¿Influye nuestro nivel educativo en el uso de medios de comunicación? Una mirada al caso peruano

Un tema poco estudiado en el país es la relación entre los usos que damos a los medios de comunicación y la forma como nos percibimos en términos educativos. Si bien hay prejuicios y discursos críticos sobre la calidad educativa de muchos contenidos mediáticos, lo cierto es que no se ha estudiado en profundidad cómo esos usos y demandas se vinculan a nuestra propia educación. Con esa premisa, un grupo de investigadores de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, publicamos un estudio que busca comprender mejor cómo influye el nivel educativo autopercibido y las prácticas mediáticas cotidianas. 

Imagen producida en Dall-e. Prompt "Pila de televisores en una tienda".

La investigación se llevó a cabo mediante una encuesta en línea a 465 usuarios de internet y exploró el uso de medios digitales para tres cuestiones básicas: informarse, educarse y entretenerse. Los participantes fueron clasificados según cómo se perciben en términos educativos, lo que permitió identificar diferencias significativas en sus hábitos mediáticos.

Cinco hallazgos relevantes del estudio indican lo siguiente:

  • Predominio del smartphone: Independientemente del nivel educativo autopercibido, el smartphone es el dispositivo más utilizado para informarse, educarse y entretenerse, valorado por su inmediatez y diversidad de contenidos.
  • Rol de la televisión: La televisión sigue siendo significativa, especialmente como medio de entretenimiento para generaciones mayores y como fuente de información para niveles socioeconómicos más altos.
  • Servicios de streaming y conectividad: La elección de servicios de streaming en grupos de alto poder adquisitivo refleja la influencia de la conectividad y el ancho de banda en las prácticas mediáticas.
  • Motivaciones de consumo: El consumo de información está motivado por la curiosidad, mientras que el entretenimiento se busca para aprender y seguir tendencias.
  • Planificación del consumo: Existe poca planificación en el consumo de entretenimiento e información. Sin embargo, los contenidos educativos son más planificados en el grupo que se percibe como muy educado, lo que podría estar relacionado con mayores oportunidades de acceso a contenidos de formación

Para reflexionar en clase...

Estos hallazgos nos invitan a reflexionar sobre cómo el nivel educativo influye en las prácticas mediáticas y cómo podemos, desde nuestra labor docente, adaptarnos y responder a estas realidades:

  • Integración de dispositivos móviles en el aprendizaje: Dado el uso generalizado de smartphones, podemos incorporarlos como herramientas educativas, promoviendo aplicaciones y recursos que complementen el aprendizaje en el aula.​ Junto con esto, como hemos señalado en posts anteriores, es vital reconocer los usos mediáticos de nuestros estudiantes y lo que sienten y experimentan en ese consumo.
  • Uso crítico de la televisión y servicios de streaming: Fomentar en los estudiantes una visión crítica sobre los contenidos que consumen en televisión y plataformas de streaming, ayudándoles a seleccionar programas que aporten a su formación y desarrollo personal.​ Para esto es indispensable dedicar algunas clases a proyectos donde ofrezcamos información básica sobre los códigos y lenguajes de los medios.
  • Diseño de contenidos educativos atractivos: Crear materiales educativos que satisfagan la curiosidad y se alineen con las tendencias actuales puede aumentar el interés y la motivación de los estudiantes.​ Mejor aún, coproducirlos con ellos. Nadie mejor que un estudiante para conocer mejor qué temas o formatos están en boga y orientarlos educativamente.
  • Fomento de la planificación en el consumo de medios: Enseñar a los estudiantes a planificar su consumo de medios, especialmente en contenidos educativos, para mejorar su organización y aprovechamiento del tiempo.​ Hay frustración en muchos cuando no se encuentra lo que se busca. Orientar esta planificación nos habilita como usuarios más efectivos. ¡Nadie quiere perder tiempo útil!

En conclusión, comprender cómo el nivel educativo influye en las prácticas mediáticas nos permite, como docentes, diseñar estrategias pedagógicas más efectivas y contextualizadas, aprovechando las herramientas digitales para enriquecer el proceso educativo en el Perú. Del mismo modo, es una oportunidad excelente para desarrollar la llamada “competencia TIC” del Currículo Nacional, que alude al estudiante que “se desenvuelve en entornos digitales generados por las TIC” más allá del dominio instrumental.


Referencia al artículo citado: Mateus, J.-C., Cappello, G., & Leon, L. (2024). Ensambles mediáticos y autopercepción educativa: estudio de usuarios peruanos. Revista De Comunicación, 23(1), 363–376. https://doi.org/10.26441/RC23.1-2024-3464

¿Influye nuestro nivel educativo en el uso de medios de comunicación? Una mirada al caso peruano

Autor: Julio César Mateus Publicado: abril 14, 2025

Un tema poco estudiado en el país es la relación entre los usos que damos a los medios de comunicación y la forma como nos percibimos en términos educativos. Si bien hay prejuicios y discursos críticos sobre la calidad educativa de muchos contenidos mediáticos, lo cierto es que no se ha estudiado en profundidad cómo esos usos y demandas se vinculan a nuestra propia educación. Con esa premisa, un grupo de investigadores de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, publicamos un estudio que busca comprender mejor cómo influye el nivel educativo autopercibido y las prácticas mediáticas cotidianas. 

Imagen producida en Dall-e. Prompt “Pila de televisores en una tienda”.

La investigación se llevó a cabo mediante una encuesta en línea a 465 usuarios de internet y exploró el uso de medios digitales para tres cuestiones básicas: informarse, educarse y entretenerse. Los participantes fueron clasificados según cómo se perciben en términos educativos, lo que permitió identificar diferencias significativas en sus hábitos mediáticos.

Cinco hallazgos relevantes del estudio indican lo siguiente:

  • Predominio del smartphone: Independientemente del nivel educativo autopercibido, el smartphone es el dispositivo más utilizado para informarse, educarse y entretenerse, valorado por su inmediatez y diversidad de contenidos.
  • Rol de la televisión: La televisión sigue siendo significativa, especialmente como medio de entretenimiento para generaciones mayores y como fuente de información para niveles socioeconómicos más altos.
  • Servicios de streaming y conectividad: La elección de servicios de streaming en grupos de alto poder adquisitivo refleja la influencia de la conectividad y el ancho de banda en las prácticas mediáticas.
  • Motivaciones de consumo: El consumo de información está motivado por la curiosidad, mientras que el entretenimiento se busca para aprender y seguir tendencias.
  • Planificación del consumo: Existe poca planificación en el consumo de entretenimiento e información. Sin embargo, los contenidos educativos son más planificados en el grupo que se percibe como muy educado, lo que podría estar relacionado con mayores oportunidades de acceso a contenidos de formación

Para reflexionar en clase…

Estos hallazgos nos invitan a reflexionar sobre cómo el nivel educativo influye en las prácticas mediáticas y cómo podemos, desde nuestra labor docente, adaptarnos y responder a estas realidades:

  • Integración de dispositivos móviles en el aprendizaje: Dado el uso generalizado de smartphones, podemos incorporarlos como herramientas educativas, promoviendo aplicaciones y recursos que complementen el aprendizaje en el aula.​ Junto con esto, como hemos señalado en posts anteriores, es vital reconocer los usos mediáticos de nuestros estudiantes y lo que sienten y experimentan en ese consumo.
  • Uso crítico de la televisión y servicios de streaming: Fomentar en los estudiantes una visión crítica sobre los contenidos que consumen en televisión y plataformas de streaming, ayudándoles a seleccionar programas que aporten a su formación y desarrollo personal.​ Para esto es indispensable dedicar algunas clases a proyectos donde ofrezcamos información básica sobre los códigos y lenguajes de los medios.
  • Diseño de contenidos educativos atractivos: Crear materiales educativos que satisfagan la curiosidad y se alineen con las tendencias actuales puede aumentar el interés y la motivación de los estudiantes.​ Mejor aún, coproducirlos con ellos. Nadie mejor que un estudiante para conocer mejor qué temas o formatos están en boga y orientarlos educativamente.
  • Fomento de la planificación en el consumo de medios: Enseñar a los estudiantes a planificar su consumo de medios, especialmente en contenidos educativos, para mejorar su organización y aprovechamiento del tiempo.​ Hay frustración en muchos cuando no se encuentra lo que se busca. Orientar esta planificación nos habilita como usuarios más efectivos. ¡Nadie quiere perder tiempo útil!

En conclusión, comprender cómo el nivel educativo influye en las prácticas mediáticas nos permite, como docentes, diseñar estrategias pedagógicas más efectivas y contextualizadas, aprovechando las herramientas digitales para enriquecer el proceso educativo en el Perú. Del mismo modo, es una oportunidad excelente para desarrollar la llamada “competencia TIC” del Currículo Nacional, que alude al estudiante que “se desenvuelve en entornos digitales generados por las TIC” más allá del dominio instrumental.


Referencia al artículo citado: Mateus, J.-C., Cappello, G., & Leon, L. (2024). Ensambles mediáticos y autopercepción educativa: estudio de usuarios peruanos. Revista De Comunicación, 23(1), 363–376. https://doi.org/10.26441/RC23.1-2024-3464

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  • ¡Claro que sí influye Dr. Mateus! Como profesor en el aula peruana, veo que a mayor nivel educativo, mejor seleccionamos y usamos los medios de comunicación. Primero, porque desarrollamos pensamiento crítico para evaluar la información. Segundo, porque sabemos utilizar herramientas digitales con responsabilidad y provecho para aprender y comunicarnos mejor.

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