Fundación Telefónica Educared
    Semblanza
    Poesía
Dolor y esperanza en la posía de Wáshington Delgado

Semblanza

Cuando Wáshington Delgado inició su periplo literario con Formas de la ausencia (1955) tenía, formalmente, una relación con Pedro Salinas y de alguna manera con Jorge Guillén, ambos poetas españoles de la generación del 27. Posteriormente su poesía estará más en vinculación con Antonio Machado y Bertolt Brecht, pero al margen de estas influencias, recogerá la lección de Vallejo, no tanto en el verso, que será muy diferente, sino en la actitud.

Sin desconocer los logros formales de Parque (1965), un libro de arte menor, la mayor fuerza y hermosura de Delgado la podemos hallar en sus libros Para vivir mañana (1959) y Destierro por vida. Combativa a veces, desencantada en ocasiones, lúcida siempre, la poesía de Delgado, muestra siempre escondida emoción, inteligencia, trabajo de orfebre. Junto a Sologuren, Delgado aparece como poeta profesor. Dedicado a la cátedra universitaria durante más de treinta años, sus clases, y sobre todo su palabra fuera del aula, en oficinas y cafés, han sido un alimento espiritual para muchos jóvenes.