Ventura García Calderón (1886 - 1959)
Semblanza
El escritor y diplomático Ventura García Calderón, nació en París en 1866 y
murió en esa misma ciudad en 1959. Hijo del presidente de la República
Francisco García Calderón que al finalizar la guerra del Pacífico fue
confinado en Chile, pudo venir al Pero a los pocos meses de nacido y estudió
en el Colegio La Recoleta y en la Universidad de San Marcos. Tempranamente
diplomático estuvo en París en 1906 y luego en Londres en 1911. Ocupó cargos
en Madrid entre 1914 y 1916 y en Bélgica entre 1916 y 1921. Las
circunstancias políticas lo apartaron en más de una ocasión de la actividad
diplomática, pero a partir de 1932 hasta 1959 se reincorporó al servicio y
sirvió al Pero en Bélgica, Portugal, Francia y Suiza. Políglota y fino
escritor fue candidato al Premio Nóbel de Literatura de 1934, hecho poco
conocido en el Pero. La Academia de Lengua y Literatura Francesa de Bélgica
lo incorporó como uno de sus miembros en 1939 y la Academia Francesa le
otorgó su medalla de oro en 1948. García Calderón tiene un gran dominio de
la prosa tanto en español como en francés. Autor de numerosas antologías de
literatura peruana y americana, su mejor trabajo en ese rubro es la
Biblioteca de Cultura Peruana, editada bajo los auspicios de presidente
Oscar R. Benavides en 1938. También tienen justa fama sus ensayos
literarios, en especial Del romanticismo al modernismo de 1910 y La
literatura peruana 1535 /1914 precisamente de 1914. Pero todas las
facetas de su personalidad literaria, incluyendo su paciente dedicación a la
poesía, confluyen en su manejo maestro del cuento. En el relato corto
Ventura García Calderón despliega sus mejores capacidades literarias. Sus
libros de ficción más conocidos son La venganza del cóndor de 1924 y 1948
y Cuentos peruanos de 1948, libros traducidos a más de diez idiomas. La
presentación de los personajes, la descripción de la naturaleza, la hondura
de los conflictos, la manera maestra de terminar los cuentos, hacen de
Ventura García Calderón un cuentista excepcional dentro de la tradición
peruana e hispanoamericana. Sin duda que su prosa tiene la impronta de los
autores modernistas, como Darío o Gutiérrez Nájera, y es verdad también que
conocía bien a los autores de lengua francesa como Pierre Loti, pero es
verdad también que hay un conocimiento de primera mano de la realidad
peruana, de los conflictos que la atraviesan y hay una piedad, en el sentido
griego, por todos los personajes que viven dramas o tragedias como en su
célebre cuento El alfiler donde un viejo hacendado muy poderoso descubre
que su hija ha sido asesinada por su propio marido al descubrir que ella
había sido infiel. El anciano concede la mano de su segunda hija al criminal
y le pide que se comporte del mismo modo que antes si la muchacha sigue los
pasos de la hermana.
Autor de más de veinte libros, García Calderón merece más atención de la
que viene recibiendo por la crítica del Perú.
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