequipa y paso por Cuzco y Ayacucho. En esta última ciudad decretó la finalización del tributo indígena y en su paso por Huancayo abolió la esclavitud (1854). Se enfrentó a las tropas de Echenique en la Palma, a pocos kilómetros de la ciudad de Lima de la cual salió airoso. Asumió el cargo de presidente el 14 de agosto de 1855.

Este segundo gobierno fue de corte liberal. La expresión máxima de los pensamientos y expectativas de esta época se expresó en la constitución de 1860, caracterizada por la inclusión de sectores sociales hasta ese momento excluidos de la vida política nacional. De igual manera la soberanía popular no hizo mella a las corrientes conservadoras que postulaban la soberanía de la inteligencia sobre el ignaro pueblo que no tiene los medios económicos ni las facultades mentales para conducir al estado.

La constitución se caracterizó por fortalecer las funciones de la cámara de diputados, reducción del tiempo de gobierno (de seis a cuatro años), elección de dos vicepresidentes y se le permitía el derecho a voto a todos los hombres que supieran leer y escribir, a los jefes de taller o pequeña empresa y a los que paguen alguna contribución al estado.

Entre las principales obras del segundo periodo de Castilla sobresale la realización del Censo General de la República, que dio como resultado una población de 2 millones 487 mil habitantes, la creación del Departamento de Loreto y la compra de varios barcos para la exploración y el patrullaje del Amazonas. Otras obras a destacar fueron la restitución de las Municipalidades y la creación de la Dirección de Obras Públicas, la inauguración del servicio de agua potable en la ciudad capital, la construcción del tren de pasajeros Lima-Chorrillos, la promulgación del Reglamento de Instrucción Pública (1855), de tendencia liberal y elaborado principalmente por Sebastián Lorente.

El gobierno de Castilla llegó a su fin en 1862. Miguel de San Román fue elegido presidente y le sucedió en el mando sin ningún contratiempo. Tuvo un corto mandato debido a su débil estado de salud. En los pocos meses que estuvo al mando estableció el Sistema Métrico Decimal de Pesos y Medidas y cambió el sistema monetario pues el Perú había sido invadido de la moneda feble boliviana de poco valor. De igual manera, durante su gobierno se supo de la presencia de una escuadra española en el océano Pacífico cuyas intenciones verdaderas (recuperar sus colonias) estaban revestidas bajo el nombre de expedición científica. Miguel de San Roman murió el 3 de abril de 1863, a tan solo 6 meses de asumir la dirección del gobierno.

subir