#Bienestar #Espaciosdeaprendizaje #HabilidadesSocioEmocionales
Monterrey (México)
El día a día de un docente comienza muy temprano, sobre todo en el mundo de la escuela.
Combinamos las obligaciones personales, las familiares y las profesionales en un tramo ajustado de actividades que no tienen cuándo parar; y así… el día termina sin poder darnos un respiro. Pero lo cierto es que esta rutina, que parece inexorable, es una construcción social que tenemos que aprender a gestionar por una razón muy importante: nuestro propio bienestar.
Hace poco, le pregunté a una colega: cuando planificas tu día, ¿reservas algún espacio de tiempo dedicado exclusivamente para ti? Me respondió con media sonrisa: «Ya quisiera, Lea, pero no me da el tiempo». Guardamos silencio por un rato, porque ambas sabemos que en el fondo es cierto, pero a la vez no.
Culminamos los reportajes en tierras mexicanas conversando con Eliud Quintero sobre un tema que nos apasiona –más allá de la educación y la tecnología–: el bienestar. Me llevó a conocer el espacio de reflexión construido en las instalaciones del campus del Instituto Tecnológico de Monterrey. Es un espacio que ofrece a la comunidad educativa el encuentro con uno mismo. Comparto la visita en el siguiente video.
Te invito a darle play a este video:
Este lugar inspirador anima a reflexionar sobre cómo podemos, desde nuestro rol y práctica docente, darnos espacios para cuidar nuestro bienestar, pero a su vez crear estos espacios de práctica en nuestras comunidades educativas y en la formación de los futuros docentes.
Papel indispensable del espacio en el cultivo del bienestar personal
El entorno de aprendizaje se extiende más allá de la dinámica tradicional estudiante - profesor - contenido, influyendo profundamente en el bienestar personal y, en consecuencia, en el proceso educativo. Ya lo decía Loris Malaguzzi, el espacio es el «tercer maestro».
La concepción educativa contemporánea, a menudo, pasa por alto la importancia del entorno de aprendizaje, centrándose en cambio en la transmisión de conocimientos. Sin embargo, el espacio físico y psicológico en el que se produce el aprendizaje puede alterar y elevar fundamentalmente toda la experiencia educativa. Los espacios dedicados a la reflexión e introspección no son meramente auxiliares, sino que son, de hecho, componentes esenciales para fomentar la regulación emocional, mejorar las relaciones interpersonales y, en última instancia, mejorar la calidad tanto de la enseñanza como del aprendizaje. El «punto de reflexión» diseñado en el TEC reconoce esta conexión, ya sea emocional, física o espiritual, y subraya la importancia de los espacios creados intencionalmente para nutrir el crecimiento personal.
Más allá de la «arquitectura», lo importante es darnos un espacio temporal para parar y desarrollar nuestro sentido de autoconciencia. Actividades como la meditación y la atención plena permiten fomentar la introspección y la regulación emocional, y son cruciales para el desarrollo personal. Como nos recuerda Eliud, «el aprendizaje comienza y termina con el cuerpo».
Además, la capacidad de regular las propias emociones, fomentada a través de prácticas reflexivas, impacta directamente en las relaciones con los demás. Al comprender y gestionar nuestros propios estados emocionales, podemos interactuar de manera más efectiva y empática con quienes nos rodean. Esto es particularmente relevante en un entorno educativo, donde la calidad de las interacciones entre estudiantes y profesores influye significativamente en los resultados del aprendizaje.
Las implicaciones para los educadores son profundas. Como se dice coloquialmente, «no podemos dar lo que no se tiene». Es difícil que enseñemos a nuestros estudiantes la «tranquilidad» sin encarnarla en nuestro propio comportamiento y comunicación. Al priorizar su propio bienestar y participar en prácticas reflexivas, los educadores pueden guiar y apoyar mejor a sus estudiantes. Esto requiere reconocer la importancia de crear momentos y espacios para la introspección; lo que, a su vez, mejorará su capacidad para reconocer y regular las emociones.
La toma de conciencia
La toma de conciencia es el primer paso para trabajar en el bienestar. El concepto abarca muchas dimensiones como lo físico, lo psicológico, el marco familiar y el marco social. Por ello, las acciones que se implementen al respecto no solo conciernen a las escuelas, sino también a las familias y a la sociedad, en general.
El bienestar digital se ejercita
Los maestros sienten mucho estrés y cansancio, lo que puede afectar su salud y su trabajo. Estudios (Wagner et al., 2024) muestran que prácticas de mindfulness o de atención plena mejoran las condiciones de estrés. Asimismo, pausas o descansos –como sesiones de yoga o tiempos de descanso planificados– en la rutina diaria de los maestros ayudan a prevenir el agotamiento y mejorar el bienestar general. Esto resulta en un óptimo desempeño y en aulas más positivas.
En los EE. UU., se cuenta con una escasez perpetua de maestros como resultado del estrés, el agotamiento y la deserción (Juárez et al., 2024). Entre las medidas para evitar esta situación, se recomienda implementar un marco de autocuidado y bienestar para el profesorado de los programas de formación de educadores, para que lo integren en los cursos y la práctica de futuros docentes a través de un enfoque preventivo.
La vida personal y profesional de los maestros depende, en gran medida, de su salud y su autocuidado. Assali & Abdouli (2024) señalan que los educadores enfrentan numerosos desafíos para mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal debido al trabajo arduo, las largas horas y los plazos ajustados. Además, las demandas emocionales del trabajo, como manejar circunstancias difíciles o gestionar problemas de comportamiento de los estudiantes, pueden resultar en niveles elevados de estrés. Finalmente, reportan que estos problemas se ven agravados por la escasez de recursos, la falta de redes de apoyo y una cultura que pone el bienestar de los docentes en último lugar.
Por ello, es importante que las escuelas y las instituciones de Educación Superior se involucren en crear espacios acogedores y alentadores que mejoren los resultados generales de los estudiantes al reconocer y abordar el bienestar de los instructores. Assali & Abdouli (2024) alientan a los maestros a liberar el poder del autocuidado y priorizar su bienestar.
La práctica hace al maestro
En conclusión, el cultivo del bienestar personal a través de espacios dedicados a la reflexión es fundamental para el proceso educativo. Al priorizar la introspección y la regulación emocional, tanto los estudiantes como los profesores pueden mejorar sus experiencias de aprendizaje, mejorar sus relaciones y fomentar un enfoque más holístico de la educación. La integración de tales prácticas en el marco educativo no es meramente beneficiosa, sino esencial para crear un entorno de aprendizaje más eficaz y enriquecedor.
Coméntanos tus experiencias en la comunidad de Educared.
Música original: Adriel Calvelo
Filmación y edición: Lea Sulmont
Experto invitado: Eliud Quintero
Director Nacional del Programa en Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey. https://www.linkedin.com/in/eliudquintero/
2025
Referencias
#Bienestar #Espaciosdeaprendizaje #HabilidadesSocioEmocionales
Monterrey (México)
El día a día de un docente comienza muy temprano, sobre todo en el mundo de la escuela.
Combinamos las obligaciones personales, las familiares y las profesionales en un tramo ajustado de actividades que no tienen cuándo parar; y así… el día termina sin poder darnos un respiro. Pero lo cierto es que esta rutina, que parece inexorable, es una construcción social que tenemos que aprender a gestionar por una razón muy importante: nuestro propio bienestar.
Hace poco, le pregunté a una colega: cuando planificas tu día, ¿reservas algún espacio de tiempo dedicado exclusivamente para ti? Me respondió con media sonrisa: «Ya quisiera, Lea, pero no me da el tiempo». Guardamos silencio por un rato, porque ambas sabemos que en el fondo es cierto, pero a la vez no.
Culminamos los reportajes en tierras mexicanas conversando con Eliud Quintero sobre un tema que nos apasiona –más allá de la educación y la tecnología–: el bienestar. Me llevó a conocer el espacio de reflexión construido en las instalaciones del campus del Instituto Tecnológico de Monterrey. Es un espacio que ofrece a la comunidad educativa el encuentro con uno mismo. Comparto la visita en el siguiente video.
Te invito a darle play a este video:
Este lugar inspirador anima a reflexionar sobre cómo podemos, desde nuestro rol y práctica docente, darnos espacios para cuidar nuestro bienestar, pero a su vez crear estos espacios de práctica en nuestras comunidades educativas y en la formación de los futuros docentes.
Papel indispensable del espacio en el cultivo del bienestar personal
El entorno de aprendizaje se extiende más allá de la dinámica tradicional estudiante – profesor – contenido, influyendo profundamente en el bienestar personal y, en consecuencia, en el proceso educativo. Ya lo decía Loris Malaguzzi, el espacio es el «tercer maestro».
La concepción educativa contemporánea, a menudo, pasa por alto la importancia del entorno de aprendizaje, centrándose en cambio en la transmisión de conocimientos. Sin embargo, el espacio físico y psicológico en el que se produce el aprendizaje puede alterar y elevar fundamentalmente toda la experiencia educativa. Los espacios dedicados a la reflexión e introspección no son meramente auxiliares, sino que son, de hecho, componentes esenciales para fomentar la regulación emocional, mejorar las relaciones interpersonales y, en última instancia, mejorar la calidad tanto de la enseñanza como del aprendizaje. El «punto de reflexión» diseñado en el TEC reconoce esta conexión, ya sea emocional, física o espiritual, y subraya la importancia de los espacios creados intencionalmente para nutrir el crecimiento personal.
Más allá de la «arquitectura», lo importante es darnos un espacio temporal para parar y desarrollar nuestro sentido de autoconciencia. Actividades como la meditación y la atención plena permiten fomentar la introspección y la regulación emocional, y son cruciales para el desarrollo personal. Como nos recuerda Eliud, «el aprendizaje comienza y termina con el cuerpo».
Además, la capacidad de regular las propias emociones, fomentada a través de prácticas reflexivas, impacta directamente en las relaciones con los demás. Al comprender y gestionar nuestros propios estados emocionales, podemos interactuar de manera más efectiva y empática con quienes nos rodean. Esto es particularmente relevante en un entorno educativo, donde la calidad de las interacciones entre estudiantes y profesores influye significativamente en los resultados del aprendizaje.
Las implicaciones para los educadores son profundas. Como se dice coloquialmente, «no podemos dar lo que no se tiene». Es difícil que enseñemos a nuestros estudiantes la «tranquilidad» sin encarnarla en nuestro propio comportamiento y comunicación. Al priorizar su propio bienestar y participar en prácticas reflexivas, los educadores pueden guiar y apoyar mejor a sus estudiantes. Esto requiere reconocer la importancia de crear momentos y espacios para la introspección; lo que, a su vez, mejorará su capacidad para reconocer y regular las emociones.
La toma de conciencia
La toma de conciencia es el primer paso para trabajar en el bienestar. El concepto abarca muchas dimensiones como lo físico, lo psicológico, el marco familiar y el marco social. Por ello, las acciones que se implementen al respecto no solo conciernen a las escuelas, sino también a las familias y a la sociedad, en general.
El bienestar digital se ejercita
Los maestros sienten mucho estrés y cansancio, lo que puede afectar su salud y su trabajo. Estudios (Wagner et al., 2024) muestran que prácticas de mindfulness o de atención plena mejoran las condiciones de estrés. Asimismo, pausas o descansos –como sesiones de yoga o tiempos de descanso planificados– en la rutina diaria de los maestros ayudan a prevenir el agotamiento y mejorar el bienestar general. Esto resulta en un óptimo desempeño y en aulas más positivas.
En los EE. UU., se cuenta con una escasez perpetua de maestros como resultado del estrés, el agotamiento y la deserción (Juárez et al., 2024). Entre las medidas para evitar esta situación, se recomienda implementar un marco de autocuidado y bienestar para el profesorado de los programas de formación de educadores, para que lo integren en los cursos y la práctica de futuros docentes a través de un enfoque preventivo.
La vida personal y profesional de los maestros depende, en gran medida, de su salud y su autocuidado. Assali & Abdouli (2024) señalan que los educadores enfrentan numerosos desafíos para mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal debido al trabajo arduo, las largas horas y los plazos ajustados. Además, las demandas emocionales del trabajo, como manejar circunstancias difíciles o gestionar problemas de comportamiento de los estudiantes, pueden resultar en niveles elevados de estrés. Finalmente, reportan que estos problemas se ven agravados por la escasez de recursos, la falta de redes de apoyo y una cultura que pone el bienestar de los docentes en último lugar.
Por ello, es importante que las escuelas y las instituciones de Educación Superior se involucren en crear espacios acogedores y alentadores que mejoren los resultados generales de los estudiantes al reconocer y abordar el bienestar de los instructores. Assali & Abdouli (2024) alientan a los maestros a liberar el poder del autocuidado y priorizar su bienestar.
La práctica hace al maestro
En conclusión, el cultivo del bienestar personal a través de espacios dedicados a la reflexión es fundamental para el proceso educativo. Al priorizar la introspección y la regulación emocional, tanto los estudiantes como los profesores pueden mejorar sus experiencias de aprendizaje, mejorar sus relaciones y fomentar un enfoque más holístico de la educación. La integración de tales prácticas en el marco educativo no es meramente beneficiosa, sino esencial para crear un entorno de aprendizaje más eficaz y enriquecedor.
Coméntanos tus experiencias en la comunidad de Educared.
Música original: Adriel Calvelo
Filmación y edición: Lea Sulmont
Experto invitado: Eliud Quintero
Director Nacional del Programa en Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey. https://www.linkedin.com/in/eliudquintero/
2025
Referencias
Desde Educared, queremos compartir a las familias una guía muy útil elaborada por el Ministerio de Educación en alian ...
Educación más allá del aula es un conjunto de conversatorios online organizado por Fundación Telefónica y Educared ...
A través de Fundación Telefónica/Movistar y “la Caixa” Foundation se ha puesto a disposición del Ministerio de E ...
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